Foto: Isabela Porras Alzate
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Pocos recursos, una pandemia y pacientes inconformes: radiografía de un hospital en crisis

Antes de que una nueva ola por la pandemia aparezca en el país, el hospital de primer nivel Eduardo Santos, en Istmina (Chocó), requiere con urgencia mejorar su infraestructura física e invertir en equipos biomédicos. Los reclamos de pacientes y del equipo médico se agudizan.

Por qué es importante: El Hospital Eduardo Santos está colapsado. No tiene la capacidad física ni económica para atender la alta demanda de pacientes que vienen de diferentes partes de la subregión del San Juan, en donde no cuentan con servicios de salud de calidad. La crisis se hizo más profunda con el paso de la pandemia, lo que hace aún más evidente la necesidad de implementar las mejoras en este centro y de convertirlo en un hospital regional de segundo nivel que permita atender a la población de los 11 municipios de la región.

Las claves de la crisis

Una situación económica crítica. Hoy el hospital se encuentra a la espera de inyección de recursos del Ministerio de Hacienda para poder sanear un pasivo prestacional de más de 6.800 millones de pesos. De acuerdo con la gerente del Hospital Eduardo Santos, Carmen Irina Ballesteros, “la entidad pasó a ser categorizada en riesgo alto”.

La pandemia no dio tregua. Según Ballesteros, “el hospital no cuenta con los medios físicos y económicos para atender la pandemia. Tal es el caso de la falta de unidades de cuidado intensivo, falta de una planta de oxígeno y de infraestructura adecuada para el aislamiento de las personas contagiadas”. El hospital llegó a tener un gasto promedio de 2 millones de pesos diarios en compra de balas de oxígeno. 

Además, las mejoras en infraestructura son necesarias. “También la renovación de equipos biomédicos como rayos x”, concluye Ballesteros.

Muchos pacientes y pocas camas. En promedio, el hospital atiende 80 personas al día. Presta servicio 24/7. Cuenta con cuatro médicos de planta, dos médicos temporales, 35 enfermeras y una ambulancia. En su mayoría, los pacientes son del casco urbano de Istmina, pero también llegan desde la zona rural y de municipios cercanos como el Cantón de San Pablo, Andagoya, Condoto, Sipí, entre otros. 

“Siempre se atiende a los pacientes que llegan, solo que colapsamos; se agotan las camas y la infraestructura física del área de urgencias no es muy grande”.

Yarisa Romaña, jefe de enfermería de urgencias del Hospital Eduardo Santos.
Foto: Isabela Porras Alzate

¿Y los pacientes? Hay un descontento generalizado. “De un 100 por ciento, sin mentirle, que un 80 por ciento dice que la atención es pésima”, asegura Yolimar Mosquera, una habitante de Istmina. 

¿Las razones? Largos tiempos de espera para ser atendidos en urgencias; demoras en la asignación de citas con especialistas; filas desde la madrugada para poder agendar citas médicas; falta de equipos y personal médico; y negación en la prestación del servicio, entre otros. 

"Le toca a uno madrugar desde las 3 o 4 de la mañana y hacer una fila muy larga para que le den una ficha para poder tener una cita médica”, cuenta Dadwin Hiller, un ciudadano que asegura que los cupos suelen ser limitados. “Fui con mi hija hace 15 días, amaneció con vomitadera y diarrea. Me dijeron que no había servicios, que no me podían atender ahora”, asegura Paola Alexandra, una mujer que tuvo que pagar 30.000 mil pesos en un centro médico particular para que atendieran a su hija.

Además, cuando un paciente requiere atención de mayor complejidad tiene que ir hasta la ciudad de Quibdó, que queda a 2 horas en carro. “La precariedad en la atención y la demora en la aceptación de la referencia y contrarreferencia de las EPS hacen que se ponga en riesgo la salud de los habitantes de la región del San Juan”, asegura Ballesteros, gerente del hospital.  

El contexto: La problemática no es nueva. Los chocoanos han denunciado en repetidas ocasiones las carencias en educación, sanidad, empleo e infraestructura que tiene el departamento. Los paros cívicos han sido varios: 1987, 1994, 2000,  2009,  2016 y 2017.

¿Qué se ha hecho desde entonces?

  • Como resultado del paro de 2016, el Gobierno Nacional y el Comité Cívico por la Dignidad y Salvación del Chocó firmaron un acta con acuerdos en temas de infraestructura y salud. Aquí se incluyó “la construcción de los hospitales de mediana complejidad en los municipios de Riosucio e Istmina y la adecuación del hospital de Bahía Solano”. Para el caso de Istmina se estimó una financiación de 10.000 millones de pesos.
  • Un año después el paro volvió a convocarse para reclamar respeto y cumplimiento a los acuerdos. Dilon Martínez, presidente del Comité, aseguró en ese entonces que solo se había cumplido con el 5 por ciento de lo pactado.  
  • En julio de 2018, en el marco de los proyectos PDET, se firmó en Istmina el "Pacto Municipal para la Transformación Regional”, como resultado del consenso entre 109 actores. En este documento, también quedó acordada la “construcción de un hospital de segundo nivel en la zona urbana del municipio, y de puestos y centros de salud en las zonas rurales”.
  • A mediados de julio de 2021 la Cruz Roja Colombiana donó 20 camas y 10 camillas. Y en respuesta a las necesidades de la pandemia, la Alcaldía compró una ambulancia medicalizada para trasladar a los pacientes a las UCI de Quibdó.
Foto: Isabela Porras Alzate

Lo que sigue: Los planes para el hospital regional de segundo nivel ya están en marcha aunque aún falta conseguir los recursos para su construcción. De acuerdo con el alcalde Hever Córcoba ya se entregaron los predios y la escritura para esta obra. “Hoy ya se tiene concertado con el Ministerio y la Secretaría de Salud departamental cuáles son los servicios de especialidad que va a tener este hospital y ya se va a comenzar la fase del diseño arquitectónico”, asegura. 

La Alcaldía también radicó ante el Ministerio de Salud dos proyectos; uno que pretende llevar servicios de salud a través de promotoras a todos los corregimientos del municipio y el otro que tiene como objetivo mejorar las instalaciones del Hospital Eduardo Santos y recuperar la sala de maternidad.

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  • María del mar Alzate
    Ago 17, 2021
    Este abandono del estado qué sufre una inmensa parte del País, no es nuevo ni por causa de la Pandemia, es la Pandemia la que lo puso en evidencia. Felicitaciones por difundir nuestra realidad.
  • Hamilton Davila
    Ago 12, 2021
    Muy lamentable situación. La salud siempre ha sido un problema, así como la educación y la alimentación, para el departamento del Chocó. Corrupción local y nacional son factores que influyen en esta situación, así como el abandono descarnado e inmisericorde hacía el departamento.
  • Arleis Mosquera Ibarguen
    Ago 12, 2021
    Muy buena redacción y las fuentes fueron adecuadas, sigue los pasos requeridos o estructura de una noticia, las imágenes bien seleccionadas. Se puede decir que es una noticia bien redactada, bien estructurada y bien contada.
  • Sara
    Ago 12, 2021
    Qué importante visibilizar estas problemáticas y despertar la atención de los gobiernos departamentales y nacionales para que se dé pronta solución.

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