¿Por qué es importante?
La E.S.E. Hospital San José de Tadó lleva más de 10 años en crisis y los habitantes de Tadó se han acostumbrado a pasar innumerables dificultades para ser atendidos. Por ejemplo, hay muy pocos turnos de consulta diarios y solo hay una ambulancia para trasladar pacientes a Quibdó, que suele fallar o estar ocupada. Los funcionarios de la entidad se han quejado por la falta de pagos y los precarios insumos para atender las emergencias. Hasta la fecha ninguna ayuda ha sido suficiente.
Los detalles del Hospital San José de Tadó:
- Es una entidad de primer nivel, que cuenta con 77 empleados que atienden problemas de salud de baja severidad. Según el reglamento del Ministerio de Salud, deben prestar los servicios de: urgencias, hospitalización, laboratorio clínico, odontología general, sala de partos, transporte asistencial básico y medicina general.
- Los ingresos del hospital corresponden a los pagos de la Caja de Compensación Familiar del Chocó (Comfachocó), que en agosto fueron de poco más de 175 millones de pesos; de la Nueva EPS, con 150 millones de pesos; y el recaudo de caja, que fue de 8.5 millones de pesos. En algunos casos, se firman convenios con la Alcaldía municipal y la Secretaría de Salud departamental, como detalló la gerente de la entidad, Anny Katherine Yurgaky.
- En el municipio de Tadó no existe una red médica en la zona rural, por lo que toda la población es atendida en el hospital. Hay algunos puestos de salud que ya no sirven como es el caso de los corregimientos: El Tapón, Corcobado, Guarato y el resguardo embera de Mondó Mondocito. En Playa de Oro arreglaron el espacio, pero no hay personal que preste la atención.
- Anny Katherine Yurgaky, optómetra de la Fundación Universitaria del Área Andina de Pereira, fue posesionada por el destituido alcalde Cristian Copete Mosquera a finales de abril de 2020.
¿Y las deudas?
La información acerca del balance financiero del hospital se maneja con mucho recelo. Hasta julio de 2021 se hablaba de una deuda de 5.000 millones de pesos por el pago de prestaciones a los funcionarios activos de planta, retirados, pensionados y proveedores.
¿Qué se ha hecho?
La gerente del hospital, Anny Katherine Yurgaky, afirma que desde que asumió el cargo está trabajando para implementar el Plan de Saneamiento Fiscal y Financiero, un programa del Ministerio de Hacienda para darle sostenibilidad económica a las empresas del Estado y garantizar la prestación del servicio de salud. Minhacienda aprobó el plan para el hospital de Tadó en octubre de 2019, después de que fuera clasificado en alto riesgo financiero en 2017.
Yugarky explica que en agosto de 2020, adelantó la primera fase de este plan para pagar antiguas deudas de salarios, vacaciones, primas y otras prestaciones hasta julio de 2019 al personal activo de planta. Para esto, invirtió cerca de 900 millones de pesos. Además, dice que están al día con los salarios hasta julio de 2021.
Actualmente, está implementando el segundo momento del plan y espera atender las deudas que mantiene el hospital con exempleados, pensionados y retirados.
Sin embargo, la gerente no da muchos detalles acerca de las fechas, la cantidad de dinero o el origen de los recursos, y dice que no puede arreglar en tan poco tiempo, una crisis que viene de mucho tiempo atrás. “Con los recursos que llegan se paga nómina y queda faltando para comprar insumos y pagarle a proveedores, algunos ya nos han cerrado la puerta”, asegura.
“El hospital es inviable”
A pesar de las acciones adelantadas desde la nueva gerencia del hospital, la situación sigue siendo crítica. Yirson Ledezma, personero municipal explica que el principal obstáculo para rescatar el hospital radica en que los gastos superan por mucho los ingresos. “El hospital actualmente es inviable y quiero ser muy prudente con esa afirmación, bajo el entendido que los ingresos que percibe son inferiores a los gastos incluso para mantener al personal”, dice.
