Por qué es importante
El río Habita ha resultado afectado por distintos factores sociales y ambientales como el mal manejo de las basuras, la explotación minera, la expansión de cultivos y el mal uso de los suelos durante años. Según Didier Montoya Vélez, campesino y líder de la vereda La Argelia, “los productores agrícolas tiran la producción que tiene plagas y enfermedades al río. La gente también arroja basuras, venenos de los cultivos y los residuos que quedan después de aserrar”. Según un diagnóstico realizado por la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó (Codechocó), la autoridad ambiental del departamento, el 15,8 km2 del área de la cuenca (es decir, el 12,8 por ciento) presenta sobreutilización del suelo, lo que la Corporación considera como una cifra alta.
Además, el río Habita nace en el Cerro plateado y recorre las veredas de La Mansa, La Argelia y Habita, y termina uniéndose con el río Atrato. En este sentido, su conservación es vital para recuperar el río Atrato, que fue declarado sujeto de derechos a través de la sentencia T-622 de 2016 de la Corte Constitucional, y los líderes y lideresas ambientales del municipio han esperado que Codechocó inicie acciones concretas para proteger el río desde entonces.
¿Qué dice el plan?
En octubre las comunidades fueron informadas sobre la implementación del plan y Codechocó, junto a la Corporación para el Desarrollo del Chocó Biogeográfico (Corpobio), convocaron a la gente a que se inscribieran para conformar un grupo de “Promotores ambientales”, que estaría integrado por 30 representantes de las comunidades que conforman la cuenca hidrográfica. Con ellos se socializó el documento.
- El plan contempla seis programas enfocados a la protección y sostenibilidad ambiental y al fortalecimiento de los procesos comunitarios.
- Dentro de estos hay 26 proyectos específicos que van desde el fomento del ecoturismo comunitario y el monitoreo y estudio poblacional del venado cola blanca hasta obras de mitigación y mejoramiento de vivienda.
- El presupuesto necesario para ejecutar estos proyectos es de poco más de 22 mil millones de pesos. Esos recursos no están disponibles de forma inmediata, pues deben venir de varias entidades, como Codechocó, la Alcaldía municipal y gobernación de Chocó, ICA, Sena, Ministerio de Agricultura, entre otras.
- Según Harry Escobar, la estrategia de Codechocó para conseguir los recursos consiste en reorientar las obligaciones ambientales que tienen las empresas presentes en la zona. Por ejemplo, Latinco, el Consorcio Vías y Equipos Pácífico 2021 o Miner S.A.
“Codechocó le dice a las empresas: usted me tiene que reforestar una hectárea, por ejemplo, que vale 12 millones de pesos, más tres años de mantenimiento son 18 millones. Serían 30 millones por hectárea. Entonces, si digo que son cinco o diez hectáreas, ya podría contar con 150 o 200 millones para destinarlos a esta acción (la implementación del plan)”, afirma Escobar.
- El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), por su parte, propuso fortalecer las unidades productivas haciendo un adecuado uso del suelo y conservación del medio ambiente. Harold Agualimpia, instructor del SENA, explica que “la formación se denomina Desarrollo de Acciones de Promoción Ambiental Comunitaria y se ofrece teniendo en cuenta la vocación ambiental por ser guardianes del río Habita. En esta formación se crea una unidad productiva a partir del desarrollo de la formación, con el Sena Emprende Rural”.
- La figura de los “guardianes” o “promotores ambientales” está plasmada en el plan bajo la línea de “Fortalecimiento de la participación comunitaria en la gestión ambiental”. El proyecto se llama “Vigías Ambientales Comunitarios para la Recuperación y Conservación Ambiental de las Fuentes Hídricas” y está bajo la responsabilidad de Codechocó. Este, según el documento, costaría 3.472 millones de pesos.
El conflicto de los “guardianes” del río
La primera acción que Codechocó desarrolló para la ejecución del plan de manejo ambiental del río fue crear un grupo de líderes o guardianes integrado por habitantes de las comunidades ubicadas en la cuenca del río Habita.
De hecho, los días 20 y 22 de noviembre inició el proceso de capacitación para la conformación de los guardianes. A este primer encuentro asistió un grupo de personas interesadas en el proceso, pero desde allí surgieron varias preguntas: ¿cuál será el acompañamiento institucional que habrá en ese proceso de creación y consolidación de los guardianes? ¿Cuáles son las funciones de los guardianes y su alcance real? ¿Cuál será la articulación de los guardianes del río Habita, con los guardianes del río Atrato?
Por su parte, el subdirector de Codechocó reconoce que los convocaron pero afirma que no tiene la respuesta a estas preguntas. “Son personas que van a recibir una información y diseminarla en sus territorios, es decir, serían multiplicadores. Nosotros los reconocemos, más que como guardianes, como líderes naturales de su territorio, como personas interesadas en que esto mejore. Y el nivel de articulación no es porque sean guardianes sino porque son líderes de sus territorios y nosotros debemos actuar con los líderes”, es decir, con ellos, como líderes de las comunidades, se concertan las acciones del plan.
