Ramon Ángel Tobón, agricultor del sector el Tonusco, trabaja en el campo desde hace 55 años. Le gusta cultivar desde hortalizas hasta aromáticas. / Foto: Adrián Foronda.
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FOTOREPORTAJE | “Necesitamos tierrita”: las reflexiones de los campesinos de El Carmen de Atrato

El acceso a la tierra, el estado de las vías y la falta de apoyo para comercializar sus productos son algunas de las preocupaciones de los campesinos carmeleños. Aún así, siguen cultivando y muchos se sienten “en el paraíso”, aunque a veces no tengan plata.

Las calles de El Carmen de Atrato siempre están llenas de trabajadores mineros y de comercio, pero en las montañas de las veredas lo que se ven son cultivos: café, fríjol, plátano, maíz, papa, aguacates, cebolla y hasta caña de azúcar. Eso sí, para los campesinos carmeleños el campo actual poco se parece al campo de hace treinta años. “Antes de aquí salía una escalera (chiva o jeep) llena de productos para Quibdó. Aquí hay productos buenos pero la gente prefiere traer de afuera por los precios más bajos”, dice Darío Henao, campesino de la vereda Habita.

Por ejemplo, un productor de papa criolla del municipio, por estos días, debe vender el kilo del producto a 3.000 pesos para poder recuperar parte de su inversión. Sin embargo, los tenderos casi siempre prefieren comprar la papa en Medellín, donde, según los precios de la Central Mayorista, el kilo cuesta 2.000 pesos. Al por mayor, y aún con el costo del transporte, para los tenderos muchas veces resulta mejor negocio vender la papa que viene de Medellín. La ofrecen al público a un costo por kilo de 4.500 pesos y le ganan un poco más. Lo mismo pasa con productos como la cebolla, el plátano y algunas frutas.

Para Darío Henao son varias las explicaciones detrás de ese cambio. “El campesino no tiene apoyo de nada. Mire pues los insumos como están de caros y vaya usted venda lo que quiere y verá… Mi papá a veces cogía esos racimos de banano y los vendía y le daban muy poco. Por eso a veces es preferible comer, regalar y darle a los pájaros”. Eso sí, para él la riqueza está en el campo. “La realidad es que el despertarse con los pájaros es espectacular, yo aquí me siento rico, así sea pobre, yo en este lugar soy rico, así no tenga plata pa comer, así me toque comerme un plátano machacao, yo prefiero eso”.

Darío Henao, campesino de la vereda Habita. /Foto: Adrián Foronda.

Consonante habló con diez campesinos de El Carmen de Atrato para conocer sus reflexiones sobre su oficio, las dificultades que enfrentan y qué necesitan para continuar produciendo alimentos.

Acceso a la tierra

“Nunca recibo ayudas porque soy un campesino sin tierra y todo lo que yo me he ganado ha sido con el sudor de mi frente, requerimos de un programa o un fondo de ayudas para las personas sin tierras y que además somos independientes, para poder sostenernos y estabilizarnos”

Fabián Galeano, cosechero y agricultor de la vereda Habita

Este es uno de los mayores problemas de los campesinos colombianos. Así lo constató la Corte Constitucional mediante la sentencia SU-288-22 de este mes. La Corte señala que hay un grave incumplimiento del régimen especial de baldíos y del deber del Estado de promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los campesinos”. Para el Tribunal, la Agencia Nacional de Tierras ha tratado de forma desigual las solicitudes para adjudicar baldíos y esto ha hecho más profunda la desigualdad en la tenencia de la tierra. 

Casas campesinas en el sector conocido como "Los Henao" en la vereda Habita. /Foto: Adrián Foronda

De hecho, la sentencia cita una cifra de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria que explica que, aunque los pequeños y medianos campesinos son mayoría en el sector rural, tienen en su poder la menor cantidad de tierra. “El 18% de la tierra de propiedad privada inscrita en el catastro es del 75% de propietarios que tienen en su poder microfundios, minifundios y pequeña propiedad”.

Cultivos de granadilla en la casa de Ángela María Galeano. / Foto: Adrián Foronda
Carlos Galeano es campesino jornalero de la vereda Habita. Lleva 69 años trabajando el campo y considera que lo que mas les falta a los campesinos es la tierra. / Foto: Adrián Foronda.

Vías para sacar los productos y apoyo para comercializar

Ramon Ángel Tobón, agricultor del sector El Tonusco, trabaja en el campo desde que tenía 8 años. Aprendió con su padre, y de eso han pasado ya 55 años. Para el trabajar la tierra es su vida, pero explica que nunca ha tenido con qué trabajar, nada más con su impulso. Por eso es claro en decir qué necesitan los campesinos carmeleños.

