1. Padres y madres de familia se quejan por el hacinamiento en la escuela del barrio San Pedro
Los padres y madres de familia de la sede del barrio San Pedro de la I.E. Nuestra Señora de la Pobreza presentaron esta semana una queja ante la Veeduría Ciudadana de Tadó porque a pesar de que la institución tiene capacidad para albergar 350 estudiantes, este año 408 alumnos fueron matriculados. “Este hacinamiento puede afectar el aprendizaje, además como hay tantos estudiantes puede haber mucho desorden y los profesores no van a tener control de ellos", dijo Leidy Yulisa Mosquera, madre de familia.
Para resolver esta situación, Michael Mosquera, coordinador de Educación Municipal, les sugirió a los padres y madres de familia que matricularan a sus hijos en la Institución Técnica Agroambiental (ITA), donde hacen faltan alumnos. Sin embargo, estos insistieron en que mantendrían a sus hijos e hijas en la I.E. Nuestra Señora de la Pobreza. Gabriel Copete, rector de la institución, reconoció que la escuela es muy pequeña para atender 400 estudiantes, por lo que para resolver temporalmente el hacinamiento alquiló tres casas con el fin de acondicionarlas.
Como solución definitiva, la Alcaldía entregará la institución el presupuesto y el estudio de la obra para que el colegio, con los recursos transferidos por la administración, haga la obra. Según Deiner Mosquera, secretario de Planeación, llevarán a cabo estas obras en Semana Santa. Adicionalmente, la comunidad educativa hará “una marcha de ladrillos para recoger materiales para la obra”, dijo el rector Copete.
2. En Villas de Remolino II se niegan a pagar el recibo de la luz
A pesar de que el 23 de marzo se cumplió el plazo para pagar las facturas de la energía en Villas de Remolino II, las familias que viven en esta urbanización se negaron a cancelarlas porque llegaron a nombre de la Alcaldía Municipal de Tadó, y por valores que consideraron elevados. “Tengo dos meses de estar habitando esta casa y no es justo que el alumbrado público me llegue en 25 mil o 28 mil pesos. Yo tengo entendido que un mes vale 2.500 pesos. Tengo entendido también que el señor alcalde era quien iba a pagar dicho recibo”, dijo Libia Rodríguez, habitante del barrio.
En respuesta a las quejas de los habitantes del barrio, Deiner Mosquera, secretario de Planeación, explicó que los recibos llegan a nombre de la administración porque cuando se entregaron las viviendas, no tenían la resolución de transferencia. “Ya cada propietario está en su apartamento y a cada uno se les explicó la importancia de pagar los servicios. Que la factura llegue a nombre de la Alcaldía no quiere decir que ellos no estén consumiendo la energía. Una causal de perder los subsidios de vivienda es dejar de pagar los servicios, eso también se les explicó”, aclaró. Además, aseguró que el alcalde dijo que asumiría la deuda hasta diciembre del año pasado, pero este año cada usuario debía pagar su factura. “No pueden pretender que la Alcaldía les pague los servicios básicos. Únicamente falta matricularlos”.
Por lo pronto, en Villas de Remolino tendrán una reunión la próxima semana con las autoridades para aclarar el tema.