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Una década después, las familias del Cristo Rey siguen esperando sus casas

Hace diez años, más de 250 víctimas del conflicto armado están a la espera de la construcción y entrega de las viviendas de interés social que les prometió la Alcaldía de Fonseca. Hasta hoy, han sido entregadas 72 casas, menos de la tercera parte. Mientras esperan su casa propia, muchos han tenido que pagar costosos arriendos, algunos han recibido amenazas, otros han fallecido con la promesa incumplida y unos más han abandonado el municipio en busca de oportunidades.

¿Por qué es importante?

Ninguna de las últimas administraciones locales ha cumplido con el proyecto y por el contrario el municipio se ha seguido endeudando hasta el punto en que existe una amenaza de embargo. Cuatro alcaldes han tenido la ejecución en sus manos desde que se aprobó la construcción de las viviendas de la Urbanización Cristo Rey: Pedro Manjarrez, quien diseñó el proyecto y estuvo en el cargo hasta 2011; José Manuel Moscote que estuvo hasta el año 2015; Misael Velásquez Granadillo, alcalde hasta 2019; y Hamilton García, actual mandatario. Hasta la fecha ninguno ha logrado terminar el proyecto, que fue declarado en incumplimiento por el Ministerio de Vivienda y tiene endeudado al municipio por 699.106.625 millones de pesos. 

Qué está pasando

La mayoría de las víctimas ―que llegaron desplazadas de los departamentos de Santander, Bolívar y La Guajira― viven situaciones precarias por no tener un techo donde vivir. Nadie les da una solución de fondo. Deimer Torres, actual secretario de Planeación, asegura que la administración ha volcado sus esfuerzos para sacar adelante el proyecto pero los beneficiarios y las beneficiarias denuncian que no ha habido movimiento de maquinaria en los lotes de la construcción.

Aunque cada una de las historias de las víctimas que debían ser beneficiadas por este proyecto son distintas, todas coinciden en que salieron huyendo de municipios como Altos del Rosario, Bolívar; Ayacucho, Santander; Villanueva y Fonseca, en La Guajira. En el marco de la reparación individual que les otorgó la Unidad para las Víctimas, se postularon en la Caja de Compensación de La Guajira (Comfaguajira) para acceder a una vivienda. Según cuentan algunos líderes, una funcionaria de esta entidad los convenció de invertir sus subsidios en el proyecto de urbanización Cristo Rey.

  • Berna Jaraba, una de las lideresas de las 252 víctimas y presidenta de la JAC del barrio Cristo Rey, narra que ha recibido amenazas por su liderazgo. “Una vez recibí una llamada de un número raro. Me daban 24 horas para que me fuera. Fui al día siguiente y dije por la emisora que no me iba a ir, que si me tocaba morir pues moría aquí, porque yo no estaba peleando algo que no fuera mío. Yo estaba hablando por una comunidad que reclamaba sus derechos”.
  • “Desde que comenzó el proyecto dijeron que lo iban hacer y eso a la hora de la verdad nada, no se ha cumplido nada. Uno está pidiendo su casita porque no tiene para donde más coger, el arriendo me viene por 200.000 pesos. Yo estoy viviendo en una casita que no tiene ni techo, nada más lo que tiene techito son los dos cuarticos donde vivo”, dice Dineris Cañezares Mora, una de las beneficiarias que no ha recibido la casa.
Estas son algunas de las casas que ya recibieron 69 familias de las 252 con las que inició el proyecto de interés social. Foto: cortesía de la comunidad.
  • “Son 10 años de vivir en casa ajena, pagando arriendo y seguir esperando, porque no se sabe todavía cuándo lo van a terminar o no. Uno se siente como arrimado. Aunque vivo en la casa de un hijo, no es mía. Eso es muy incómodo”, narra Silvana Rodríguez, otra de las 176 personas que no han recibido vivienda. Lamenta además que, “se han pasado los años en espera y de una excusa sacan otra. Hay personas que ya hasta se han muerto y no han podido recibir nada”.
  • Para Jessica Martínez Viana, “lo más duro es pagar alquiler, porque cuando sabes que pagas un mes ahí está enseguida el otro. A veces uno no tiene trabajo ni nada. Hace 10 años que estoy esperando una casa y todavía nada. Nunca le dicen a uno una respuesta clara. Dicen que están en proceso, que van a empezar, que no van a empezar, que esto y lo otro”.
  • “Imagínese tantos años y estamos en ese proceso para que uno diga, me desplazaron pero tengo a donde vivir”, manifiesta Glenis García Díaz. “He tenido cambios al no tener casa, porque todos los días uno no tiene para pagar arriendo, ni para la alimentación. A veces hasta nos humillan, nos dicen salgase porque usted no va a pagar el mes. Eso lo sufrimos”, detalla.

