Por qué es importante
Las 200 familias que fueron beneficiarias de los 200 apartamentos de esta urbanización son víctimas de conflicto o personas de bajos recursos incluidas en los programas sociales del Estado que aspiran a tener mejores condiciones de vida. Esto significa, también, tener agua. Los problemas con este servicio ponen a los habitantes de Villas de Remolino II, de nuevo, en una condición de vulnerabilidad.
¿Qué está pasando?
Desde que los nuevos habitantes de las viviendas de Villas de Remolino II llegaron a sus casas a comienzos de 2022, el servicio de acueducto ha sido intermitente. A pesar de que la Alcaldía municipal entregó el proyecto el 30 de diciembre, los nuevos inquilinos se sorprendieron al descubrir que no tenían agua de forma permanente. No sabían en qué fecha el líquido saldría de las tuberías y solo veían sus esperanzas renacer cuando, de repente, el agua salía durante 15 o 30 minutos cada día de por medio .
Desde entonces, los habitantes de este sector, se han visto obligados a ir hasta el río San Juan, a unos 350 metros, para bañarse y realizar sus quehaceres del hogar, como lavar platos y ropa. Las mujeres son quienes suelen encargarse de estas últimas tareas.
Después de una reunión con el acueducto y la administración municipal el 31 de enero, las autoridades identificaron las fallas y, aunque el servicio mejoró, seguía siendo inestable. Apenas dos días después, el 2 de febrero, un cortocircuito en la estación de bombeo del acueducto obligó a la empresa a suspender el servicio de agua. Ese día, se quemaron aproximadamente 20 metros de cable y la empresa decidió quitar la energía para evitar daños mayores. Desde entonces, todo el pueblo está sin agua, pero en Villas de Remolino la situación es preocupante: en los apartamentos no hay manera de ubicar una tina para recoger el agua lluvia y casi nadie tiene un tanque grande para almacenar agua, por lo que tienen que ir al río casi todos los días para abastecerse.
Los detalles del proyecto
- A pesar de que el convenio de cooperación entre Fondo Nacional de Vivienda y la Alcaldía de Tadó, en cabeza de Arismendy García, para la construcción de la urbanización Villas de Remolino II se firmó el 24 de junio de 2016, la construcción de la obra comenzó apenas en 2020, cuatro años después. En este documento, el municipio propuso 50 lotes para el proyecto, mientras que el Fondo de Viviendas se comprometió a destinar los subsidios de vivienda para la construcción de las casas.
- En marzo de 2021 el proyecto de vivienda de interés prioritario Villas de Remolino II estaba casi listo para entregar a sus dueños. Faltaba hacer la conexión domiciliaria de acueducto y alcantarillado. Sin embargo, ese mes el alcalde Cristian Copete fue destituido y el proceso quedó interrumpido. En los próximos meses, luego de que Yocira Lozano resultara electa en unas elecciones atípicas realizadas en mayo, comenzó la conexión de los servicios pendientes, que estuvo lista en septiembre. Pero en octubre un fallo del Consejo de Estado que ordenó el reintegro de Cristian Copete Mosquera como alcalde del municipio y la entrega de las viviendas se postergó.
- El 30 de diciembre, en un acto público, el alcalde Copete entregó las viviendas de Villas del Remolino Etapa II, y desde ese mismo día algunos de los propietarios de dichas viviendas se mudaron. En los días siguientes otras familias se trasladaron a sus nuevas casas, completando alrededor de 110 viviendas ocupadas hasta hoy.
Qué dice la gente
Desde que se mudaron a los apartamentos, los nuevos propietarios se empezaron a quejar de que el agua no llegaba.
- “Tenemos problemas con el agua, y prácticamente para hacer lo que es lavar platos, lavar ropa, nos toca estar bajando para la orilla del río San Juan, porque el agua no la ponen todos los días, entonces nos toca caminar una trayectoria de unos 15 minutos, algunas nos echamos 10 minutos, otros 5 minutos para llegar a la orilla del San Juan”, manifestó a Consonante una de las jefas de hogar de la urbanización a finales de enero.
- Otra habitante de la urbanización dijo que, cuando llegaba el líquido, era muy poco y solo salía por algunos minutos. “No alcanzamos a recoger agua muchas personas. Algunas no tienen recipientes, porque estos son unos edificios y no hay forma que la gente pueda tener tinas”.
