Kenyi Paolo Pérez Acevedo, de 20 años, es uno de los tres jóvenes de El Carmen de Atrato que se están preparando para seguirles los pasos a los líderes sociales que luchan por la defensa del río Atrato. Junto a Chaira Agudelo, de la Fundación Mesa Social y Ambiental; y Luis Ferney Rentería Dávila, de la vereda Guaduas, Kenyi está recibiendo capacitaciones acerca de los derechos y el cuidado que necesita el río Atrato. Hoy, además de formar parte de la Plataforma del Campesinado, es uno de los jóvenes que se destaca por su pasión por la protección del medioambiente y por abanderar proyectos sociales.
Los tres jóvenes hacen parte de la estrategia implementada por los líderes ambientales locales, con apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, para brindar herramientas a hombres y mujeres entre los 14 y los 28 años, que permitan fortalecer sus capacidades y al mismo tiempo replicar sus conocimientos con otros habitantes de sus comunidades, especialmente niños, niñas y jóvenes.
Su interés en los temas medioambientales comenzó desde hace siete años. A los 13 años, escuchó hablar del avistamiento de aves durante una clase. A partir de ahí, empezó a acompañar a su padre, Javier Orlando Pérez Jiménez, a reuniones en las que se hablaba de temas sociales, ambientales y de turismo. Poco a poco se fue adentrando en las actividades de la Mesa Social y Ambiental, la organización que se dedica a hacer veeduría y acompañamiento en procesos ambientales del municipio. “Mi percepción de cómo me veía en el futuro cambió drásticamente. Pasé de verme como un ingeniero de sistemas a verme como alguien interesado por el campo”, cuenta.
Paolo llegó al grupo de guardianes gracias a una invitación de Manuel Castro, el abogado de la Corporación Jurídica Siembra que acompaña el proceso de la Plataforma Campesina en el Carmen de Atrato.
Con el apoyo de la guardiana Maryuri Mosquera que hace parte de la coordinación del Cuerpo Colegiado de Guardianes pudo, además, participar del encuentro de formación en río Quito y visitar: San Isidro, Paimadó y Villa Conto.
A través de la sentencia T-622 de 2016 que señala al río Atrato como sujeto de derechos nació el cuerpo colegiado de Guardianes, con representación de 7 organizaciones y 14 guardianes en total, 7 mujeres y 7 hombres, que día a día luchan por la defensa del río y sus territorios.
Conversamos con Kenyi Pérez acerca de su experiencia como guardián joven del río Atrato y esto fue lo que nos contó:
Consonante: Para usted, ¿qué significa ser guardián del río Atrato?
Kenyi Paolo Pérez: Ser guardián significa adquirir un compromiso y una responsabilidad con el cuidado del río Atrato. Es hacerlo porque a uno le nace, porque uno es empático con el río y porque al ser considerado con derechos se entiende que también sufre y tiene necesidades.
Además, implica aprender de los demás guardianes que nos llevan mucha ventaja porque están muy comprometidos. Para ellos el río es vida y es la base de su alimentación y su economía.
Para mí, el río Atrato significa todo el desarrollo que tiene el departamento, es el principal medio de transporte, el principal afluente y uno de los ríos más caudalosos del mundo. Es biodiversidad y es toda nuestra riqueza. Para mí lo más impactante es ver el nacimiento del río.
Justamente parte de ser guardián es ayudar a que se cumplan las órdenes y hacer todo aquello que uno crea correcto para que el río siga su curso natural y para que no empeore. Es un acto de amor por la vida.
C. ¿Cómo se puede promover el cuidado por el río Atrato?
K.P.: Aquí en El Carmen lastimosamente la mayoría de la gente es muy “cerrada”, se hacen los de la vista gorda frente a esta problemática, no le dan la suficiente importancia, a excepción de organizaciones como la Plataforma Campesina y los distintos grupos sociales y ambientales. Por esta razón, es fundamental generar conciencia y replicar todo lo aprendido con nuestras comunidades y principalmente con los jóvenes y niños. Además, de promover el cumplimiento de todas las órdenes que están en la sentencia en temas de conservación y que el río no vaya a desaparecer.
C. ¿Qué temas se trabajaron en el último encuentro de guardianes jóvenes?
K.P.: Los temas en los que nos formamos y discutimos fueron justicia ambiental, manejo integral de residuos sólidos y las órdenes de la sentencia, principalmente la orden séptima, que está relacionada con la soberanía alimentaria y la producción agropecuaria sostenible.
En el caso de El Carmen se resalta la recolección de los residuos ya que el servicio que se da con el camión de basuras es deficiente, porque no cubre todo el territorio, únicamente la cabecera municipal y las veredas que se encuentran en el trayecto de la cabecera municipal al relleno sanitario, el resto de zonas están desatendidas.
Otro punto importante fue el de las afectaciones de la Minera El Roble que está trabajando sin licencia y la está solicitando por otros 30 años. En el resto de los municipios, las problemáticas tienen que ver con el tema de la minería ilegal y el conflicto armado.
