Más de 5.500 afiliados a la Nueva Eps en El Carmen de Atrato siguen teniendo dificultades para ir a Medellín a sus citas médicas, cirugías, controles, exámenes, entre otros procedimientos. Desde hace dos meses el único medio de transporte que tienen es con Rápido Ochoa (contratada por La Macarena) y, según cuentan los usuarios, los horarios del servicio de transporte no les funciona ni son flexibles.
La empresa Rápido Ochoa cubre la ruta Quibdó- Medellín y solo pasa por la vereda El Siete tres veces al día (12:30, 1:10 y 4:00 de la tarde) y tres ocasiones en la noche (6:30, 9:00 y 11:30 de la noche). El problema principal es que los buses no transitan desde el casco urbano del municipio sino que las personas deben dirigirse a la vereda, lo que implica más gastos.
Antes, el contrato de Contra Sanjuán (asignado por la Nueva Eps) estaba con la empresa de transporte Surandina, que según los usuarios, era más asequible. Surandina sale desde El Carmen de Atrato y tiene once rutas en el día, iniciando a las 4:00 de la mañana. Sin embargo, la empresa canceló el servicio con los pacientes de la Eps desde Semana Santa porque, según informaron, dejaron de recibir el dinero por el contratista y la deuda actual es de $ 16 840 000.
Los reclamos de la gente
Los usuarios, quienes en su mayoría son campesinos, personas con alta vulnerabilidad, y víctimas de conflicto armado, cuentan que deben esperar en la vereda El Siete con la esperanza de que el bus tenga puesto y, como los horarios son en la tarde, les toca quedarse en Medellín y asumir más gastos.
Uno de los casos es el de José de Jesús Rivera Durango, de 82 años, quien es paciente renal. Tenía una cita para el 19 de mayo y debía transportarse con Rápido Ochoa y, según cuenta, el único horario que había era el de noche por lo que tuvo que cancelar la cita. “Él necesita una diálisis, pero yo no me arriesgo a llevarlo a esas horas de la noche. Cancelé la cita y me la dieron para el 25 de este mes, pero al paso que vamos se va a morir esperando a que haya otro medio de transporte. Hay que tutelar”. cuenta Rosalba Rivera, esposa de José de Jesús.
Rosalba Rivera, de 64 años, dice que no tienen cómo solventar una vida en una ciudad y por eso viven en una vereda de El Carmen de Atrato. “Hace tres meses nos vinimos desde Medellín para acá, a él le mandaron unos medicamentos y esta es la hora que no le han dado las inyecciones que hay que ponerle cada diez días”, resalta.
Por su parte, Néstor Vanegas está en controles médicos con diálisis desde hace 11 meses. Cada mes debe ir a Medellín y se ha visto afectado por los cambios en el transporte. “No viajé esta vez. Solo una vez fui en Rápido Ochoa, pero esto me perjudica porque obligatoriamente me toca pagar la estadía y la alimentación y yo no puedo trabajar por mi condición. En cambio, si me voy en Surandina a las 5:00 de la mañana me da tiempo para ir a la cita, hacer vueltas y regresar”, recalca. Cada mes Néstor debe gastar unos 350 000 pesos en alimentación y estadía. Por ello, está buscando que la Nueva Eps le apruebe estos otros servicios.
Además, Néstor radicó una queja ante la Superintendencia de Salud, el 2 de mayo, solicitando a la Nueva Eps que firme nuevamente un contrato o convenio con Surandina. ”Si recibo información de que la Eps no ha contratado con la empresa Surandina, ya me tocará acudir a otros entes para que tomen las acciones pertinentes y regulatorias, porque se está jugando con la vida.
Olivia Usuga, otra paciente, cuenta que prefirió asumir el pasaje de Surandina (50 000 pesos) porque le asignaron viajar con Rápido Ochoa. "Mis hijas me colaboraron para irme en particular porque tenía que hacerme varios exámenes. El 5 de junio tengo una valoración para una cirugía y no sé qué hacer, porque con Rápido Ochoa es peor", dice.
Juan Diego Vargas Morales, hijo de José Vargas Restrepo, cuenta que decidió comprarle a su padre los pasajes para Medellín porque la Eps no les respondió sobre la autorización del transporte. “Muchas veces he tenido que poner dinero de mi bolsillo. Mi padre, de 64 años, es campesino y está pendiente de una cirugía, ya lo operaron por cálculos y requiere otro tratamiento y ahora no nos dan respuesta”, indica.
Las personas que requieran servicio de transporte deben solicitarlo ocho días antes ante la Eps y adjuntar la historia clínica, la autorización médica y los documentos del paciente y del acompañante.
¿Qué dicen las autoridades?
La Secretaria de Salud de El Carmen de Atrato envió un comunicado el 9 de mayo a la coordinadora regional de Nueva Eps con la remisión de los reclamos de los usuarios. Y, según informaron, uno de los puntos principales era el tema del transporte.
Aldemar Lozano, coordinador de transporte Contra Sanjuán (empresa encargada de contratar y transportar a los usuarios de la Nueva EPS y que opera en 19 municipios del Chocó), indica que se hizo un convenio de palabra con Surandina y que los retrasos en el pago se dieron “por la alta demanda de pasajes”. "Cada día en El Carmen de Atrato están saliendo cobros alrededor de $ 2 500 000, en ocho días se pagaban entre 12 y 13 millones, entonces la demanda es alta", señala.
Según Lozano, esperan poder pagarle a Surandina y renovar el convenio para que los usuarios que tengan que viajar a Medellín logren hacerlo con esta empresa y puedan regresar el mismo día. "Estamos haciendo todo lo posible por colocarnos al día y hacer un buen convenio e iniciar a trabajar", agrega.
Beatriz Elena Restrepo, despachadora y quien ha trabajo durante 20 años en la empresa Surandina del El Carmen de Atrato, cuenta que el convenio se hizo de palabra. “Quedamos en un acuerdo de que cada tres días me cancelaba, nunca lo cumplieron y llegaban los 15, 20 días y me debían millones, solo me abonaban y desde la semana antes de Semana Santa nunca más volvieron a abonar”, recalca.
Lo que sigue
Los usuarios de la Nueva Eps esperan que luego de dar a conocer las quejas y las dificultades con el servicio de transporte de Rápido Ochoa, se adelante el contrato con Surandina para adelantar los procedimientos médicos que tienen pendientes. Por su parte, de la Secretaría de Salud informa que espera una respuesta de la coordinadora regional de la Nueva Eps.