Por qué es importante: A la gente de Istmina le preocupa el deficiente sistema de recolección de residuos sólidos. Esta ciudad, epicentro comercial de 13 municipios, enfrenta una situación crítica por el impacto ambiental de las basuras y por la falta de conciencia ciudadana.
Qué está pasando: “El gran problema que tenemos es la alta población de Istmina sumado a su importancia comercial en la región del San Juan. Eso hace que produzcamos demasiados residuos y envases plásticos”, asegura el alcalde Hever Córdoba. En la ciudad viven 30.742 personas de las cuales 83 por ciento están en la cabecera municipal.
Esto afecta directamente a las comunidades que están sobre la ribera del río San Juan. Gran parte de los residuos terminan vertidos en las quebradas que desembocan en el río, que recorren tres municipios. “Tengo más de 10 años de vivir acá y desde que tengo uso de razón han tirado los residuos al río, porque acá no entra el carro de la basura”, dice Yasiris Mosquera, habitante del barrio San Agustín.
La Empresa de Servicios Públicos Domiciliarios Aguas del San Juan recoge basura 3 veces a la semana en cada barrio, y aun así ese servicio se queda corto. “En este momento en la zona rural hay unos botaderos artesanales, porque la empresa no cuenta con la capacidad económica para poder llegar a todos estos sectores. Sin embargo, estamos esperando poder construir unos botaderos veredales a través de los recursos de las iniciativas PDET.”
El proyecto: La Alcaldía propuso una alternativa con el principal objetivo de disminuir la contaminación generada por los altos volúmenes de residuos sólidos en las calles, fuentes hídricas y sitios de disposición final.
Los detalles: Ese proyecto también busca aprovechar el material reciclable para transformarlo y comercializarlo. Contempla:
- Construir una estación de clasificación y aprovechamiento de residuos sólidos.
- Comprar un vehículo que recolectará los elementos reciclables, para su comercialización desde la fuente.
- Establecer puntos ecológicos que permitirán separar los residuos según su posibilidad de reciclaje.
- Incentivar la separación de los residuos desde la fuente con campañas pedagógicas.
Todas estas actividades generarían 30 empleos directos y unos 60 indirectos, especialmente para mujeres cabeza de familia. El alcalde espera que el proyecto permita producir madera plástica en el proceso de transformación de los residuos, para impulsar un proyecto de mejora de viviendas para población vulnerable. Además, se pregunta “¿por qué no pensar en una planta de compostaje para tratar todo lo orgánico para que sirva como pequeña empresa y produzca abono para las fincas?”.
Lo que sigue: La administración municipal planea tener este proyecto viabilizado y contratado en el primer trimestre de 2022. “Tenemos la certeza que la problemática va a mejorar mucho, quizá en un 90 por ciento”, asegura Francisco Quinto Mosquera, ingeniero ambiental de Istmina.
Sin embargo, aún quedan los mayores retos: generar una cultura ciudadana donde prime el bien común y, especialmente, mejorar el servicio y la cobertura. “Sin lugar a dudas necesitamos una mayor capacidad de la empresa de recolección de basuras; mejorar su planta de maquinaria, su infraestructura y su capacidad de personal”, puntualiza Córdoba.