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En el sur de La Guajira no están listos para retomar las clases presenciales

Docentes y directivos de Fonseca y San Juan del Cesar intentan solucionar, a última hora, los problemas de infraestructura en los colegios, y crear planes para hacer frente al bajo nivel académico mientras unos 20.600 estudiantes de Fonseca y San Juan del Cesar esperan retomar las clases presenciales el próximo 7 de febrero. Todo esto en medio de la inestabilidad política y el déficit de inversión.

¿Por qué es importante?

Hasta la fecha, 17 Secretarías de Educación departamentales han regresado a la presencialidad en todo el país, de las 96 que están certificadas por el Ministerio de Educación. La Guajira será uno de los últimos departamentos en sumarse a esta lista. El 7 de febrero deben integrarse a este proceso las 96 instituciones educativas de 12 municipios del departamento que cuentan con una población estudiantil de 92.172 niños, niñas y jóvenes.

El Gobierno nacional ha trabajado en un plan para que unos siete millones de niños, niñas y adolescentes en todo el país regresen a las aulas, pero calcula que al menos un 2 por ciento no lo hará por problemas de infraestructura. 

¿Qué está pasando?

A dos semanas del inicio de la jornada escolar presencial, la mayoría de las instituciones educativas de la zona no está lista, y las y los maestros no tienen claridad sobre el nivel académico con el que los 20.600 estudiantes de Fonseca y San Juan del Cesar llegarán a clases después de dos años de virtualidad.

Actualmente, docentes y directivos en San Juan del Cesar y Fonseca adelantan reuniones con el fin de hacer un balance de los aprendizajes de la alternancia que sostuvieron desde finales de 2021, y decidir los ajustes que realizarán a los planes académicos para recibir a los estudiantes.

Sin embargo, afirman que no existe mayor compromiso de las Alcaldías municipales, y que en la Secretaría de Educación del departamento no tienen planes detallados para amortiguar los rezagos que la pandemia generó en el sector educativo, pues la nueva Secretaria se posicionó el 14 de enero. 

Los principales problemas que enfrentan son:

  1. ¿Dónde dictar las clases?

Desde inicios de agosto de 2021, cuando se habló de volver a clases presenciales, los rectores, docentes, padres y madres de familia de San Juan del Cesar y Fonseca reclamaron que los colegios no estaban adecuados para garantizar la bioseguridad. Para el regreso a las aulas, le pidieron al gobierno local y departamental inversión para construir nuevos salones y reparar las plantas físicas, reponer computadores y mobiliario que habían sido robados durante la cuarentena, contratar personal de aseo y celadores, y reconectar los servicios públicos.

Pero desde entonces son pocos los avances que se han logrado en la infraestructura de las instituciones educativas. “Hemos hecho algunos esfuerzos internos por crear las condiciones. El año pasado todos los recursos los utilizamos para generar condiciones en temas de sanitarios y adecuación de algunos salones. Recibimos algunos aportes de la administración temporal de La Guajira, que ya no está en el departamento. La verdad es que nuestros establecimientos educativos requieren una intervención de fondo, porque lo que han hecho hasta ahora ha sido colocar pañitos”, dice Eduard Fragozo, rector del colegio El Carmelo de San Juan del Cesar.

En una de las sedes del colegio Roig Villalba han cerrado zonas con cintas demarcatorias para evitar accidentes con la posible caída del techo. Foto: cortesía del colegio

En el caso de Fonseca, Carlos Julio Gómez, docente del colegio Roig Villalba, explica que aunque esperan recibir a todos los estudiantes no tienen dónde ubicarlos. “Nosotros tenemos dos opciones. Una, deshacernos del 70 por ciento de los estudiantes y que miren a ver qué hacen. Rifar: los 16 que quepan en el curso se quedan y los otros se van para la casa porque no tenemos espacio. Conservando un metro de distanciamiento, solo caben de 12 a 15 muchachos y nosotros tenemos como grupo mínimo 38”, afirma. Por eso, cuenta que la posición por ahora es no retornar a presencialidad ni a clases virtuales. “Resolvemos este problema y si tenemos que entrar en agosto, lo hacemos. Pero no podemos exponer a los muchachos a que les caiga el techo encima o que haya un foco de contagio inmenso. Estamos amarrados de pies y manos”, asegura.