- “El agua la han mejorado, hoy miércoles no la habían echado, pero la echaron ahorita (5 p.m) y ayer la echaron como tres veces, han mejorado el servicio”, explicó una residente el 2 de febrero, antes de que ocurriera el cortocircuito.
La explicación de las autoridades
El agua del acueducto llega a un tanque de almacenamiento ubicado en un cuarto específico de la urbanización donde están unas motobombas. Casi un mes después de que los pobladores se mudaran a sus viviendas, algunas personas elevaron sus reclamos por los problemas con el servicio de agua a la Empresa de Servicios Públicos Aguas de Tadó y el 31 de enero esta entidad citó a una reunión en el salón social de la urbanización. Además de los propietarios, asistió el secretario de Planeación, Deyner Mosquera, y la gerente de la empresa de acueducto, Brenda Yulieth Mosquera. Después de esta reunión, la Alcaldía mandó a revisar el cuarto de las motobombas y encontraron que “las motobombas dejaron de usarse por un buen tiempo y cuando fueron a utilizarse fueron mal manipuladas”, explica Deyner Mosquera. Un técnico las arregló y desde entonces la llegada del agua empezó a mejorar. Hasta que ocurrió el cortocircuito en la estación de bombeo.
Pero más allá de este arreglo, es poco probable que los habitantes de la urbanización puedan tener agua las 24 horas del día. La gerente de Aguas de Tadó explica que en el municipio el acueducto funciona por bombeo, no por gravedad, lo que hace que la operación sea muy costosa. “Con los recursos que tenemos a veces pasamos trabajo para pagar la factura de la energía, que mensualmente son más o menos ocho millones de pesos. Y para poder garantizar el servicio 24 horas debemos contar con los recursos para prestarlo, porque nos requiere, además, contratar otro funcionario para el turno de tres de la tarde”.
Sin embargo, insiste en que han hecho todo lo posible por mejorar el servicio. “Desde el día cero que se entregaron las viviendas nos comprometimos en ayudar a la administración y prestar estos servicios como un apoyo para que las personas lo tuvieran”, explicó Brenda Mosquera a Consonante. La gerente, además, explicó que, desde que se entregó la obra, “diariamente mandamos el agua de seis de la mañana a tres de la tarde”. Pero los residentes le dijeron a Consonante que no hay un horario para bombear agua, por lo que quienes trabajan todo el día por fuera no alcanzan a almacenarla.
A este problema se suma el hecho de que los apartamentos de Villas de Remolino II todavía no están inscritos al acueducto, es decir, sus habitantes no reciben recibos de agua. “La educación en cuanto al pago de facturas en el municipio es muy baja”, dice Brenda Yulieth Mosquera. Además, sostiene que hay malas prácticas en cuanto a manipulación de medidores y llaves abiertas, lo que complica la gestión de conseguir recursos necesarios para mantener el bombeo durante todo el día.
Lo que sigue
- La gente de Villas de Remolino está en proceso de conformar una Junta de Acción Comunal que les permita, por un lado, tramitar sus inconformidades ante las autoridades y, por el otro, organizar las labores que demanda la urbanización, como el bombeo de agua y la disposición de las basuras.
- La administración municipal se comprometió a capacitar a los nuevos propietarios en la utilización de las zonas comunes y demás necesidades de la urbanización, de acuerdo con el convenio para la construcción de la obra. El secretario de Planeación afirma que hay una persona capacitada para manejar el bombeo del agua, y es quien “se va a encargar de capacitar a los propietarios de los apartamentos para que sean los encargados de operar el servicio”. Además, se comprometió a inscribir a cada una de las viviendas en la empresa Aguas de Tadó para que la empresa haga un diagnóstico de la red de la urbanización y la gente empiece a pagar por el servicio.
- El servicio de agua continúa suspendido indefinidamente en todo el municipio. La gerente del acueducto le dijo a Consonante que están “haciendo lo necesario para restablecer el servicio lo más pronto posible”. La gente continúa a la espera que el problema se solucione.
* Todas las habitantes de Villas de Remolino citadas en este artículo pidieron que no se mencionara su nombre.