Invasiones en los predios le complican la situación a la Alcaldía

Desde 2018, aproximadamente 40 familias de migrantes y colombianos construyeron cambuches en uno de los predios del proyecto Cristo Rey que, según los planos de la obra, será utilizado para construir una zona verde de recreación. Cerca del predio donde construyeron sus cambuches, llegan las aguas negras del municipio. Aunque los han intentado desalojar, ningún alcalde les ha dado alternativa de reubicación y siempre regresan. 

Los migrantes niegan haber robado los predios a las víctimas o retrasado la construcción, como creen algunas personas en el municipio. 

  • “Yo salí porque la situación en la que estamos en Venezuela es muy crítica, pasando muchas necesidades con mis hijos. Por eso me tocó migrar hasta Colombia y aquí estamos guerreando por el bienestar de nuestros hijos en esta invasión. Nosotros sabemos que no podemos estar aquí porque esto es ajeno y estamos esperando que nos reubiquen en el terreno que nos van ceder para hacer nuestras viviendas dignas, porque en verdad esto es muy fuerte”, dice María Quintero, migrante residente en la invasión de uno de los terrenos de la Urbanización Cristo Rey.
  • Una situación similar vive Ayarit Aragón, una fonsequera que ocupa uno de los cambuches. “Yo estoy viviendo aquí hace tres años porque en realidad no tengo para pagar un servicio de arriendo, ni de luz ni de gas. He inventado con saco, con plástico y vinieron unas ayudas, por eso ya tengo un techo. Supuestamente el alcalde Hamilton de la mano de Pedro Manjarrez (el exalcalde que acompaña al actual mandatario) nos iban a dar la reubicación, que no nos desesperáramos”. 
  • “Bueno yo tengo aproximadamente 7 años que salí por circunstancias que están pasando en Venezuela. Llegamos a Fonseca porque no había de otra. Siempre nos corrían y nos movían. Aquí se nos presentó esta oportunidad. El alcalde nos ha dicho que estuviéramos atentos, que él nos tenía en cuenta e incluso tenemos mesa de negociación. Nosotros hemos conformado un comité, hemos hablado con él y nos dice que, mientras él no tome la última decisión, nadie nos va a poder sacar”, asegura Jorge Monterrosa Cortes. 
Adentro de los cambuches, las familias venezolanas y colombianas han logrado dotarse de implementos básicos para dormir y cocinar. En su mayoría no tienen baños y han improvisado letrinas. Foto: Aileen Díaz

¿Qué ha pasado con el proyecto?

El proyecto de la urbanización Cristo Rey se ha convertido en una “papa caliente” para los alcaldes de Fonseca. Hasta la fecha no hay un documento público que dé cuenta de cuánto dinero se giró a la Unión Temporal Urbanización Cristo Rey, cuántos recursos se han invertido y en qué. Tampoco es claro si Asoagua continúa en el convenio. Algunos funcionarios de la Unión Temporal aseguran que la Fundación Juventud Sol Naciente de La Guajira (Jusonagua), que desarrolla programas, obras y actividades para el mejoramiento de la calidad de vida de la población, asumió el contrato con la administración municipal.

Inicialmente, el proyecto contemplaba construir una urbanización completa. En 2011, el Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda) destinó 1.006.713.540 pesos para la ejecución de obras de urbanismo y 252 subsidios familiares de vivienda por 3.813 millones de pesos, en la Urbanización Cristo Rey. Cada beneficiario debía recibir 16.068.000 pesos como parte del Subsidio Familiar de Vivienda (SFV) y 3.994.895 pesos de un subsidio perteneciente a una bolsa de recaudo de Fonvivienda para adquirir una casa. La Alcaldía de Fonseca debía aportar 1.772.616 pesos faltantes para completar 21.835.511, el valor total de cada vivienda.

