Desde hace más de dos años, los habitantes de la vereda Puerto López deben atravesar un camino peligroso para llegar a Fonseca. La travesía incluye zanjas y barrancos de hasta tres metros de profundidad que han causado accidentes y que obligan a las personas, en muchos casos, a caminar entre cuatro y cinco horas. Los campesinos deben elegir constantemente entre poner en riesgo sus vidas o quedar aislados del municipio.
Por eso, en varias ocasiones, las familias han puesto el problema sobre la mesa de la Alcaldía de Fonseca y la Unidad para la Gestión del Riesgo, pero no han obtenido una solución. También han denunciado a través de las redes sociales y los medios de comunicación, pero la vía sigue siendo cada vez más intransitable.
“Este año tomamos la decisión de hacer un documento que llevamos a Riohacha y lo entregamos a la Procuraduría, a la Unidad de Riesgo, a los periodistas y a otras entidades, pero aún no hemos tenido respuesta. Estamos esperando a ver si se acuerdan de nosotros o no”, cuenta Fredesminda Moreno, campesina y miembro del Comité Cafetero de Puerto López.
¿Qué dicen las personas?
Para llegar a Fonseca, los habitantes de la vereda deben transportarse en mula o a pie hasta llegar a la estación de transporte, también conocida como Guácimo, donde llegan camiones que los acercan hasta Fonseca. Unos pocos se atreven a trasladarse en moto, arriesgándose a caer por los abismos que han dejado las lluvias.
Fredesminda Moreno cuenta que muchas veces debe madrugar para llegar a tiempo a la estación para bajar los productos hasta el municipio. “Para poder salir nos toca levantarnos desde las 3 a.m., pero me da miedo porque han ocurrido accidentes. Un señor de la tercera edad se cayó y se rompió la cabeza con las piedras”, cuenta.
Para ir a Puerto López se debe tomar un transporte en la carrera 14 con calle 17 de Fonseca. De ahí salen camiones que deben pasar por el intrincado camino y aguantar el peso de las cargas durante una hora y 20 minutos de recorrido, hasta llegar a la estación.
La estación es un punto en la vía hacia Puerto López donde pueden llegar los carros. El resto del camino está lleno de huecos y zanjas que pueden provocar accidentes. En los últimos dos meses se han presentado siete accidentes, en su mayoría de conductores de motos.
“Yo hago carreras en la sierra, Las Colonias y Las Marimondas, pero la vía más mala ahora mismo es la de Puerto López”, considera Luis Alberto Márquez, mototaxista en la serranía.
En sus recorridos por la vereda, Márquez ha tenido varios accidentes, aunque sin heridos de gravedad. “En Puerto López tuve una experiencia porque esa vía está muy mala y la moto se me resbaló. A mí no me pasó nada pero el pasajero se maltrató un poquito”, cuenta.
Para las mujeres con niños pequeños el trayecto es más duro porque deben cargarlos o caminar despacio. Este es el caso de María Fernanda Navarro, ama de casa, quien debe madrugar y destinar casi todo un día de viaje. “Yo me levanto a las dos o tres de la madrugada para darles comida a los niños y no llevarlos con hambre porque hay que caminar bastante”, cuenta.
“El camino es pesado. Toca descansar tres o cuatro veces y me toca cargar al bebesito porque es difícil para él. Al día siguiente amanezco con dolencias en los brazos y en las piernas”, agrega.
¿Qué dicen las autoridades?
A pesar de las denuncias, los habitantes de Puerto López no han visto la voluntad de las administraciones por arreglar la vía. Susana Jiménez, habitante de Puerto López, cuenta que solo han tenido visitas y falsas esperanzas, pero no una solución que les permita transitar con normalidad de la vereda hasta Fonseca.
“Hace dos años le pedimos al señor alcalde una ayuda para esta vía. Fue una comisión con más de ocho campesinos que fueron hasta la Alcaldía, pero nunca hubo respuesta. El año pasado les enviamos un video y el alcalde mandó un encargado a ver la situación de la vía, pero a pesar el señor vio la carretera y tampoco recibimos apoyo”, recuerda.
Debido a la falta de atención de las entidades municipales, algunas personas decidieron hacer las peticiones a nivel departamental, por lo que Jiménez se tomó la tarea de organizar un documento junto a 77 habitantes de la vereda para llevarlo a la Unidad de Gestión de Riesgos y a la Procuraduría en Riohacha.
Pese a la falta de respuesta, los campesinos de Puerto López no pierden la esperanza de contar una carretera en buenas condiciones que les permita desarrollar la vida con mayor facilidad. De acuerdo con Fredesminda Moreno, una carretera en buenas condiciones les cambiaría la vida. “Para nosotros, que la vía esté en buen estado es la solución a muchas cosas. Podríamos viajar seguros, sacar los productos a tiempo y sería más fácil llevar a los niños al control de la salud. Una buena vía nos cambiaría la vida”, dice.