Por qué es importante
La economía naranja y el apoyo a los emprendedores del país ha sido una de las apuestas del gobierno de Iván Duque. En diciembre de 2020, el Presidente sancionó la Ley 2069 o la Ley de Emprendimiento, que busca impulsar el crecimiento y la formalización de los emprendimientos sin importar el tamaño del negocio.
Sin embargo, para acceder a los beneficios y programas que se han creado a partir de esta ley para fomentar el emprendimiento, es necesario que los emprendedores tengan un plan de negocios claro, y cumplan con una serie de requisitos legales como estar registrados ante una Cámara de Comercio. Algo que resulta muy difícil para los pequeños emprendedores de municipios como Tadó.
“Si como emprendedor y como empresario no hay un modelo de negocio firme, que evidencie una proyección a futuro, seguramente va a ser muy difícil que los bancos te den un crédito o que puedan acceder a otros beneficios”, reconoce Adriana Vélez, coordinadora del Programa CEmprende de iNNpulsa Colombia.
Qué está pasando
La escasa oferta de empleo formal ha llevado a muchas personas de Tadó a emprender en los últimos años. El empleo informal representa el 92 por ciento de la economía local, según cifras del último Censo Nacional de Población y Vivienda de 2018. La mayoría de trabajadores informales se dedica a la extracción minera a baja y mediana escala, una actividad cada vez más difícil de ejercer en el Chocó. Ante las pocas alternativas de formalización de este oficio, algunos pequeños mineros han tenido que abandonar esta actividad y tomar la decisión de emprender en otro tipo de negocios.
Sin embargo, resulta difícil saber a ciencia cierta cuántos emprendimientos han surgido en los últimos años. Especialmente porque la mayoría de ellos funciona en la informalidad. Para 2020 había un registro de 391 negocios del municipio, según la Cámara de Comercio del Chocó (CCC), pero Harold Vergara, director de Planeación y Gestión Empresarial de la CCC, calcula que se crearon muchos más.
Y es que para formalizar un pequeño negocio es necesario cumplir con una serie de requisitos: demostrar la existencia empresarial cumpliendo con los requisitos de registros empresariales (Registro Mercantil, RUT, NIT); especificar los insumos o factores de producción utilizados por la empresa para la elaboración de un bien o servicio; formalizar el proceso de producción y comercialización del servicio teniendo en cuenta las normas sanitarias; tener al día los reglamentos técnicos y disposiciones ambientales según el sector donde opera la empresa y, por último, realizar la inscripción, declaración de renta y pago de impuestos ante la Dian y la Secretaría de Hacienda municipal.
Cumplir con estos trámites requiere tiempo y dinero que los emprendedores prefieren invertir en sus negocios. Por eso, prescinden de ellos. “Mucho antes de pensar en formalizar nuestros negocios ya existen otros obstáculos que nos encontramos al iniciar. Por eso, decidir formalizar un negocio pasa a un segundo lugar”, cuenta Carlos Murillo, dueño de un negocio de longaniza.
Consonante consultó a varios emprendedores del municipio que contaron cuáles dificultades, además de la formalización, enfrentan desde la creación de sus negocios.
Falta de educación financiera
Muchos no cuentan con una educación financiera que les permita estabilizar sus iniciativas y proyectar su crecimiento. “Uno sale al mercado sabiendo muy poco y dejando pasar por alto muchas cosas”, cuenta Carlos. Y agrega: “pasa que cuando uno abre sus negocios y se da cuenta que sus precios no son competitivos con otros productos, no hay una buena administración de los dineros, identificar riesgos u oportunidades para el negocio y lo peor es que uno no sabe a quién pedir asesoría para todos esos temas”.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que la mitad de los emprendimientos fracasan a los cinco años, en su mayoría por desconocimiento del funcionamiento del mercado y el mal manejo de las finanzas. Para el Banco de Desarrollo de América Latina, la educación financiera puede ser determinante para que los emprendedores consigan acceso a financiamiento y puedan contar con mejores condiciones. Si un emprendimiento tiene un modelo semejante al de una empresa ya consolidada puede acercarse a instituciones del sistema financiero con mayor seguridad.
El “No” de los bancos
Muchos han acudido a entidades financieras para conseguir créditos para comenzar sus negocios, pero han recibido respuestas negativas de regreso. “Uno llega a los bancos pidiendo apoyos para empezar a construir su negocio, pero desde el principio ya le están cerrando las puertas, porque como hasta ahora uno está empezando, no tiene cómo demostrar ganancias. ¿Cómo esperan que uno prospere si desde el inicio la ponen difícil?”, lamenta Dalis Mesa, quien tiene un emprendimiento de confección desde hace 14 años en Tadó.
Problemas para conseguir materia prima
Muchas veces deben frenar el proceso de elaboración de sus productos porque los insumos para hacerlos provienen del interior del país. Los constantes cierres de vías por mal estado y protestas, la poca oferta de proveedores en el departamento y los precios altos limitan la obtención de la materia prima y reducen los ingresos de los comerciantes.
“Conseguir la materia prima es un lío. Con los cierres de las vías a uno le toca quedarse paralizado durante todo ese tiempo.Al no llegar la materia prima, no se puede hacer nada y uno no recibe ingresos”, dice Dalis Mesa. Esta situación la ha llevado a repensar la calidad de la materia prima con la que debe trabajar. ”Los insumos no pueden ser de cualquier lado. Si uno quiere formalizar el negocio, las cosas deben ser de calidad y esto implica menos opciones de proveedores”, afirma Mesa.
Falta de información sobre programas de apoyo
Las quejas sobre la falta de información sobre los programas de apoyo del Estado son un denominador común. Afirman que esto significa menos oportunidades de capacitarse, exhibir sus productos y ganar reconocimientos, entre otros. Yubelly Perea, dueña del emprendimiento de calzado BelyStor3, afirma que la administración local no tiene un canal que les brinde información sobre este tipo de programas. “Nos terminamos enterando por otros emprendedores de las convocatorias que están abriendo porque muchas veces las instituciones locales no nos sirven como una ventana para enterarnos. La información nunca nos llega”.
Además, considera que el Gobierno nacional debe tener más en cuenta las condiciones de regiones y municipios como Tadó al momento de diseñar estos programas, porque muchas veces no tienen en cuenta la conectividad, los tiempos y el acceso a recursos en cada territorio.. “Por ejemplo, se dictan cursos virtuales para regiones donde no hay señal, no se cuentan con los equipos o no existe el conocimiento para manejarlos. Otras veces, hacen convocatorias por canales por los cuales, personas que podrían estar interesadas, nunca se van a enterar. Es el caso de muchas personas de la zona rural”, cuenta.
Lo que sigue
- Por el momento, los emprendedores esperan recibir mayor apoyo por parte de la administración y que se les reconozca como un factor importante en la economía local. “Las autoridades deben entender que emprender le ha puesto la economía al municipio, porque un negocio que hoy empieza como un simple emprendimiento, el día de mañana va a generar empleo Por eso, es muy importante que se le invierta correctamente a este sector”, dice Perea.
- Una de las propuestas de campaña del alcalde Cristian Copete fue la conformación de emprendimientos y el reconocimiento de estas iniciativas como una alternativa de trabajo para disminuir las cifras de desempleo en el municipio. Con el regreso de Copete a la Alcaldía, después de cinco meses de haber sido destituido, los emprendedores esperan un proyecto concreto que les dé el impulso para seguir con sus negocios.