Las viviendas debían tener 72 metros cuadrados, con un área de construcción de 42 metros cuadrados dividida en: una sala-comedor, una cocina, dos habitaciones y un baño. Según el proyecto original, la urbanización debía contar con servicio de alcantarillado, acueducto, luz y gas. Estos servicios fueron requisitos establecidos por el Ministerio de Vivienda para la aprobación del proyecto. 

De las 252 viviendas que comprende el proyecto, solamente se construyeron 74 de las cuales 69 tienen legalizada la documentación, está pendiente el proceso de otras tres y dos personas desistieron de recibir las casas. La administración debe adjudicarlas. La entrega de estas viviendas se dio en dos etapas. En 2013 se entregó la manzana nueve compuesta por 17 viviendas y la manzana diez con 16 casas. En 2014, se entregó la manzana once con 18 casas y en 2018, la seis con 21 viviendas. 

En cuentas de Fonvivienda, aún falta la construcción de 170 y la legalización de 175. De las 252 iniciales, cinco Subsidios Familiares de Vivienda fueron revocados y tres personas renunciaron al beneficio. Los beneficiarios totales que debe cubrir hoy la urbanización Cristo Rey son 244.

Actualmente, el proyecto está paralizado. El 29 de diciembre de 2020, Fonvivienda declaró la medida administrativa de incumplimiento sobre el proyecto. Según la resolución 1843 del 19 de julio de 2021 de la entidad, que ratifica la sanción contra el municipio, el proyecto “presenta parálisis total en la ejecución de las viviendas, lo cual hace inviable la aplicación del subsidio otorgado a los beneficiarios para ser aplicado en dicho proyecto, por cuanto se evidencia, que a la fecha, no se ha iniciado construcción de ninguna vivienda”.

Qué dice la Alcaldía

En 2020, el equipo de Hamilton García Peñaranda retomó el proceso de la obra, actualizó la documentación y logró que el Concejo Municipal aprobara 500 millones de pesos de un préstamo bancario para reanudar las obras. Sin embargo, García ha afirmado que este dinero no alcanza para completar las viviendas pendientes, y el Ministerio de Vivienda debe aportar más. En la rendición de cuentas de 2020, Peñaranda no relacionó ninguna casa en proceso de construcción, pero el 11 de octubre de 2021 publicó en redes sociales que retomaría la construcción de 175 casas.

El principal problema para el actual alcalde es que el municipio deberá devolver los recursos que se entregaron para finalizar el proyecto. Además de los recursos de la construcción, Fonvivienda desembolsó 252 Subsidios Familiares de Vivienda (SFV) a la Alcaldía de Fonseca en 2011. De estos 252, la entidad solo se encontró la legalización de 69 subsidios. En total, la administración municipal debe devolver 699.106.625 millones de pesos a Fonvivienda. De no reembolsar los recursos públicos, se podría enfrentar a un proceso de cobro judicial que llegaría a desencadenar en un embargo.

Ante esta deuda el Alcalde ha asegurado que el municipio no está en capacidad financiera para devolver los recursos para las obras de urbanismo, que, según él, fueron ejecutadas al 100 por ciento. Para terminar la urbanización Cristo Rey, el mandatario debe gestionar recursos de otros entes o acudir al proyecto con Mi Casa Ya del Ministerio de Vivienda, que le otorga los recursos directamente a las familias. 

Lo que sigue

  • Ante la declaratoria de incumplimiento, Fonvivienda envió la documentación a la Procuraduría, la Fiscalía, la Contraloría, las Procuradurías Provinciales, a la Secretaría Anticorrupción de la Presidencia, al Consejo Profesional de Ingeniería, al Consejo Nacional de Arquitectos y profesionales auxiliares para que cada entidad lleve a cabo las investigaciones pertinentes sobre la urbanización Cristo Rey.
  • Mientras tanto, las víctimas esperan ver avances antes del próximo año en la construcción de las viviendas, como lo prometió el alcalde Hamilton García Peñaranda. Berna Jaraba asegura que hasta la fecha no tienen certeza del inicio de las obras y que, según rumores en la Alcaldía, el 15 de noviembre es el día máximo para ver movimiento de maquinaria en los predios de la urbanización. Además, la administración municipal tiene advertidas a las personas que viven en los cambuches para que estén pendientes de la reubicación, que se daría próximamente. 

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  • Mayerlin Rivero
    Jun 2, 2022
    Abría la posibilidad que le dieran el dinero del subsidio a los beneficiarios para así comprar la casa en el lugar que ellos quieran ?

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