La recién posesionada secretaria de Educación de La Guajira, Olidey Meza Freyle, reconoce que hay falencias en infraestructura pero dice que es algo que se presenta en todo el país. “Se están planeado proyectos de infraestructura. Por motivo de la pandemia hubo deterioro. La no habitación de las instalaciones demanda deterioro en las instituciones del departamento y a nivel nacional”, asegura Meza, quien afirma que pronto comenzará un recorrido para verificar el estado de los colegios en los municipios. Sin embargo, hasta la fecha no tiene un inventario de cuánto dinero se necesita para mejorar la infraestructura a nivel departamental.  Asegura que hay obras prioritarias de adecuación del colegio María Inmaculada y el Roig Villalba en Fonseca.

Por eso, los rectores y docentes aseguran que es un problema de voluntad política. “Han invertido una cantidad exorbitante de recursos en parques y en pavimentaciones de vías, que sabemos que es importante también, pero de pronto hubiese sido importante que se sentaran y pensaran que realmente lo prioritario en este momento es el tema educativo”, cuestiona Fragozo. “Nosotros contábamos con que íbamos a tener por parte del municipio unas adecuaciones en un bloque de aulas. Requieren mejor ventilación porque son unos espacios cerrados donde no se podrían recibir a los muchachos. Lo que nos han dicho (en el municipio) es que están en proceso de contratación, pero no estarán listas para el siete de febrero”, añade.

“Han invertido una cantidad exorbitante de recursos en parques y en pavimentaciones de vías, pero hubiese sido importante que pensaran que realmente lo prioritario en este momento es el tema educativo”

Eduard Fragozo, rector del colegio El Carmelo de San Juan del Cesar

Los docentes y directivos afirman, además, que las mejoras en infraestructura deben ir acompañadas de la contratación de nuevo personal. “Cuando el alcalde va al colegio, se desespera, se agarra de las orejas. Pero qué tenemos que decirle, ‘Alcalde, hagamos siquiera una segunda planta sobre la que está y aumentemos de ocho a diez salones de clase, y nombremos 15 o 20 maestros más para poder cubrir a los pelaos porque no tenemos cómo’”, afirma Gómez.

2. ¿Cómo resolver los retrasos académicos?

La educación virtual agudizó las desigualdades en La Guajira, el departamento con menos conectividad de Colombia y donde solo el 10 por ciento de los hogares tiene conexión. Esto llevó a que una parte de los jóvenes abandonaran sus estudios. Quienes continuaron se enfrentaron a problemas como la falta de acceso a internet y de acompañamiento en el aprendizaje. 

Sin embargo, las cifras de deserción no reflejan esta situación, por lo que aún se encuentran en estudio. De acuerdo con la Secretaría de Educación departamental, la deserción en 2019 fue de 3,5 por ciento, en 2020 se ubicó en 2,19 por ciento y el promedio de 2021 aún está en análisis. Pero la secretaria Olidey Meza, afirma que “sí hubo un aumento y se está valorando el porcentaje. En abril, que es la terminal de cobertura en cifras, esperamos entregar la información”.

El regreso a clases de finales de 2021 permitió a los profesores retomar la interacción con sus estudiantes y superar las limitaciones de explicar las clases por WhatsApp o con guías, pero se encontraron que al pasar la semana varios desertaban. Al respecto, la profesora fonsequera Bernarda Chaves explica que “desde principio de año escolar no respondieron con sus actividades y pensaron que al entrar a la presencialidad no se les exigiría el cumplimiento de estas tareas. Esto generó que se les acumularan las actividades y por ende se vieron cargados e incapaces de cumplir y decidieron repetir el grado el próximo año”.

Estas son algunas de las aulas adecuadas con ventiladores y escritorios nuevos donde los estudiantes tomarán clases en El Carmelo. Foto: cortesía del colegio

Por otro lado, algunos estudiantes interrumpieron sus estudios desde que inició la pandemia y perdieron el ritmo de estudio. Dayana del Carmen Martínez, una madre de familia del colegio parroquial Pio XII de San Juan del Cesar, explica que de sus cinco hijos solo uno pudo estudiar virtualmente. “No teníamos la facilidad de un teléfono o internet. Uno se traslada donde mi madrina (a un kilómetro de distancia) y allá se conectaba”. Con la presencialidad, Martínez asegura que enviará a sus hijos al colegio.

Laura Moscote, una madre de familia del colegio María Inmaculada de Fonseca, cuenta que en su caso los niños perdieron el interés y el amor a las clases con la virtualidad. “La nena pequeña cuando empezó su colegio era feliz de ir. Con la vitualidad era ‘ay, me toca levantarme temprano’. Para la niña que hoy está en quinto, ha sido más difícil porque le tocó la virtualidad en tercero de primaria. Ahí ves multiplicaciones y ya debes hacer divisiones. Ella me decía ‘mamá, quiero repetir el año. No entiendo’. Cuando llegó la alternancia empezó a entender más”.

