Mientras Orangel Galuey y Glaileidys Leal separan el reciclaje en un botadero satélite de Fonseca, observan cómo un hombre llega hasta el lugar, amontona unos residuos y los enciende. El fuego se esparce rápidamente, se extiende entre los plásticos y alcanza un árbol. Esta escena se repite a diario, no solo en este lugar sino en diferentes sectores de la zona urbana y rural del municipio. “Aquí se prende a cada rato la basura, los niños se afectan, todos venimos saliendo de una gripe, de una alergia”, dice Orangel Galuey.
Galuey es migrante venezolano, del pueblo indígena Wayúu, vive en Fonseca hace tres meses con su esposa y su hijos, en el barrio El Cerrejón. Debido a que no cuentan con un trabajo estable ni con recursos suficientes para sostenerse en Colombia decidieron dedicarse al reciclaje.
“A veces la quema me afecta porque se lleva todo el material que uno puede reciclar [...] Esto pasa cada semana. Esta vez han quemado más”, afirma Galuey. “A veces llega gente de otros lados y se ponen a quemar, y esto afecta a los niños, más que todo a los que sufren de asma”, agrega Glaileidys Leal.
Ese día, mientras la basura ardía, se realizó un llamado a la Policía y 10 minutos después dos agentes en moto llegaron al lugar, dijeron que llamarían a los bomberos. Sin embargo, pasada media hora el fuego seguía consumiendo tanto los residuos como el árbol. Ninguna autoridad se presentó en el lugar. Todo esto a pocos pasos de la entidad ambiental Corpoguajira.
Dioselina Romero, es conocida cariñosamente en la comunidad fonsequera como 'Diosa', tiene 73 años, de los cuales lleva 46 viviendo junto a la iglesia San Agustín. Desde que se mudó a este lugar ha tenido que presenciar múltiples quemas de basuras, situación que le genera molestias.
Romero cuenta que todos los años es lo mismo, incluso su salud se ha visto afectada. “Eso nunca se acabará aquí porque imagínese 46 años viviendo aquí, y es que eso todos los años pasa lo mismo y en el mes de marzo es peor, una quemazón que uno no aguanta... Mucha basura queman por ahí y eso ya debe de acabarse, ya no debe de existir en este pueblo”, señala.
La casa de Dioselina Romero se ubica en la vía que comunica Fonseca con El Hatico. Este sector se ha convertido en uno de los tantos botaderos satélite que proliferan en el municipio y que afectan de manera grave el bienestar de la comunidad y el medio ambiente. Romero no tiene más opción que aguantar constantemente estas quemas, además de los olores producidos por las basuras y animales muertos que son arrojados en esta zona.
Una habitante de Fonseca que pidió reservar su identidad, afirma que una de las zonas en la que se presenta esta problemática es el barrio Brisas del Ranchería, afirma que allí las quemas de basura son muy comunes, “como no hay sanciones la gente se hace los oídos sordos y eso está afectando prácticamente a toda la comunidad”, afirma.
Son muchas las experiencias de este tipo que se pueden encontrar en diferentes barrios de Fonseca. Parte de la población vive en medio de los botaderos y del humo que se produce de manera permanente cuando las personas en lugar de esperar que pase el camión recolector de basura, que usualmente recorre las calles tres veces a la semana, deciden quemarla ellos mismos.
¿Por qué se quema la basura en Fonseca?
De acuerdo con lo que explican habitantes y autoridades, en Fonseca la quema de basuras persiste por factores como la costumbre. Esta es una práctica que se realiza desde hace varias décadas, y debido a que antes existía menos vigilancia y sanciones, se normalizó en algunas familias como una forma de gestionar las basuras.
“Como esa era la costumbre, pero ya esa costumbre debe de acabarse, nos está haciendo mucho daño [...] imagínese ese humo que se traga uno a diario” afirma Dioselina Romero.
Algunos habitantes acumulan hojas en sus patios y optan por quemarlas como método de eliminación, lo que contribuye a la contaminación del aire. A esto se suma el abandono de residuos voluminosos como muebles, camas y otros objetos que no son recogidos por el servicio ordinario de aseo, los cuales terminan siendo arrojados en espacios no autorizados.
Además, cuando el servicio de recolección de basura tarda en pasar, muchos optan por abandonar los desechos en lugares públicos. Un ejemplo de esto es la avenida Santander, cerca de la chatarrería Magua y diagonal al centro de diagnóstico automotriz Waalekai.
Yeferson Carrillo, director de operaciones de Interaseo, afirma que un factor importante para que se continúe realizando esta práctica es la falta de cultura ambiental. Dice que como empresa prestan el servicio de recolección en todo el municipio. “Abarca el 100% del casco urbano, tenemos el servicio de recolección y barrido en el corregimiento de Conejo, corregimiento de El Hatico, en las veredas de Potreritos, Toquitos, Quebrachal y Los Altos.
El servicio de recolección se da en dos horarios diurnos y nocturnos. Hacemos la recolección en la avenida principal del municipio dos veces en el día, en la mañana y en la noche, hacemos recolección de los residuos en el centro y en todo el área residencial que tiene el municipio de Fonseca”, señala.
A pesar de que se cuenta con un servicio de recolección constante, el manejo de basuras es un problema en el municipio. Este se agrava con los residuos generados por la poda de árboles en viviendas particulares. Hojas, troncos y ramas suelen ser arrojados en solares baldíos, predios enmontados y vías de acceso a zonas rurales, ya sea por mototaxistas o por los mismos podadores contratados. Como afirma Carrillo, este tipo de residuos requieren un manejo por parte de Interaseo y se debe realizar una solicitud a la empresa.
