Ilustración: Camila Bolívar
Ilustración: Camila Bolívar
Chocó Tadó Reportajes

Cinco acontecimientos que marcaron el 2021 en Tadó

La destitución y el reintegro del alcalde, el regreso a las clases presenciales y el paro minero alteraron la cotidianidad de los habitantes de este municipio chocoano.

Por qué es importante

En Tadó solo existe un medio de comunicación local: La Soberana Estéreo, una emisora comunitaria que tiene espacios informativos pero no cubre todo el municipio. La falta de información periodística sobre temas de la actualidad local ocasiona la difusión de rumores y desinformación entre la población. 

Qué pasó en 2021

El debate público tadoseño giró principalmente en torno a cinco temas: la destitución y el reintegro del alcalde Cristian Copete; la pandemia y la falta de alternativas para acabar con la prolongada crisis del principal centro médico del municipio, la ESE Hospital San José de Tadó; el regreso a las clases presenciales de casi 3.000 estudiantes tras casi dos años de intermitencia educativa; y las oportunidades de empleo para la población, especialmente por fuera de la minería y el agro.

Estos acontecimientos coincidieron con el inicio de la red de periodistas locales de Consonante en el municipio, quienes se esforzaron por identificar en tiempo real los temas de los que hablaba la mayor parte de la población para publicar noticias que esclarecieron lo que estaba sucediendo.

1. Política: ¿Quién gobierna en Tadó?

En noviembre de 2020 el Tribunal Administrativo del Chocó anuló la elección del alcalde Cristian Copete luego de tan solo quince meses en el cargo por supuesta inhabilidad electoral. En mayo de 2021 se realizaron las elecciones atípicas para elegir un nuevo gobernante. Yocira Lozano resultó vencedora tras obtener casi 4 mil votos en la contienda. Sin embargo, desde ese momento empezaron a circular rumores sobre una tutela presentada por Copete ante el Consejo de Estado. En el documento, que efectivamente estaba siendo revisado en el alto tribunal, Copete alegaba que no estaba inhabilitado al momento de su elección en 2019, y que el Tribunal Administrativo del Chocó le había violado sus derechos al destituirlo. María Fernanda Padilla, periodista de Consonante, investigó qué estaba pasando en este tribunal y cuáles eran las posibilidades reales de que Copete regresara. 

En octubre se confirmó la noticia tras una sentencia en segunda instancia del Consejo de Estado que ordenó el reintegro de Copete como alcalde de Tadó. A pesar de la claridad de esta decisión, aún existían muchas dudas entre la población local sobre qué sucedería. Los seguidores de Lozano defendían su elección democrática y los de Copete hacían lo mismo. En ese entonces, se presentaron marchas y otras manifestaciones que reseñamos en este hilo. En noviembre, Cristian Copete retomó su cargo, luego de un año entero de batallas legales. A pesar de que el mandatario estableció una serie de prioridades para sacar adelante durante el tiempo que le queda, el proceso socavó la confianza de la gente en las instituciones del Estado y profundizó las divisiones ideológicas entre la població

2. Salud: la crisis hospitalaria y la pandemia

El hospital San José de Tadó, que atiende a 22 mil personas en el casco urbano, lleva diez años en crisis y es un lío conseguir una cita médica. Además, solo hay una ambulancia disponible para transportar a los enfermos hasta Istmina o Quibdó, y faltan elementos tan importantes como un desfibrilador para las reanimaciones. 

Las deudas del centro médico son millonarias. Hasta julio de 2021 se hablaba de un pasivo de 5.000 millones de pesos por el pago de prestaciones a los funcionarios activos de planta, retirados, pensionados y proveedores. Sin embargo, entre la población local existen muchas dudas sobre el verdadero estado del centro. “En el hospital no comunican qué van a hacer para la crisis del hospital”,  dijo Ana Sofía Perea, habitante de Tadó, en este artículo sobre el estado del hospital que fue publicado en septiembre. 

La situación del hospital cobró relevancia a raíz de la pandemia. En Chocó se han presentado 16.572 casos de Covid-19, y en Tadó, 564. Además, la elección de Yocira Lozano como nueva alcaldesa en mayo de 2021 generó expectativa entre parte de la población local que vaticinó la creación de un plan para sanear las finanzas del centro médico. Lozano se destacó por su buena gestión como gerente del hospital San José de Tadó hace varios años. Durante su tiempo en el poder, la alcaldesa logró que se aprobaran $210.000.000 como apoyo de saneamiento fiscal y financiero para el hospital. Sin embargo, la gente sigue esperando que le digan qué va a pasar con el centro médico.

Foto: María Fernanda Padilla

3. Minería: el problema sobre su legalidad 

La minería es una actividad económica tradicionalmente relevante en Tadó. El profesor Wilson Murillo, quien lleva más de 10 años acompañando a mineros de Tadó, calcula que más del 70 por ciento de la población local se dedica a la minería. Esta actividad también se practica en otros municipios del departamento. Según Ariel Quinto, presidente de la Federación de Pequeños Mineros del Chocó (Fedemichocó), al menos 60 mil familias derivan sus ingresos de la minería en el Chocó. “Somos el renglón más importante de la economía del Chocó”, nos dijo Quinto. 

Entre el 18 y el 29 de octubre de 2021, los mineros del Chocó organizaron protestas y cerraron las vías Quibdó-Medellín y Quibdó-Pereira para exigir al gobierno nacional la formalización de la pequeña y mediana minería. De acuerdo con la legislación actual, toda minería que se haga con maquinaria y sin tener licencia ambiental ni título minero es ilegal. Es decir, no importa que la maquinaria sea una motobomba o que sean dragas y retroexcavadoras, todas entran en el rótulo de lo ilegal. 

