Ilustración: Camila Bolívar.
Todo el país Explicadores

Diez palabras que marcaron la agenda informativa en 2021

Consonante
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Consonante es un laboratorio de periodismo que combate el silencio informativo en Colombia.
Este año Consonante le puso la lupa a historias y noticias de interés local en lugares como Tadó, en el Chocó, y San Juan del Cesar, en el sur de La Guajira. Creamos un listado de los términos que más se repitieron en nuestra agenda o que, simplemente, vale la pena llevar al 2022.

Por qué es importante

En los últimos dos años, Consonante ha trabajado en 21 municipios considerados “desiertos de información”: lugares donde no existen suficientes medios locales que produzcan información periodística. En 2021, junto a líderes y lideresas, comenzamos a publicar noticias sobre la actualidad de estos municipios. Cubrimos un amplio espectro de temas desde problemas cotidianos surgidos a raíz de necesidades básicas insatisfechas, como salud o educación y las consecuencias de una crisis de gobernabilidad local hasta prácticas culturales que están en peligro de desaparecer.  

¿Por qué creamos el glosario Consonante? 

Este año publicamos más de 100 noticias producidas por líderes y periodistas locales. Esto nos ayudó a contar y explicar asuntos de interés local, pero también a identificar vacíos de información. Hablamos de temas que, por un lado, eran invisibilizados pues —a pesar de ser de público conocimiento— nunca habían sido registrados por un medio de comunicación. O, por otro lado, eran silenciados. Es decir, estaban vetados entre la población local por distintas razones: censura social, peligro o tradición. Durante el 2021,  hicimos un esfuerzo por llenar esos espacios. 

El siguiente listado resume los temas que marcaron nuestra agenda informativa —construida de manera abierta y participativa— a través de diez términos que vale la pena recuperar y mantener presentes. 

  1. Conectividad

La pandemia de Covid-19 dejó en evidencia los problemas de conectividad en el país. En Fonseca, sur de La Guajira, la gente nunca ha tenido buena señal de celular ni de internet: están desconectados. De hecho, según los datos más recientes del Dane, sólo el 10 por ciento de los hogares están conectados. Esto, con la pandemia de Covid-19 se tradujo en la imposibilidad de teletrabajar, estudiar virtualmente o hacer cualquiera de las actividades que implican llamar o usar internet. Para este término quizás sería más preciso decir “falta de conectividad”. 

Investigamos y contamos en esta nota cuál es el lío de la falta de conexión en Fonseca:

Además, en El Carmen de Atrato la poca conexión que había se afectó con el escándalo de los Centros Digitales del Ministerio de las TIC, es decir, por la supuesta pérdida de 70 mil millones de pesos que el Ministerio entregó como anticipo a la Unión Temporal Centros Poblados para llevar internet a siete mil escuelas rurales. Este terminó con la renuncia de la ministra Karen Abudinen y varias investigaciones en curso.

En El Carmen de Atrato algo se había avanzado, pero tras este hecho dejó de funcionar el internet que habían instalado en diez escuelas rurales. Estos le servían a los niños y niñas para hacer sus tareas y a los vecinos para comunicarse, pues en algunas veredas no hay ni siquiera señal de celular.

Los Centros Digitales de El Carmen de Atrato se quedaron sin internet

2. Presencialidad

A mediados de año, el Gobierno nacional autorizó el regreso a clases presenciales de los estudiantes de preescolar, primaria y bachillerato luego de casi dos años de interrupción debido al Covid-19. Sin embargo, en muchos municipios no había condiciones para regresar al colegio. En San Juan del Cesar y en Fonseca, en el sur de La Guajira, por ejemplo, la comunidad educativa descartó desde el principio esa posibilidad. La falta de agua, de infraestructura e incluso los robos de equipos fueron algunas de sus razones. Algo parecido sucedió en San Diego, Cesar, donde un juzgado ordenó el cierre de las instituciones tras quince días de clases presenciales al comprobar que no cumplían con las condiciones mínimas de bioseguridad y su infraestructura era deficiente para garantizar el regreso a clases en alternancia.

Poco más de un mes después, con algunos de estos problemas resueltos, volvieron. Casi todos. La Escuela primaria Clotilde Poveda de Fonseca se encontraba en condiciones tan deplorables que resultaba imposible recibir a los 570 estudiantes que atendía.

En Tadó las cosas no fueron muy distintas. En octubre volvió la presencialidad, pero un balance al final del año escolar reveló que el impacto de la pandemia se seguirá sintiendo: unos 200 estudiantes dejaron de asistir a las aulas de clase, 1.000 disminuyeron su rendimiento académico y por lo menos 20 jóvenes resultaron embarazadas.

3. Verdad y reparación

Cinco años después de la firma del Acuerdo de Paz, decenas de comunidades en el país siguen reclamando verdad y reparación por las afectaciones del conflicto armado. Esto sucede en lugares como Guaduas, una vereda de El Carmen de Atrato, o Guacoche, un corregimiento de Valledupar. Las víctimas piden acciones concretas que les ayuden a recuperar la confianza, el tejido social y sus tradiciones. 