Para Rodrigo Pacheco, encargado de la Dirección Territorial de Corpoguajira, sede sur, “el problema de la quema de basura se genera a través de los mal llamados botaderos satélites que los encontramos en todo el casco urbano de Fonseca.
Cualquier solar que no tenga tapia, ni tenga una cerca adecuada, ahí las personas empiezan a arrojar basura y eso ocasiona los botaderos satélites, también encontramos botaderos satélites a la salida de los corregimientos”.
Además, como señala un habitante que pidió reservar su identidad, esta situación “afecta el entorno donde uno habita, afecta nuestra salud, y eso genera contaminación visual, física y daña la armonía en una comunidad”.
Campañas de sensibilización ambiental
Una de las alternativas que ha encontrado la institucionalidad para hacer frente a esta situación es la implementación de campañas para sensibilizar sobre el cuidado del medio ambiente. Tanto Corpoguajira como Interaseo adelantan este tipo de iniciativas pedagógicas.
Según señala Yeferson Carrillo, en Interaseo existe un equipo de Responsabilidad Social el cual realiza campañas con los habitantes, especialmente con las Juntas de Acción Comunal e instituciones. “Se le explica a los usuarios cuáles son los residuos que se pueden clasificar y cuáles son los residuos que se pueden aprovechar, en el caso de los residuos orgánicos que se pueden transformar en abono. También se hacen manualidades con los residuos aprovechables”, afirma Carrillo.
Adicional a esto, señala que se socializa de manera constante los horarios y frecuencias de recolección de las basuras para que las personas conozcan los momentos en los que se puede acceder a este servicio. También “se les explican los daños que puede causar el mal manejo de los residuos, entre esto la quema, que no solamente afecta al ambiente, afecta también a la población aledaña”, afirma.
En Colombia la quema ilegal de basura es una práctica que contribuye significativamente a la contaminación del aire que no solo afecta el medio ambiente sino la salud pública. El manejo inadecuado de los residuos es un problema grave, ya que puede generar contaminación del aire, del agua y del suelo. Además, puede afectar la salud de las personas y de los ecosistemas.
En el país la mayoría de los residuos son dispuestos en rellenos sanitarios o vertederos a cielo abierto, lo que puede generar problemas ambientales y de salud pública. Según el Dane solo el 17% de los residuos sólidos en Colombia son tratados adecuadamente.
Por esta razón es relevante implementar políticas públicas y acciones concretas para reducir la cantidad de residuos que se generan y mejorar su manejo. La educación ambiental y la promoción de prácticas sostenibles son fundamentales para lograr un cambio en la cultura.
¿Qué dicen las autoridades?
Para Rodrigo Pacheco de Corpoguajira, en Fonseca se presenta un problema porque cuando en los hogares se generan basuras, se suele pagar “para que personas ajenas al sistema de recolección las boten”. Cuando se presentan quejas por el manejo de los residuos, la Corporación hace un proceso de visita “y si hay mérito se lleva a un proceso sancionatorio que está establecido en la norma ambiental de acuerdo con el tipo de basura, la cantidad de basura y el sitio”, agrega.
Según señala, en esta labor es importante la función de la policía ambiental, que debe vigilar y capturar a las personas que realizan este tipo de prácticas. Además, agrega que también es fundamental la labor del cuerpo de bomberos, a quienes se debe avisar cuando se identifica una quema de basura para que asistan al lugar a controlar el incendio.
Carlos Mario Cabana Bolívar es comisario de familia e inspector de policía encargado, afirma que desde la inspección se han realizado campañas, particularmente en época de festividades, para pedirle a la gente que mantenga los lotes limpios. Además, señala que han articulado acciones con las diferentes entidades responsables para evitar que se presenten las quemas de basura.
“La inspección de policía es la primera puerta para activar esa ruta, para que todas las entidades que hacen presencia en el municipio de Fonseca y que tienen facultades para poder acudir a estos llamados se presenten de forma inmediata... hacemos un llamado a toda la comunidad fonsequera, para que pongan en conocimiento cada vez que se presenten esos casos”.
Sanciones para quienes queman y botan basura en Colombia
La quema ilegal de basura está prohibida. Según la ley 1259 de 2008, esta práctica es sancionada a través de comparendos ambientales que implican citación para multas ambientales, servicio social en tareas relacionadas con el manejo de residuos sólidos y multas que van de 2 a 20 salarios mínimos legales vigentes.
La Alcaldía de Fonseca es la principal autoridad responsable de evitar las quemas ilegales de basura en el municipio. A través de la articulación con los diferentes entes de control a nivel regional como Corpoguajira, policía de medio ambiente, bomberos y la comunidad, debe evitar que los delitos ambientales ocurran.
En varias ocasiones Consonante trató de hablar con la secretaria de Gobierno María José Brito Mendoza, con la Policía ambiental y los bomberos para conocer su posición frente a esta situación, sin embargo la solicitud no fue atendida.
¿Qué hacer con los residuos que requieren manejo especial?
En el municipio de Fonseca se debe contactar a Interaseo cuando ocurre una de estas situaciones: cuando son elementos voluminosos o cuando se requiere la recogida de residuos especiales como los que se generan después de podar un árbol.
Los habitantes pueden escribir un correo con la solicitud a pqrcesar@interaseo.com.co o acercarse a la oficina que se encuentra en la diagonal 12, salida a Distracción.