Por qué es importante
La plaga del Picudo Negro, un cucarrón que deposita larvas en el tallo de la palma de chontaduro y marchita la planta, empeoró en 2006 y dejó prácticamente en la quiebra a los campesinos productores de chontaduro en Tadó y todo el país. Desde entonces, los cultivadores que decidieron seguir produciendo chontaduro en el municipio enfrentan serias dificultades económicas.
Esta alianza propone empezar a resolver algunos de sus problemas: la compra de los insumos para cultivar el fruto y controlar la plaga, la asistencia técnica para garantizar el buen desarrollo del cultivo, la comercialización del producto y la reinversión de los recursos para continuar produciendo. Así, consideran los productores, podrán dar los primeros pasos para restablecer la economía basada en el chontaduro, que años atrás daba para comercializar el producto en departamentos como Antioquia y Risaralda.
Los detalles de la alianza
El acuerdo fue impulsado por la Alcaldía de Tadó a través de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) y con apoyo del equipo de AgroSENA. Los campesinos con tierra y cultivos que participan en la iniciativa se organizaron en la Asociación Dinamizadora del Campo en Tadó (Asodicamt) para el chontaduro que comprará la empresa Agrotech, ubicada en Istmina.
- El Ministerio de Agricultura se comprometió a aportar 200 millones de pesos y aprobó el proyecto. Solo falta que esta entidad devuelva el convenio firmado para empezar la producción.
- Los campesinos aportarán sus tierras y su trabajo.
- La Alcaldía entregó 64 millones de pesos, encaminados a la resiembra y el restablecimiento de cultivos.
- La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc) de Tadó pondrá un centro de acopio, que está en proceso de adecuación, por un valor de 51 millones de pesos.
- Por otro lado, la Asociación de Productores de Chontaduro de Tadó, una organización con experiencia en el cultivo, aporta 12 millones de pesos representados en el trabajo de su personal.
- Centagro Tadó prestará asesoría técnica por 9 millones de pesos.
- Agrotech, el aliado comercial, dispondrá de 49 millones de pesos para el ejercicio comercial.
- Todavía ninguno de los integrantes de la alianza ha desembolsado los recursos, que serán administrados por Fiduagraria.
Los antecedentes
Douglas Copete, asesor de proyectos en la Umata y quien formuló este proyecto, cuenta que hace algunos años, tras la plaga del picudo, los productores de Tadó empezaron a buscar estrategias para restablecer los cultivos. “Posteriormente se dieron cuenta de que en el municipio de San José del Palmar (Chocó) habían logrado controlar la plaga del picudo y en compañía con la Umata, la Alcaldía y el Minagricultura, empezaron unas capacitaciones de cómo se habían ido recuperando de ese problema y fueron replicando ese conocimiento en sus parcelas”. Copete recuerda que solo cuatro productores de Tadó lograron volver a tener chontaduro en sus palmeras.
Por esta razón, tuvieron la idea de aliarse y retomar un cultivo que fue bandera en Tadó y en el Chocó, y desde la Umata pensaron que podría hacerse a través de una alianza productiva.
¿Qué dice la gente?
Aunque esta alianza no soluciona todos sus problemas, emociona a los campesinos vinculados, pues les garantiza un ingreso fijo. Además, la consideran una señal de que las condiciones en el campo pueden mejorar.
- Para Alfonso Minota, productor de chontaduro, lo primero que debe hacerse para que la alianza funcione es concientizar a los productores y a las instituciones públicas y privadas sobre la importancia de reactivar la producción de chontaduro en Tadó como base de la economía del municipio. “Si no se hace el trabajo consciente, la alianza fracasaría cuando se termine de entregar los insumos y pondrían en riesgo la cadena de chontaduro”.
- Bernardo Eavad dice que tiene esperanza en poner a producir su parcela de chontaduro para poder pagar al Banco Agrario algunos créditos que pidió en años anteriores para sembrar cacao. “Si se controla la plaga, pienso sembrar varias hectáreas de chontaduro”, dice.
- “Es una oportunidad única presentada en el Chocó. Solo falta que se constituya la alianza y la cadena nacional de chontaduro de Colombia para que el Estado se fije en los productores de chontaduro organizados y puedan acceder a las políticas de subsidios que brinda el gobierno”, dice Yerson Bonilla, presidente de la Asociación Dinamizadora del Campo en Tadó, quien piensa que al articular todas las entidades nacionales, departamentales y municipales puede haber futuro en la reactivación del chontaduro.
Los retos
Según cálculos de la Umata, en Tadó hay alrededor de 100 productores de chontaduro, y esta iniciativa está llegando solo a 40. Para Santiago Perry, director de la Corporación PBA y ex viceministro de Agricultura, esto no es suficiente para reactivar el cultivo. “No se puede quedar en una alianza productiva. Lo lógico es que se haga con un programa de fomento y apoyo al cultivo. La alianza es útil, pero eso no va a reactivar el cultivo”, dice Perry. Leonardo Mosquera, integrante de la Anuc en Tadó, difiere. Estos son tres retos que identifican.
- Se necesita un acompañamiento a las comunidades para que puedan sacar adelante sus cultivos y enfrentar los problemas que se les presenten. “Normalmente la alianza productiva va a un año, dura muy poco tiempo y esto necesita un proceso de acompañamiento a más largo plazo. Eso tienen que preverlo”, explica Perry.
- Leonardo Mosquera dice que la alianza, "si se hace bien, puede terminar en la reactivación del cultivo de chontaduro. Pero para eso deben cumplir con todas las obligaciones. Que los productores vayan a los encuentros, que, si por ejemplo, les entregan diez bultos de abono, no los vendan”.
- Es importante que luego se extienda a más productores “porque con 40 no más, no es tan fácil que vaya a reactivarse el cultivo, que vayan a tener el apoyo suficiente o que les presten el suficiente interés al cultivo. 40 es un principio, pero hay que tener un plan para expandirlo por lo menos a los 100 que hay”.
Lo que sigue
Después de que el Ministerio de Agricultura envíe el convenio firmado y revisado, siguen varios pasos.
- Los integrantes de la alianza deben escoger un operador local que durante un año acompañe a la asociación de productores para que administren bien los recursos. “Durante este mismo tiempo, el proyecto contratará dos profesionales, uno en la parte social y otro en la parte productiva, para que trabaje de la mano de los productores locales y el operador”, explica Douglas Copete.
- Luego, cuando estén en la fase de producción (Copete estima que será cuatro meses después de que los productores tengan los insumos), el aliado comercial deberá comprarles el chontaduro a los productores. La idea es que para entonces haya 20 hectáreas produciendo y puedan entregarse 300 toneladas de chontaduro semestrales a Agrotech, según las estimaciones de la Umata.
- Tras la comercialización, la asociación creará un fondo rotatorio o autogestionado, “de modo que los recursos que invierte el Ministerio regresen al fondo de la asociación para darle continuidad en el tiempo a la ejecución del proyecto”, dice el funcionario de la Umata.
- La Asociación Dinamizadora del Campo en Tadó (Asodicamt), por su parte, buscará acceder a otras ofertas institucionales de financiación y capacitación para aumentar la producción.