1. Se reestablece el servicio de acueducto en cuatro veredas de Almapoque
Este lunes, los habitantes de las veredas Quebrachal, El Toco, Sabana del Medio y San Agustín volvieron a tener agua en sus casas tras dos años desde que un fuerte aguacero afectó los caños de agua e interrumpió el servicio. Las comunidades celebraron la finalización de las obras, pues desde que se interrumpió el servicio tenían dificultades para sacar adelante las labores del hogar, los cultivos de hortalizas y el cuidado de los animales. Para Alexis Janeth García, representante de las veredas Sabana del Medio y San Agustín, el acueducto está “trayendo progreso a la comunidad que se encuentra retornando a sus territorios”.
El Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario N⁰ 4 del Ejército Nacional realizó la obra que implicó adecuar las conexiones de la bocatoma y reemplazar algunos tramos de la tubería que estaban dañados. El teniente coronel Juan Carlos Martínez Vera, comandante del Batallón, aseguró que con estas obras esperan reducir “la brecha histórica que el conflicto armado ha dejado en el país”.
2. El centro comunitario de Conejo se cae a pedazos
Seis madres comunitarias, vinculadas al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), están atendiendo a los niños y niñas en sus casas por el mal estado del centro comunitario de Conejo. El lugar, ubicado en el barrio Manzanillo, tiene serios problemas de infraestructura: las paredes tienen humedad y están agrietadas, el patio está enmontado, el techo de algunos salones está caído, no hay servicio de agua y hacen falta varios lavamanos, inodoros y bombillas.
Las madres comunitarias aseguran que solo pueden recibir a doce niños y niñas, y muchos han quedado sin cupo. “Me gustaría ir a limpiar pero es un riesgo meterme allá. Ese lugar necesita arreglo pero no hay doliente que se presente”, cuenta Mirian Lubo, una de las madres comunitarias. Lubo comenta que al inicio de la pandemia se acercaron a la Alcaldía de Fonseca para pedir ayuda, pero no obtuvieron respuesta. “Queremos que arreglen eso, que se pongan la mano en el corazón y nos ayuden”, agrega.
Además: El 4 de abril se posesionarán 39 presidentes de las Juntas de Acción Comunal (JAC) de la zona urbana y rural de Fonseca, escogidos el 28 de noviembre de 2021 para un periodo de cuatro años. El evento se realizará en la iglesia del barrio 12 de octubre. Los habitantes esperan que los nuevos líderes barriales y corregimentales gestionen más proyectos y visibilicen los problemas en sus comunidades. “En mi barrio no están haciendo nada. Tenemos muchas necesidades: el agua, alumbrado público, la inseguridad, y lo poco que hay, un polideportivo, lo están desvalijando”, dice Jairo Blanchar.
3. El aumento del precio del queso costeño golpea la cocina fonsequera
Una libra de queso costeño ha llegado a costar casi el doble de lo que valía a finales del año pasado. Mientras que antes una libra se conseguía a cinco mil pesos en las principales tiendas del municipio, hoy la misma cantidad cuesta entre nueve mil y diez mil pesos. Esta situación tiene en jaque a la gran mayoría de habitantes pues el queso es el ingrediente principal de al menos veinte platos típicos y comidas rápidas. Ante esta situación, tanto consumidores como productores han optado por reducir su consumo, limitar las porciones o reemplazarlo por otros alimentos. “Ha subido demasiado. Hoy en día es un plato para los ricos”, dice Jesica Valeria Guzmán, comerciante.
La crisis del queso costeño es consecuencia de la inflación, el paro nacional, la época de sequía, las limitaciones a las importaciones y exportaciones, y la pandemia. Consultamos a varios expertos que coincidieron en que, al menos en el corto plazo, el precio no disminuirá. Si te interesa saber más sobre este tema, te recomendamos leer un artículo que publicamos esta semana haciendo clic aquí.