Ramón Ángel Tobon dice que en ocasiones ha tenido que regalar o vender sus productos a menor precio. / Foto: Adrián Foronda.
Pedro Alejandro Gómez y Martha Lucía Agudelo son esposos y viven en La Padera. Gracias al trabajo campesino lograron sustentar a sus siete hijos. / Foto: Vivianey Balvin.

“Necesitamos ayudas del Gobierno, que tenga uno subsidios pa trabajar, abonos, herramientas y otros insumos. Además de apoyo para mejorar la comercialización de los productos, pues ahora es muy mala, muy maluca. Lo que uno cultiva el mismo pueblo no se lo compra, le compran más fácil a otros municipios que a los productores del mismo pueblo”, dice. Él cultiva legumbres, cebolla y otros productos de pancoger.  

Esas ayudas, para Ángela María Galeano, podrían venir en varias formas: “la Umata siempre ha dado un apoyo para los campesinos, pero esto no se ha vuelto a ver. A nosotros nos gustaría mejorar el café y contar con semillas para la siembra de plátanos y otros productos, además de materiales e insumos para mejorar los corrales de las gallinas y los cultivos”.

Ángela María Galeano se dedica a las labores de cuidado de su casa y su familia y a cultivar "frutales, café, cebolla, legumbres y otras cosas para el beneficio de mi familia”, dice. / Foto: Adrián Foronda.

A eso se suma el estado de las vías. En El Carmen los derrumbes son el pan de cada día y afectan las labores de los agricultores. Por ejemplo, en la vereda Guaduas, una de las que tiene peor acceso, un derrumbe tuvo confinada a la comunidad durante una semana completa, como lo contó Consonante. Los campesinos dejaron de sacar leche, queso y otros cultivos, o se les hizo mucho más complicado, lo que aumenta los costos de la producción. En Colombia el panorama no es distinto. Según dijo Juan Estaban Gil, director de Invías, en 2019, solo el 6% de las vías terciarias estaban en buen estado. 

Maíz del cultivo de Ramón Ángel Tobón. /Foto: Adrián Foronda.

Los campesinos esperan que con el nuevo gobierno haya cambios. Además, la Corte Constitucional en su fallo exhorta al Congreso para que “fortalezca la Agencia Nacional de Tierras, cree la jurisdicción agraria y adecúe la legislación agraria con la finalidad de superar la inseguridad jurídica, la informalidad en el campo y la excesiva concentración de la propiedad rural”. La ministra de Agricultura, Cecilia López, dijo que acatará la orden.

Policarpo Vargas, conocido como Polo, piensa que solo así puede avanzar el país.

“Pienso que si yo fuera un presidente, lo primero a lo que yo le metía la mano es a los campesinos. La comida que cae a los pueblos, a todas las capitales… ¿de donde viene? De estas cañadas que trabajamos los campesinos y somos los que menos ayudas tenemos. No le ayudan al que más necesita del país, que es el campesino”. 

Policarpo de Jesús Vargas es agricultor de la vereda La Argelia. Trabaja en el campo desde los 15 años de edad, hace 57 años. Le gusta cultivar la tierra porque a través de esta actividad ha logrado conseguir su sustento. /Foto: Adrián Foronda.

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  • Carlos Mario Avilés Agudelo
    Sep 9, 2022
    Buenos días, como siempre consonante con sus reportajes muy acertados y haciendo visible el trabajo de los campesinos a quienes les ha tocado muy duro para cultivar sus productos, una falencia es el poco o nulo acompañamiento técnico, solo se ve este acompañamiento tecnico mientras dura un proyecto, de lo contrario al campesino le toca seguir caminando solo y no hay una ruta adecuada a seguir, tenemos producciones muy bajas y no se mantiene un negocio de abastecimiento, las vías terciarias no son las más óptimas para ingresar los insumos y sacar los productos, el campesino hoy prefiere emplearse en otras actividades diferentes al campo, el campesino y productor Carmelo, necesita capacitarse en producciones agropecuarias.
  • Leidy Patricia Zapata
    Ago 24, 2022
    Grácias a Consonante por este reportaje tan necesario y maravilloso. Felicito a los reporteros. Me encanto.. Orgullosamente campesina. De la caña y la panela hemos vivido hasta ahora. Mi papá Esteban Zapata nos sostuvo gracias al campo y fuimos 10 hijos.

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