En la zona rural del municipio hay 12 puentes peatonales distribuidos en las veredas Angostura, Bochoromá, Farallones, Brubata, El Tabor, Mondó, Moindó, Medio Mondó, Jingarabá, Peñas del Olvido, Mesetas y Yoraudó. Estos permiten el paso de las comunidades indígenas por los ríos San Juan, Mondó, Mondocito y el río Bochoromá hasta la carretera principal.
Sin embargo, como reconoce la Secretaría de Planeación y Obras Públicas en respuesta a un derecho de petición enviado por Consonante, de estos 12 puentes solo 4 se encuentran en buen estado: Peñas del Olvido, Mondo, Bochoroma y Moindo. Los demás necesitan reparaciones y uno de estos está en pésimo estado: el de la vereda Angostura.
Para las comunidades, estos puentes se han convertido en trampas mortales y aunque durante las campañas políticas se han prometido inversiones, estas nunca llegan. Además aseguran que han tenido 4 reuniones con personal de la Alcaldía y otras entidades, pero no se ven acciones.
Desde Consonante se hizo un recorrido por los principales puentes de la zona rural para evidenciar el estado de cada uno.
Puente de Angostura

Está ubicado a 13 minutos de la cabecera municipal, unos 16 kilómetros aproximadamente. Tiene varias tablas de madera destruidas y los cables están conectados con cabuya.La comunidad, compuesta por unas 55 familias (270 habitantes aproximadamente), pasan por ahí sus productos y alimentos y aunque quisieran potencializar el turismo y poner en funcionamiento del corredor ecológico, este puente no permite el paso.
José Américo, líder de la comunidad y representante del Consejo Comunitario de Angostura, indica que han tenido algunas reuniones con el alcalde Juan Carlos Palacios sobre la situación, pero no han visto resultados. “La comunidad está dispuesta a taponar la vía nacional que conduce Tadó- Pereira en busca de una respuesta satisfactoria. Por este puente surtimos nuestra vereda de alimentos todos tenemos sus parcelas en ese lado del río, hoy se gestiona un proyecto con el Consejo Comunitario porque necesitamos un puente en buen estado para evitar accidentes”, afirma.
Américo cuenta que tras reuniones con el alcalde hace 15 días se acordó amarrar el puente con una cabuya hasta que se hagan los ajustes. “Se delegó a un compañero de la comunidad para que cortara la madera, pero esto se suspendió por falta de recursos. Le pedimos un adelanto a la Alcaldía”, agrega.
María Perea Cossío, habitante de Angostura, afirma que se ha accidentado en dos ocasiones por fallas en la estructura. “El primero fue en el 2012 cuando venía de trabajar en minería ancestral y el segundo el año pasado (2024) cuando pasaba con leña para cocinar. Estos accidentes hoy me tienen casi inválida porque no puedo mover bien la pierna derecha, en el hospital me dijeron que me iban a quitar la pierna por una infección. Sigo caminando, cojeando, pero de milagro”, puntualiza.
Perea describe que durante la administración de Arismendy García Mosquera (2015-2019) se intervino el puente, pero dejaron una madera de baja calidad que se partió al poco tiempo.
En 2023 otra mujer, que vive en una de las 45 casas de la vereda, se cayó cuando transitaba por el puente causándole heridas de gravedad. Por todo esto, la comunidad pide una intervención urgente antes de que ocurra una tragedia. Plantean a la Alcaldía una canoa y un motor fuera de borda mientras se rehabilita el puente.
Puente de Bochoromá
Este puente está ubicado a 20 minutos de la cabecera municipal de Tadó y comunica a las comunidades indígenas de Farallones y Cañaveral, para comercializar los productos agrícolas que producen. Bochoromá además se convirtió en bandera de turismo para el municipio, todos los fines de semana atrae a quienes quieren bañarse en las aguas cristalinas del río.
José Manuel Sánchez, miembro del Consejo Comunitario de Bochoromá, afirma que este puente fue construido en el gobierno de Cristian Copete (2023). Por este no solo pasan personas sino mototaxis. “Aunque se ve en buen estado, sus cables están cediendo, y para algunos, el puente tiene más movimiento. esperamos que haya una verificación y seguimiento para que puedan dar un diagnóstico sobre la situación ya que se necesita el concepto de un profesional”, agrega.