En el caso de las afectaciones a comunidades, la Ley 1448 o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras contempla el proceso de reparación colectiva. En este la Unidad para las Víctimas y la comunidad en cuestión acuerdan cómo se van a restituir los derechos vulnerados en el marco del conflicto, es decir, un Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC). Estas son medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantía de no repetición, ya sean políticas, materiales o simbólicas.

En Ayapel y Montelíbano, en Córdoba, las comunidades apenas están iniciando este camino. Por eso hicimos este explicador sobre el proceso:

María Fernanda Vélez, periodista de la Red Consonante en El Carmen de Atrato, escribió esta nota sobre un mirador que construyó la comunidad de Guaduas, que también adelante un proceso de reparación colectiva:

Turismo y reconciliación: la historia detrás del mirador de Guaduas

4. Violencia sostenida

Sin embargo, en varias regiones el conflicto armado aún no es un tema del pasado. Este año las comunidades asentadas en la ribera del río San Juan, en el Chocó, no han tenido paz. En agosto 1.227 personas se desplazaron del corregimiento de Dipurdú, en la zona rural de Istmina (Chocó), y cerca de 1.391 personas de la Unión, San Miguel e Isla de Cruz estuvieron confinadas por los enfrentamientos entre el ELN y las AGC. En el segundo semestre del año se intensificaron los combates, como lo reportamos en esta nota: Cuarenta días de violencia sostenida en el San Juan

Como lo dijo el comisionado de la Verdad Leyner Palacios, “el silencio se convirtió en la mejor arma para mantener la vida”. En esta zona el conflicto nunca ha cesado, entre otras cosas porque, “es una zona tremendamente atractiva para los grupos armados por la lógica de la movilidad que permiten los ríos, los esteros, los caños”. Pero hay otras razones, como la falta de presencia institucional. Palacios lo explica mejor en esta entrevista: Leyner Palacios: “El silencio se convirtió en la mejor arma para mantener la vida”

En esta zona, la gente sigue pidiendo, por otros medios, el cese al fuego. Por ejemplo, hablando con líderes de la iglesia, como el padre Jesús Albeiro Parra, coordinador de la Coordinación Regional del Pacífico Colombiano (CRPC). En esta entrevista el padre eleva el pedido de las comunidades: un acuerdo humanitario que les permita un respiro de esa violencia sostenida al menos en las fiestas de fin de año.

5. Bebedizos 

La pandemia de Covid-19 también dejó en evidencia el mal estado de muchos hospitales y la poca capacidad que tenían para atender a los enfermos: desde demoras para asignar citas médicas hasta falta de elementos necesarios para atender urgencias. En territorios étnicos, como el Chocó, esto llevó a que recuperara vigencia la medicina tradicional. 

En Istmina, un municipio a orillas del río San Juan, los jóvenes empezaron a utilizar plantas medicinales a raíz de la pandemia.  De repente volvieron a los bebedizos: preparaciones líquidas artesanales con propiedades medicinales. Además, regresaron las infusiones, los rituales de baños y cantos. En esta nota contamos cuáles son las cinco plantas más utilizadas para hacer bebedizos.

“Si se acaban los territorios, las plantas y la naturaleza, se va muriendo la medicina tradicional”

En Condoto, un municipio cercano, un grupo de líderes que tomó el diplomado de periodismo local de Consonante decidió visibilizar la historia de Santiago María, uno de los pocos yerbateros que quedan en el municipio. En un video de cinco minutos, contaron cómo sana las picaduras de serpientes y regresa la fertilidad al cuerpo de las mujeres que lo buscan para quedar embarazadas.

Estas historias hicieron parte del conjunto de temas que publicamos destacando diferentes aspectos de la cultura local de esta y otras regiones del país que cobraron relevancia este año. Por ejemplo, cinco recetas tradicionales con ñame a propósito de un evento realizado en noviembre, en Montería, para comercializar 1.000 toneladas de este tubérculo que los y las campesinas tenían represadas. 

6. Acueductos comunitarios

Se calcula que hoy en día existen cerca de 30.000 acueductos gestionados por comunidades en todo el país. Frente a la inacción del Estado, muchas personas han optado por asegurar su derecho a tener agua potable, accesible y de calidad. Este año, un grupo de 50 vecinos del barrio de San Agustín en Istmina decidieron unir esfuerzos para construir un acueducto comunitario y por fin tener agua en sus casas. “Es un legado que ha pasado de generación en generación, no solo garantizando el acceso a este recurso, sino también preservando y protegiendo las fuentes hídricas y los ecosistemas”, le dijo Fabio Martelo Castellar, miembro de la red Caribe de acueductos comunitarios, a Isabella Porras, periodista del equipo Consonante y tutora del diplomado en Istmina quien escribió esta historia.

En este artículo explicamos qué son, y cómo se financian y administran los acueductos comunitarios. También abordamos el problema de fondo: la falta de acceso al derecho humano de acceso al agua. 

