4:07 p.m. A 100 mil pesos compraban el voto para Alfredo Deluque, Juanlo Gómez y Jorge Cerchar
A las afueras del comando de Alfredo Deluque y Jorge Cerchar, en el centro urbano de Fonseca, hombres estuvieron comprando el voto a 100 mil pesos por la plancha conjunta de Cámara y Senado. Cerca de otros puntos de votación y el corregimiento de El Hatico ofrecieron la misma suma de dinero por los candidatos Juanlo Gómez, Pello Pello y Teresa “Pinina” Iguarán. En la entrada del colegio María Inmaculada había algunas personas que “ayudaban” a ubicar las mesas para votar, pero luego entregaban publicidad política de Cerchar.
Las campañas que más se movieron en el municipio de Fonseca fueron las de Alfredo Deluque, candidato al Senado y varón electoral en el departamento de La Guajira; Jorge Cerchar, quien aspira a una curul en la Cámara de Representantes, y Juan Loreto Gómez Soto, quien espera heredar la curul de su mamá y congresista María Cristina “Tina” Soto.
3:20 p.m. “Veo caras extrañas que vinieron a votar”: habitante de El Hatico
A menos de una hora del cierre de las urnas, hay movimiento de votantes en los puestos de votación de las zonas rurales del municipio, donde hay habilitadas 7.424 personas para votar. Algunos habitantes manifiestan que han visto personas desconocidas votando en los corregimientos Conejo, El Hatico, y en el resguardo de Mayabangloma, que son los principales territorios para la votación a las curules de paz. “Yo veo que hay más gente votando. Es la primera vez que veo cuatro mesas. Desde que comencé a votar siempre había dos. Voté por mi prima Arelis Uriana y por la curules de paz. Fue fácil votar”, cuenta Armando Solano, un habitante de 55 años del resguardo wayuu.
En el corregimiento de El Hatico, donde hay 1997 personas habilitadas para votar, también ha habido un aumento en el flujo de votantes. “Hay calma en la jornada. Lo que sí observo es la alta afluencia de votantes. Parece que el número de sufragantes no se compadece con el personal que sí vive acá. Veo caras extrañas que vienen a votar”, dice uno de los testigos electorales.
10: 50 a.m. Precandidata presidencial Arelis Uriana votó en la comunidad indígena Bangañita
En la institución educativa de la comunidad indígena Bangañita, pertenenciente al resguardo indígena de Mayabangloma, donde hay un censo electoral de 1.200 personas, votó la precandidata presidencial del Pacto Histórico, Arelis Uriana, a las 8 am. Llegó al punto de votación con sus hermanos Ederman Uriana, cacique gobernador del Resguardo de Mayabangloma, y Ademar Uriana, coordinador de la campaña en el departamento de La Guajira. Además, la acompañó la guardia indígena que estará custodiando los puestos de votación y hará control de la entrada y salida de personas en el territorio indígena wayuu.
Esto dijo la precandidata:
Arelis Uriana esperará los resultados electorales en la maloca de su casa junto a la comunidad del resguardo de Mayabangloma. En el corregimiento de El Hatico, el segundo más importante del municipio después de Conejo, la Policía y la Sijín decomisaron propaganda electoral que se estaba entregando a los votantes a las afueras del colegio. El Ejército e integrantes de la Registraduría Nacional están custodiando los ocho puntos de votación de la zona rural, y la Policía está en los cuatro centros del caso urbano de Fonseca.
10:11 a.m: Con tranquilidad, comenzó la jornada electoral en el casco urbano
En Fonseca, al sur de La Guajira, inició la jornada electoral a las 8 de la mañana en los doce centros de votación. Se espera que voten los 30.834 habitantes habilitados. En la zona urbana hay cuatro puestos de votación: el colegio María Inmaculada (15 mesas), Roig Villalba, Calixto Maestre y Ernesto Parodi (20 mesas). La institución educativa Juan Jacobo Aragón no está en funcionamiento. En el corregimiento de Conejo, ubicado a 20 minutos del casco urbano, el alcalde Hamilton García Peñaranda votó esta mañana en compañía de la gestora social del municipio, Liria García. En la Institución Técnica Agropecuaria Rural de Conejo (IETAGRU), votaron 50 exguerrilleros y exguerrilleras del AETCR de Pondores y varios habitantes de las veredas de la Serranía del Perijá, en las seis mesas habilitadas.