Puente de Brubata
Este puente está ubicado a 24 minutos de la cabecera municipal de Tadó. Tiene tablones destruidos, partes amarradas con alambre y no cuenta con mallas de protección a los lados, lo que representa un riesgo de que alguien caiga al río San Juan. “Este puente no necesita reparación sino una construcción completa. Este puente está en zona de riesgo porque arriba se está derrumbando. En el gobierno de Cristian Copete se hicieron los estudios, pero nadie dice cuándo van a realizar los trabajos o si ya el proyecto está en curso o no. Esperamos que no ocurra ningún accidente”, dice Virgilio Mosquera, habitante de Brubata.
Puente de El Tabor
El puente de El Tabor está ubicado a 28 minutos de la cabecera municipal de Tadó y a 7 minutos de Playa de Oro. Este puente se descolgó, la madera está destruida, tiene cables flojos y sin protección a los lados. Sirve de conexión para las comunidades afro de El Tabor y las comunidades indígenas de Mondo y Mondocito.
“Este puente no es solo de las comunidades afro sino también de los indígenas. Hoy es una trampa mortal porque se descolgó hacia el río San Juan. La madera está mala, no tiene protección, cables destemplados, dios quiera que no ocurra una tragedia o pérdidas humanas”, recalca Robinson Arias, líder comunitario de El Tabor. Según cuenta, durante la administración de Copete (2023) se cambiaron algunos tablones de madera, pero la estructura ya no sirve.
"Hoy es una trampa mortal porque se descolgó hacia el río San Juan. La madera está mala, no tiene protección, cables destemplados, dios quiera que no ocurra una tragedia o pérdidas humanas"
Robinson Arias, líder comunitario de El Tabor
Puente de Mondó
Este puente comunica a las comunidades indígenas de Mondó, Mondocito y Medio Mondó. Está a 30 minutos caminando del puente El Tabor. Hace unos años se informó de la muerte de algunas personas ahogadas en este sector por el mal estado del puente. En el 2023 la Alcaldía hizo algunas reparaciones. *A este puente solo se accede con el permiso de las comunidades indígenas.
Puente de Moindó
Está ubicado a solo 4 minutos de El Tabor y a 34 minutos de la cabecera municipal de Tadó. Los indígenas de Tarena se desplazan por este puente para llegar a la vía principal que conduce a Risaralda. Este puente es metálico y cuenta con pocos años construido, luego de que se registrara el accidente de varios integrantes de la comunidad por tablas sueltas.
Puente de Gingarabá
Está ubicado a solo 40 minutos de la cabecera municipal de Tadó. Su estructura es metálica y tiene algunos segmentos partidos. Este sector es de afluencia permanente porque hay un bañadero turístico.
Evelio Machado, representante legal del Consejo Comunitario local, cuenta que este puente fue construido hace más de 8 años por gestiones de la comunidad y sin apoyo de la Alcaldía. “En estos momentos está en muy mal estado y no hemos tenido apoyo de ninguna entidad. Está sostenido con cabuya y pedimos a la Alcaldía una visita para ver cómo se gestiona su reparación. Las láminas están en buen estado, pero los ángulos que sostienen el peso algunos están partidos”, agrega.
Puente de Mesetas
Está ubicado a 50 minutos de la cabecera municipal. La comunidad indígena de Mesetas, unas 71 familias (198 habitantes), asegura que la Alcaldía solo les entregó 3 millones de pesos para la reparación del puente, pero estos recursos no alcanzaron. La madera está en mal estado, no cuenta con protección a los lados, hay tablas amarradas con alambre, y se mueve bastante cuando uno cruza.
“Le pedimos al alcalde Juan Carlos que nos arregle el puente antes de que ocurra un accidente. Este puente no cuenta con ninguna protección y tenemos miedo de que los niños se caigan al río además en las condiciones que se encuentra el puente en cualquier momento se va al río San Juan”, puntualiza Humberto Estevensis, gobernador de esta comunidad indígena.
"Le pedimos al alcalde Juan Carlos que nos arregle el puente antes de que ocurra un accidente. Este puente no cuenta con ninguna protección y tenemos miedo de que los niños se caigan al río"
Humberto Estevensis, gobernador de la comunidad indígena de Mesetas
Puente de Yoraudó
El puente de Yoraudó está ubicado a 54 minutos del casco urbano de Tadó y permite el paso por la quebrada con ese mismo nombre. Tiene madera en mal estado y sin ninguna protección a los extremos.