Durante el 2021 identificamos otras historias como esta, en las que la gente se inventa soluciones para problemas cotidianos. Por ejemplo, la iniciativa de cien familias de la vereda Puerto López, en Fonseca, que iniciaron una colecta para empezar a reparar la carretera, o el proyecto de formación gestionado por un grupo de jóvenes de San Jacinto, Bolívar, que busca democratizar la educación superior

7. Territorios Campesinos Agroalimentarios

Entre septiembre y noviembre, Consonante ofreció un diplomado en periodismo local a líderes y lideresas en Arauca, y desde el primer momento los participantes estuvieron interesados en hablar sobre los Territorios Campesinos Agroalimentarios. Estos son una forma de organización campesina que tiene como objetivo asegurar la vida digna de las familias campesinas, fomentar la producción agroecológica para recuperar el ecosistema y, al final, garantizar su soberanía alimentaria. En Arauca hay cuatro territorios que agrupan a 12 mil familias y producen cacao, lácteos, carne y plátano, entre otros alimentos.

Un grupo de periodistas de Consonante viajó al departamento para conocer cómo funcionan. De esa reportería salió este documental:

Y esta galería fotográfica.

EN FOTOS | Viaje al interior de la resistencia campesina en Arauca

Pero más allá de esta iniciativa, los campesinos de diferentes zonas del país siguieron reclamando sus derechos y denunciando la falta de garantías para subsistir en sus territorios. Este es el caso de algunos de los miembros del gremio de arroceros del sur de La Guajira. En agosto contamos que los agricultores de Fonseca descartan abandonar la siembra del arroz, a pesar de que tienen pérdidas superiores a los dos millones de pesos por hectárea sembrada cada semestre por la prolongada crisis de este cultivo.

8. Violencia contra las mujeres

En la noche del 3 de octubre Maribel Mosquera fue asesinada por su pareja, Emilio Benítez. La noticia se difundió rápidamente en Tadó, Chocó, y al día siguiente miembros de la Policía dieron declaraciones en la radio local, y  se refirieron a este hecho como “un tema pasional, de violencia intrafamiliar”.

Sin embargo,  la violencia de género se refiere a todo acto de maltrato físico, sexual, psicológico o económico que se ejecuta en razón del género de la persona. A raíz de este hecho, los integrantes de la Red de periodistas de Tadó se preguntaron ¿qué deberían decir las autoridades frente a este tipo de crímenes? y ¿cuál es la ruta para atender y denunciar este tipo de violencia? Al final, Sory Jordan, integrante de la red Consonante, y Beatriz Valdés, periodista del equipo Consonante, escribieron este artículo: La violencia contra la mujer en Tadó aumenta en medio del miedo y la desinformación

Mientras tanto, en el sur de La Guajira, las mujeres han estado sometidas históricamente a parir en un hospital que no cuenta con las herramientas necesarias para atender partos que presenten complicaciones. Elisa Jojoa, enfermera y representante del Movimiento por la Salud Sexual y Reproductiva, advirtió que esta situación –a la que también están sometidas muchas mujeres en otras partes del país– podría considerarse violencia gineco-obstétrica.

9. Guardianes de río

Uno de los temas más mencionados de la agenda en El Carmen de Atrato fue el cuidado del medioambiente y especialmente de los ríos que bañan esas montañas en el límite entre Antioquia y Chocó . El Atrato, que nace en el municipio, es una de las arterias más importantes del Chocó y, desde 2016, tiene una sentencia que lo declara sujeto de derechos y exige su protección. En El Carmen, un grupo de personas trabaja por la conservación y el cumplimiento de la sentencia. Ellos y ellas son los guardianes del río. 

Laura Giraldo y Adrián Foronda, integrantes de la Red Consonante en este territorio, se propusieron contar de qué se trata su trabajo y produjeron este pódcast:

Esta figura también se utilizó como parte del plan para proteger otro cuerpo de agua que atraviesa este municipio: el río Habita. Este afluente baña cuatro veredas de El Carmen. En esta nota reportamos que se estaba creando un cuerpo de guardianes, aunque no quedaron claras sus funciones y alcances: Comenzó la protección del río Habita en El Carmen de Atrato

10. Nulidad electoral

Al igual que en varios municipios,  este año en Tadó se vivió una crisis de gobernabilidad a raíz del cambio de alcalde. Tras los comicios del 27 de octubre de 2019, los contendores de Cristian Copete, ganador de la contienda electoral, demandaron su elección ante el Tribunal Administrativo del Chocó alegando que estaba inhabilitado. El Tribunal falló en contra de Copete, declaró la nulidad electoral  y convocó nuevas elecciones. En mayo de este año, Yocira Lozano resultó ganadora de las elecciones atípicas

Sin embargo, en octubre el Consejo de Estado anuló la elección de Lozano y ordenó el reintegro de Copete.

Cristian Copete regresa a la Alcaldía: seis preguntas que vale la pena responder

En noviembre, hablamos con Cristian Copete sobre sus planes para gobernar el tiempo que le resta en el poder. Esto nos dijo: Cristian Copete: “Aulio César Ledezma y yo nos tenemos que unir para distensionar a Tadó”

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