C. ¿Cómo se tiene planteado hacer el ejercicio de réplica?
K.P.: El encuentro de réplica debe realizarse con jóvenes entre los 12 y los 16 años, mínimo 10 y máximo 15 personas, pero hablando con los muchachos de COCOMOPOCA y COCOMACIA yo les dije que para el caso de El Carmen particularmente es muy difícil, pues a los jóvenes de acá solo les llaman la atención una farra. Sin embargo, con la guardiana mayor Marcela Sánchez estamos pensando realizar esta actividad en la finca de Dora Agudelo y hacerla este 22 de abril que es el Día de la Tierra e invitar a los niños, niñas y jóvenes de la Plataforma del Campesinado, porque allí hay más interés en este proceso.
Para el caso del Carmen de Atrato empezaremos con los más pequeños ya que son el futuro del país y que se pueda sembrar la semillita en ellos para despertar esa conciencia y ese interés por conservar lo que es nuestro. Queremos que no se vayan del municipio pensando en que su futuro y su éxito está allá, en Medellín o en otros lugares del país, acá nosotros también lo podemos encontrar.
C. ¿Qué otras acciones se deben desarrollar para proteger el río?
K.P.: La principal acción es poder dar cumplimiento a todas las órdenes que están en la sentencia, especialmente a las relacionadas con temas de conservación y cuidado del río y sus afluentes. Pero obviamente hay que hacer de más, en este contexto no es suficiente nada más cumplir, es necesario aportar para que el río no desaparezca y debería ser algo que nos importe como habitantes de su nacimiento.
Se ha perdido demasiado tiempo en planeación y se debe llegar ya a la acción y estas acciones deben estar relacionadas con las problemáticas específicas de cada territorio, inclusive las problemáticas aquí en El Carmen son diferentes en la zona de la trocha y en la vereda El 18.
Aquí nuestros problemas más graves se relacionan con el tema de las basuras y la minería de gran impacto, en las otras zonas hay guerra, saqueo de las selvas, minería ilegal a campo abierto y minería artesanal ancestral, por ello sería necesario hacer intercambios de experiencias para que las personas de El Carmen escuchen a guardianes como Bernardino Mosquera que tienen en su memoria todo lo que le ha venido pasando al río, incluso tiene la fecha del día en el que llegó la primera draga a su territorio.
En El Carmen de Atrato nace el río, pero nuestros habitantes no dimensionan lo importante que es para el resto de las comunidades en todo su trayecto.
C. ¿Cuáles son sus expectativas de trabajar como guardián?
K.P.: Uno, hacer la réplica con niños, niñas y jóvenes de la Plataforma Campesina y de otros grupos organizados que tengan algún interés en el tema y principalmente priorizar a las veredas.
Dos, apoyar al Cuerpo Colegiado de Guardianes para sacar adelante la ejecución a todas las órdenes, con recursos de la Alcaldía, la Gobernación y el Gobierno Nacional.
Tres, ser guardián del río Atrato que, además, tiene todo que ver con mi proyecto de vida, porque además de la defensa del río, también tengo el proyecto personal que es Atrato_Birding que lo que busca es impulsar el aviturismo en el municipio.
Cuarto, fomentar en la población joven la posibilidad de vivir aquí en El Carmen.
Estas son algunas de las fotografías de Kenyi Paolo Pérez (Puede consultar su cuenta en Instagram: Atrato Birding)
C. ¿Qué es lo que más destaca del Carmen de Atrato?
K.P.: Me encanta la diversidad geográfica por ser parte del Chocó. Tiene 473 especies de aves, mamíferos y se destaca su característica tropical. No me imagino viviendo en una ciudad, no me veo por allá nada más viendo maletas de hierro, yo no me veo en esas. Acá está todo lo mío y me siento feliz. No cambiaría levantarme todos los días y ver el río Atrato al frente de mi casa por despertar en cuatro paredes.
El Carmen es un ambiente natural y sin contaminación, como pasa en las ciudades. Acá hay mayor tranquilidad, bienestar para la salud y posibilidades de crecimiento personal y espiritual.
Desde el andén y el corredor de mi casa salgo a tomar fotos, salgo a caminar, puedo escuchar música, leer, dibujar y estar pendiente de las actividades de la plataforma.
Una de mis preferencias principales es la fotografía, un paisaje bonito, una foto de una flor que me llamó la atención, una foto de un ave, me encantan las fotos porque son una manera de guardar un sentimiento que naturalmente será olvidado.
"Acá está todo lo mío y me siento feliz. No cambiaría levantarme todos los días y ver el río Atrato al frente de mi casa por despertar en cuatro paredes"
C. ¿Qué piensa de quienes no confían en la voluntad de los jóvenes?
K.P.: Está fuera de lugar y es una visión muy egoísta por parte de las personas adultas, porque ellos en algún momento también fueron jóvenes. Los jóvenes sí podemos generar un cambio, a pesar de la falta de experiencia.
C. ¿Cuáles son sus proyectos?
K.P.: Lograr posicionar mi empresa de turismo vivencial y de naturaleza, en donde se puedan realizar visitas a fincas productivas campesinas y allí conocer sus experiencias. Lo que a mí me gusta es dar a conocer el paisaje, como una experiencia nueva.
Además, de poder realizar la escuela del campesinado y avanzar en el empoderamiento de los y las campesinas del territorio.