Al respecto, la propuesta de algunos de los integrantes de la mesa social y ambiental que estuvieron presentes en el encuentro y de algunas personas que hacen parte de los futuros guardianes del río habita, como Ramón Cartagena, Marcela Sánchez, Adrian Foronda, entre otros, fue asociar a los guardianes del río habita a la Fundación Mesa Social y Ambiental. De esta forma, podrían gestionar y ejecutar las propuestas del plan, teniendo en cuenta el reconocimiento de la mesa a nivel nacional e internacional.
¿Qué dice la gente?
- “Es importante que otras personas se apropien y se articulen con el trabajo que se viene haciendo con el río Atrato. Necesitamos coordinar todo ese tipo de actividades y acciones y caminar juntos para defender y proteger el afluente”, afirma Ramón Cartagena, guardián del río Atrato.
- Didier Montoya, quien se postuló para ser guardián del río Habita, desea que se logre repoblar el río de peces, se restrinja la pesca, la cacería indiscriminada y se puedan ver proyectos de pesca deportiva y turismo en la zona. “Mi expectativa es que en un futuro pueda existirlo que había antes. Antes todos los de la vereda podíamos ir a pescar. Yo crecí en eso, yo era de los que me sacaba 8 o 9 truchas, de una cuarta”. Ahora solo se consiguen en la parte alta del río, y en menor cantidad. A Didier le gustaría también “crear más cultura en la gente de la misma vereda, ya que son inconscientes con el medioambiente y los peces”.
- Damaris Vélez, también postulada para ser guardiana del río Habita, espera “que más de una persona tome conciencia de la protección del medio ambiente, para que dejen de tirar las basuras al río y en las fincas y carreteras. Espero que se le pueda dar solución a la disposición de las basuras de la vereda, para que no tengamos que quemarla, enterrarla o tirarla al río, sino que nos apoyen para que suba un carro y las recoja”.
Cinco años de espera
Este plan surgió como una acción de compensación ambiental a raíz del inicio del trabajo del consorcio LAX 051, encargados del arreglo de algunos tramos de la vía Medellín-Quibdó. Esta empresa, que trabajó entre 2008 y 2016 en El Carmen de Atrato, tenía una serie de obligaciones ambientales que estaban dirigidas a reforestar algunas áreas del municipio, según explica Harry Alexander Escobar, subdirector de Calidad y Control ambiental de Codechocó. “Sin embargo, en ese entonces surgió un problema. “La mayoría de los territorios en El Carmen que son susceptibles de restauración, porque están en áreas inestables o de erosión, son predios utilizados para la ganadería. Pero los propietarios son renuentes a dejar espacio para poder hacer la siembra o las reforestaciones”, afirma Escobar.
Por esta razón, desde Codechocó decidieron repensar ese instrumento ambiental. Es decir, crear un plan de manejo que permitiera caracterizar y “hacer las inversiones en este tramo de la subzona hidrográfica o esta microcuenca denominada río Habita", asegura Escobar. La construcción del plan se hizo en 2016 y contó con la participación de las comunidades, la Alcaldía, Secretaría de Planeación, Umata, Policía, Hospital y las organizaciones de víctimas y campesinas.
Pero el plan solo entró en funcionamiento este año. Es decir, pasaron casi cinco años para que este documento, que estipula una serie de programas y proyectos para el territorio, se pusiera en marcha. Según el subdirector de Codechocó, la demora se debió a la falta de recursos, pues la entidad cuenta con un presupuesto muy bajo: 12.800 millones de pesos en 2017 y 20 mil millones de pesos en 2021. Un presupuesto que contrasta, por ejemplo, frente al de la autoridad ambiental del vecino departamento: este año Corantioquia tiene 118 mil millones de pesos de presupuesto. Sin embargo, otras autoridades avanzaron en proyectos específicos del plan, como el mejoramiento de viviendas, que no pasaron, al menos, en el marco del plan.
En esos cinco años, Escobar afirma que desde Codechocó estuvieron “trabajando con la comunidad de El Carmen en la figura de conservación llamada Distrito Regional de Manejo Integral Alto Atrato”, otro instrumento que pretende conservar el territorio y que incluye algunas partes del río Hábita.
Lo que sigue
- Codechocó está planeando una reunión con los líderes el próximo 3 de diciembre para empezar a conversar sobre las acciones trazadas en el plan y priorizarlas. Además, Harry Escobar asegura que van a concertar con la comunidad quién va a administrar los recursos.
- Por el lado de la comunidad, el 12 de diciembre el equipo de guardianes del río Habita se reunirá de manera autónoma y con el apoyo de la Alcaldía municipal para revisar el plan de manejo ambiental y establecer algunos acuerdos internos para su funcionamiento.