“Este puente tiene más de 10 años de construido y la Alcaldía, hasta el momento, no le ha invertido nada, solo llegaron cuando se iba a instalar la torre de Tigo. La empresa hizo unas reparaciones para poder pasar sus materiales, y cambiaron unos tablones de madera, pero este puente sigue con dificultades. El Consejo Comunitario está buscando espacio para hablar con el alcalde pero no ha sido posible”, afirma Jose Mosquera, líder de Yoraudó.
Carlos Jheiler Mosquera, líder del Consejo Mayor de Asocasan, agrega que además de las reuniones con la Alcaldía, se ha buscado a la Unidad de Víctimas. “En nuestro territorio están afectadas las comunidades afro como Bravata y Angostura. Buscamos que la Unidad de Víctimas nos ayude a atender la situación por la figura de reparación colectiva, pero son procesos lentos”.
Puente de Peñas del Olvido
Aunque la Alcaldía informa que invirtió 34 millones el año pasado para el mantenimiento y adecuación de este puente, el estado del mismo no evidencia esa inversión. Tiene madera en mal estado, con mallas plásticas de protección a los lados que están sueltas y rotas, y con el riesgo de que algún niño se deslice al río San Juan. Este puente está ubicado a solo 47 minutos de la cabecera municipal de Tadó.
La Alcaldía no tiene fechas establecidas de reparación ni de inversión
Jixon Perea Collazo, secretario de Planeación municipal de Tadó, estuvo el pasado 12 de enero en Angostura en una reunión con la comunidad. Aunque no dio fechas, indicó que desde la Alcaldía se están definiendo las intervenciones a realizar. “El estado del puente de la vereda de Angostura es precaria y requiere una intervención prioritaria el cual ya está en proceso de contratación”, dijo a Consonante durante la reunión con la comunidad.
Sobre la petición que hace la comunidad de cambiar el puente de madera por uno metálico, Perea afirmó que esto no es posible: “Frente a la situación económica del municipio no es viable el puente metálico para Angostura porque tocaría realizar unos estudios nuevos y presentar un proyecto a ver por donde se puede buscar el financiamiento y sería irresponsable ilusionarlos con algo que no se haría en estos tres años”, recalcó.
"Frente a la situación económica del municipio no es viable el puente metálico para Angostura porque tocaría realizar unos estudios nuevos y presentar un proyecto a ver por donde se puede buscar el financiamiento y sería irresponsable ilusionarlos con algo que no se haría en estos tres años"
Jixon Perea Collazo, secretario de Planeación municipal de Tadó
Sin embargo, Perea agregó que se han realizado mejoras en los puentes de Peñas del Olvido, Mondó y Bochoroma y que periódicamente se está evaluando la vida útil de los materiales y las condiciones estructurales.
Además, en respuesta al derecho de petición enviado por Consonante, la Alcaldía informa que “el puente de la vereda Angostura se encuentra en pésimo estado y requiere una atención prioritaria”. También, reconoce que pese a su pésimo estado no se ha realizado inversión.
“El mantenimiento de los puentes peatonales se realiza periódicamente, evaluando la vida útil de los materiales y las condiciones estructurales. Las actividades incluyen: inspecciones para identificar signos de desgaste, corrosión o daños estructurales, remoción de residuos y vegetación que pueda afectar la estructura, reparaciones menores y aplicación de recubrimientos para prevenir la corrosión, especialmente en puentes de acero”, dice la Alcaldía en el documento.
En el derecho de petición, la Alcaldía sostiene que para 2024 se invirtieron 69 millones de pesos en el mantenimiento de los puentes Peñas del Olvido y Mondo- Monocito. En el 2023 se realizó la construcción del puente de Bochoromá por un valor de 539 millones y el mantenimiento y reparación de los puentes de Mesetas, Farallones y El Tabor con una inversión de 84 millones de pesos. Y en 2021 se asignaron 40 millones de pesos para adecuar el puente de Medio Mondo y Mondo- Monocito.
Por su parte Leison Agualimpia, coordinador de Gestión de Riesgo, indica que se evaluará con la Secretaria de Planeación la situación de cada puente y se buscarán fuentes de financiación para dar una respuesta a las comunidades antes de que ocurra algún accidente.
Aunque los habitantes de Angostura son los más perjudicados, en todas las demás veredas esperan una pronta acción de la Alcaldía y las autoridades para el mejoramiento y rediseño de los puentes.