Tras diez días de protestas, representantes del Ministerio de Minas y Energía se sentaron a dialogar con los mineros, y se comprometieron a agilizar las solicitudes de formalización que están pendientes y un plan de choque para expedir licencias temporales.

Wilman Arrieta, integrante de la Red y habitante de El Carmelo—uno de los corregimientos en los que más se hace minería en el municipio—, entrevistó a mineros locales y otros expertos para entender mejor el problema. Además, desde Bogotá Beatriz Valdés, periodista del Consonante, entrevistó a un experto del Foro Mundial para la Naturaleza que trabaja con mineros tadoseños.

4. Agro: ¿hay futuro para el campo?

El desempleo es uno de los temas que más preocupó a los tadoseños y tadoseñas, especialmente a los más jóvenes. La gente se dedica a la minería, y algunos tienen negocios propios, pues la única fuente de empleo formal es la administración municipal. Sin embargo, en un municipio cuyo territorio es principalmente rural, la agricultura y las actividades pecuarias no son una opción para la mayoría. Es un trabajo duro y no siempre bien remunerado. 

Uno de los productos estrella, el chontaduro, sufrió desde 2004 la plaga del Picudo Negro, un cucarrón que deposita larvas en el tallo de la palma de chontaduro y marchita la planta. Esto dejó prácticamente en la quiebra a los campesinos productores de chontaduro en Tadó y todo el país. Desde entonces, los cultivadores que decidieron seguir produciendo chontaduro en el municipio enfrentan serias dificultades económicas. En un intento por rescatar los cultivos, cuarenta campesinos tadoseños hicieron una alianza productiva el año pasado.

¿Pero es suficiente para impulsar el campo? Según Leonardo Mosquera, ingeniero industrial y tecnólogo acuícola integrante de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc), hace falta mejorar las técnicas de producción de las familias campesinas o, en otras palabras, tecnificar el campo. Mosquera, que es instructor del Sena y trabaja hace ocho años asesorando a campesinos, también dice que "El campo en Tadó se está quedando viejo"

A pesar de que en el municipio hay dos colegios con énfasis agropecuario, los egresados y estudiantes aseguran que no reciben una formación intensiva que les permita estar preparados para trabajar en el campo cuando se gradúan. Esto obedece, según algunos maestros, a la falta de espacios para practicar lo enseñado, además de que no hay presupuesto estatal específicamente destinado en el énfasis de la institución.

La alianza busca, en principio, que los campesinos le den buen manejo a las palmas ya sembradas. Foto: Francisco Mosquera.

5. Educación: el regreso a las clases presenciales: ¿Cómo impactó la pandemia?

En Tadó, como en el resto del mundo, las clases presenciales fueron suspendidas a raíz de la pandemia de Covid-19. Sin embargo, en este municipio, debido a la falta de conectividad y acceso a equipos de la mayoría de la población, no hubo clases virtuales. La respuesta fue estudiar a través de guías pedagógicas que construían los maestros y maestras para sus estudiantes. Esto, sin embargo, no fue suficiente. 

En octubre, cuando el Gobierno anunció que todos los colegios debían regresar a clases presenciales, más de 3.000 estudiantes de las tres instituciones educativas de Tadó también volvieron. Para esto fue necesario que padres y madres de familia, y directivos gestionaran recursos de la Alcaldía municipal, la Gobernación del Chocó, el Ministerio de Educación y otras entidades nacionales para adecuar los planteles. Aún así, varias adecuaciones quedaron pendientes. “Agua tenemos porque las tinas se arreglaron pero tenemos un problema con el servicio de transporte, porque el bus se dañó y no se ha arreglado, por lo tanto no están viniendo todos los estudiantes”, dijo Luis Enrique Guio, coordinador del ITA.

Desde entonces, la comunidad advertía sobre la posible pérdida de interés de los niños y niñas en la escuela.

Algunas semanas después se hicieron evidentes los rezagos en la educación. Un balance a final de año arrojó que 200 estudiantes dejaron de asistir a las aulas de clase, 1.000 disminuyeron su rendimiento académico y por lo menos 20 resultaron embarazadas. Julio, un estudiante retirado, afirmó que tomó la decisión de dejar los estudios porque simplemente no lograba seguir el ritmo que la institución había impuesto en la pandemia. “Me daba ansiedad ver esa cantidad de guías, no entendía qué debía hacer y no tenía a quién preguntarle”.

Además, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, en el segundo trimestre del 2021 se vio un aumento del 6,3 por ciento de los embarazos en niñas y adolescentes de 14 a 19 años. Esto, para las niñas, puede significar también dejar la escuela. “Me preocupa cómo mantener a mi hija, soy muy joven y mis padres son quienes me mantienen. Ellos son mineros y vivimos de lo que ellos hacen al día”, cuenta Lina, una estudiante de 14 años que quedó embarazada en medio de la pandemia.

Aunque la comunidad educativa espera que el próximo año se mantenga el modelo presencial y estas situaciones no se repitan, todavía queda mucho trabajo por hacer para subsanar el impacto de la pandemia. Para la investigadora Juliana Kairuz esta es una oportunidad de reconstruir la educación. "(Debemos) entender que debemos evolucionar no solo en los planes de estudio sino en la forma y premisas pedagógicas. El mundo cambió y la educación debe cambiar también", opinó Kairuz. 

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