El personero ha interpuesto varias denuncias sobre el mal estado del hospital ante la Gobernación del Chocó, la Procuraduría, la Contraloría, la Superintendencia de Salud y el Ministerio de Salud. Pero asegura que nota “una timidez o lentitud en darle trámite a eso. Yo las puse a finales del 2020, algunas las he reiterado y no ha pasado nada. No conozco hasta el momento que hayan hecho un tipo de intervención o un visita para verificar si lo que digo es cierto”.
La opacidad en torno al manejo de los recursos recibidos por el hospital aumenta la preocupación del organismo de control. Según el personero, en 2017 el Hospital San José de Tadó inició un proceso con el Fondo de Salvamento y Garantías para el Sector Salud, del que recibió casi 2 mil millones de pesos por parte del Ministerio de Salud, y 300 millones de pesos por parte de la Gobernación del Chocó. Pero no se sabe con exactitud cómo se utilizaron esos recursos.
Qué dice la gente
Los habitantes de Tadó ya están acostumbrados a la crisis. Quienes tienen la posibilidad de pagar citas, acuden a los centros médicos de sus EPS y cancelan los 40 mil pesos que cuesta, en promedio, la consulta. Pero quienes no tienen otra alternativa, asistir al hospital a sabiendas que deberán pagar por los medicamentos que les aplicarán o por las jeringas. Para conseguir una cita, se preparan para pasar la madrugada a las afueras del hospital y muchas veces deben regresar a sus casas porque se las agendan para otro día. En caso de necesitar un traslado, saben que viajarán en un carro particular sin los equipos necesarios para atender cualquier emergencia que pueda ocurrir durante una hora de trayecto que hay entre Tadó y Quibdó.
Pero en medio de todo esto, lo que más les preocupa a muchos es la falta de información que existe en Tadó sobre lo que verdaderamente sucede en el centro médico.
- “En el hospital no comunican qué van a hacer para la crisis del hospital. Lo único que sabemos es que tienen una deuda y no le pagan a los funcionarios”, dice Ana Sofía Perea, habitante de Tadó. Y agrega: “prefiero tratar mis dolencias en casa porque como no hay implementos ni insumos y el servicio parece que hasta el momento no es el mejor, porque no he ido a utilizarlo como paciente. Esto me llena de desinterés y ya uno conociendo las enfermedades y patologías que padece, se automedica”.
- “Lo último que supe es que estaban con una fiduciaria y se han demorado mucho porque el hospital no ha podido cumplir los requisitos. La gerencia y la Alcaldía deberían ir de la mano para salvar al hospital porque a un gerente solo le queda grande solucionar. Los alcaldes de turno han cogido al hospital como caja menor cuando ponían ad hoc a los gerentes; ahora como es por concurso si el gerente no es de la misma línea política, no le prestan atención”, opina Alex Ramírez, habitante de Tadó y ex funcionario del hospital.
- “No sé cuál sea el plan para salvar el hospital. Todo el mundo ha tenido malas experiencias y se quejan de que no se ven cambios. La gente llega a las 12 de la noche, se amanece esperando para coger fichos para la atención y algunos vienen de zona rural y no alcanzan”, dice Paola Perea.
- “Acá desde hace años estamos en crisis. Solo nos deben un mes de salario pero no tenemos dotación. No sé si haya un plan para salvar al hospital pero ojalá hagan algo para que se sepa lo que está pasando acá”, afirma una de las enfermeras del hospital que prefirió mantener el anonimato.
Lo que sigue:
La gerente del hospital Anny Katherine Yurgaky espera terminar la implementación del Plan de Saneamiento Fiscal y Financiero. Sin embargo, para esto deben cumplir con ciertos requisitos que Yurgaky se niega a detallar. Por su parte, el personero Yirson Ledezma sigue esperando que las instituciones nacionales hagan presencia en el municipio para verificar la correcta prestación del servicio de salud.
Mientras tanto, los habitantes de Tadó -que ya han perdido la esperanza de que la crisis del hospital se resuelva y algún día tengan una buena atención médica- esperan, al menos, enterarse de lo que sucede puertas adentro.