Desde hace tres meses, 1.020 familias se asentaron en un terreno de 20 hectáreas destinado a la construcción de viviendas de interés social en San Vicente del Caguán. Los habitantes se organizaron para construir cambuches de lona y casas de madera como respuesta al incumplimiento por más de diez años de la Alcaldía.
A lo largo de tres administraciones municipales encabezadas por Domingo Emilio Pérez (2012–2015), Humberto Sánchez Cedeño (2016-2019) y Julián Alfredo Perdomo (2020-2023), los sanvicentunos esperaron la entrega de alrededor de 810 viviendas en la urbanización Villas de Marsella y 180 viviendas en Villa Joel.
Ante el constante incumplimiento, las familias, muchas de ellas de escasos recursos y víctimas del conflicto armado, se tomaron el sector conocido como Los Tubos, que llamaron Cataleya I. También ocuparon un terreno baldío del barrio La Orquídea, que bautizaron como Cataleya II, y una zona aledaña al humedal Yarumal, en la vía Palestro.
Para levantar su propia urbanización, los habitantes escogieron un vocero por manzanas distribuidas en 20 hectáreas. Las familias han contado con el acompañamiento de la Coordinadora del Suroriente Colombiano para los Procesos Agrarios Ambientales y Sociales (Coscopaz) y la guardia campesina del Losada Guayabero, un colectivo de protección territorial. Ambas organizaciones les han brindado apoyo técnico para su organización jurídica. En el caso de Yarumales, las 110 familias ya cuentan con Junta de Acción Comunal, mesa directiva y comités de concilio, deporte y trabajo.
¿Qué dice la gente?
Ariannys Milagros Valverde, residente de Cataleya I, cuenta que para todas las familias “la necesidad es muy fuerte”. “Al principio no teníamos agua, gracias a Dios ya tenemos. No tenemos energía y tampoco teníamos alcantarillado, así que tuvimos que hacer pozos sépticos”.
“Muchos somos padres y madres de familia, estamos acá por la necesidad. Necesitamos que el gobierno nos ayude, así sea que a todos nos toque pagar los lotes o reubicarnos en otro sitio porque también sabemos que este terreno era para otro proyecto, pero queremos que nos ayuden porque somos muchas familias, niños y ancianos que necesitan un techo donde vivir”, agrega Valverde.
"Muchos somos padres y madres de familia, estamos acá por la necesidad. Necesitamos que el gobierno nos ayude, así sea que a todos nos toque pagar los lotes o reubicarnos en otro sitio".
Ariannys Milagros Valverde, residente de Cataleya I
En eso coincide Ramón Antonio Rojas Martínez, un mototaxista habitante de Cataleya I. Para Rojas, lo más importante es tener “una casa, algo para habitar, porque el trabajo que uno tiene no da para mucho, alcanza solo para comer y para sobrevivir”.
Yuri Sisa, madre de dos niños y empleada doméstica, se mudó al asentamiento Yarumales porque “el sueldo para casi todas las mujeres es muy bajito, nosotras las las señoras que trabajamos en casa de familia no tenemos un salario mínimo y yo pagaba arriendo, pero no me alcanza”.
De acuerdo con Sisa, “lo único que le pedimos al gobierno es que nos den la oportunidad, que uno va pagando así de a poquito, porque uno no tiene toda la plata para conseguir un lote legalizado”.
Para mejorar las condiciones de vida en Yarumales, Shirley Muñoz, auxiliar de enfermería, le pide al alcalde que “trabajen de la mano” con las familias. “No queremos que nos regalen nada, pedimos un financiamiento para ir cancelando el lote”, dice Muñoz, quien destaca el trabajo de la comunidad. “Entre nosotros hemos construido la tubería, las cunetas y los pozos sépticos”, cuenta.
"Lo único que le pedimos al gobierno es que nos den la oportunidad, que uno va pagando así de a poquito, porque uno no tiene toda la plata para conseguir un lote legalizado".
Yuri Sisa, habitante de Yarumales
Para contar con el servicio de agua potable, las familias consiguieron el apoyo de Aguas del Caguán, cuenta Eduar Fabián Cano Almario, vicepresidente de Yarumales. Su prioridad ahora es lograr la ayuda de Electrocaquetá para contar con energía eléctrica. Sin embargo, dice Cano, “hemos hablado de eso en la comunidad, pero todavía la electrificadora no nos ha sacado el tiempo para dialogar”.
Lo que sigue
El alcalde de San Vicente del Caguán Luis Trujillo se reunió en diciembre del año pasado con un grupo de habitantes de Yarumales, Cataleya I y Cataleya II para escuchar sus necesidades y peticiones.
En una segunda reunión, que se realizó el 10 de enero de este año, el alcalde y su gabinete de trabajo anunciaron que adelantan gestiones de concertación con el Ministerio de Vivienda y Comfaca, la caja de compensación familiar para el Caquetá. Además, contó que se trabaja en un proyecto de acuerdo para presentar ante el Concejo Municipal en aras de resolver la situación, según informó el medio la Ventana Digital en su página en Facebook.
Luego de estos encuentros, Ariannys Milagros Valverde, residente de Cataleya I, cuenta que se espera que la Alcaldía realice un censo para conocer la situación de vulnerabilidad de las familias que habitan los asentamientos. “Viene una caracterización lote por lote, casa por casa, para hacer un filtro. Los estamos esperando en cualquier momento”, dice.
De acuerdo con Domingo Emilio Pérez, exalcalde del municipio, para sacar este tipo de proyectos adelante es muy importante que se “instale una mesa técnica con el gobierno nacional, departamental, municipal y con la constructora”. Y advierte: “hay un déficit de vivienda que debe estar incluido en la agenda de todo alcalde porque forma parte de la garantía de los derechos de las personas”.