El rector Eduard Fragozo afirma que en estos dos años se ha profundizado la brecha de aprendizaje del estudiante porque en el departamento “no alcanzamos a tener, como de pronto en otras latitudes del país, un 90 por ciento de asistencia de los muchachos desde agosto a diciembre de 2021”.

El docente Carlos Julio Gómez asegura que al regresar a clases presenciales notaron que el trabajo virtual no fue lo suficientemente productivo como esperaban. “Nosotros pensábamos, y en algunas reuniones lo habíamos sostenido que, si antes de pandemia con el trabajo presencial los logros se alcanzaban en un 30 por ciento, un 35 por ciento, esperábamos que ahora llegara siquiera a un 15 por ciento, pero fue menos de eso”.

"Antes de pandemia con el trabajo presencial los logros se alcanzaban en un 30 por ciento, un 35 por ciento, esperábamos que ahora llegara siquiera a un 15 por ciento, pero fue menos de eso”

Carlos Julio Gómez, docente del Colegio Roig Villalba

3. ¿De dónde sacar la plata?

En menos de un año, en La Guajira ha habido dos secretarias de Educación. El 14 de enero de 2022, se posicionó Olidey Meza Freyle en reemplazo de Rosmira Peralta, que había asumido la dirección de la cartera en febrero de 2021. Además, en julio del año pasado, el Consejo de Estado anuló la elección del gobernador de La Guajira Nemesio Roy por doble militancia. En septiembre volvió al cargo.

La secretaria de Educación asegura que los proyectos que había planteado Peralta se mantendrán. “Independientemente del cambio, los procesos siguen para que no se vea afectado el sector. Que cambie una persona no significa que vaya a cambiar la dinámica de todos los procesos”. Sin embargo, la incertidumbre sobre los recursos y los planes de acción de la Gobernación predomina en los colegios del departamento.

“La doctora Rovira vino al colegio con su equipo y se comprometió con el alcalde a invertir. Nos pasamos noviembre y diciembre esperando, porque habían acordado que se iba a presentar el proyecto antes de que terminara el año con el fin de empezar este con eso aprobado. Pero no, lo que nos dijeron fue que la cambiaron, entonces ahora tenemos que esperar que la secretaria se ponga al día, haga el empalme, venga a mirar qué es lo que hay y muestre una disponibilidad de trabajo”, dice Carlos Julio Gómez.

Lo que sigue

  • El 25 y 26 de enero la secretaria de Educación Olidey Meza hará un recorrido por el sur de La Guajira para conocer el estado de los colegios y garantizar el regreso a la presencialidad. Estará en los municipios de: Albania, Barranca, Hatonuevo, Distracción, Fonseca y Dibuya.
  • Los docentes y directivos de las instituciones educativas esperan tener listos los planes de fortalecimiento académico a finales de la semana. Asimismo, se encuentran en reuniones con los alcaldes para gestionar recursos del gobierno departamental y la contratación de más personal. En el municipio se barajan algunas opciones, incluidas protestas en las calles hasta tener una solución.

    “Tenemos expectativas frente a lo que vamos a vivir. El colegio no es un terreno grande y los espacios son reducidos. Estamos mirando los planes de fortalecimiento y el total de los estudiantes por aula. De verdad que esto nos crea preocupación frente a lo que estamos viviendo del Covid y las diferentes variantes”, dice Betty Blanchar, coordinadora del colegio Ernesto Parodi de Fonseca.
  • Los padres y madres de familia, y los estudiantes esperan que el 7 de febrero las puertas de los colegios efectivamente se abran y puedan tener un respiro después de dos años de jornadas virtuales. 

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  • Luis Posada
    Feb 7, 2022
    A la educación es a lo que menos le invierte el gobierno, saben que es un recurso que, a la postre, iría contra sus intereses por cuánto una comunidad educada, es menos manipulable. Por eso La Guajira está entre los departamentos con mayores niveles de corrupción, dado el atraso en el que la han mantenido.
  • Hernando Ortiz
    Ene 31, 2022
    Para mi seguen nuestros parlamentarios, diputados, gobernador, alcaldes y secretarios, planeando la descomposicion social de nuestras comunidad estudiantil. En tiempo de politica se ve el decrimento que ha tenido este gobierno, por culpa de seguir dueno del poder a consta de la ignorancia de muchos a ver la realidad. Nuestro departamento no ha cambiado, porque a pesar que la intervencion se termino, los que estan ejerciendo ahora ni idea tienen de mejorar nuestra situacion social. Siguen haciendo protocolo para dejarno lo mismo.

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