Resguardo indígena de Mayabangloma. Foto: Gabriel Linares.
Resguardo indígena de Mayabangloma. Foto: Gabriel Linares.
Fonseca Noticias

Estudiantes wayúu reclaman por falta de inclusión en las pruebas del Icfes

Jóvenes de Caicemapa y Mayabangloma, en el sur de La Guajira, consideran que están en desventaja y que esto dificulta su acceso a la educación superior. Piden que las cartillas sean traducidas en su lengua y que se incluyan sus saberes tradicionales y su cultura.
¿Cómo se hizo este trabajo?
La propuesta la hice en un consejo de redacción. Me reuní con tres estudiantes wayúu de los resguardos Caicemapa y Mayabangloma y me contacté por teléfono con dos profesores y una rectora. El tema busca visibilizar la problemática que viven los estudiantes indígenas para acceder a la educación superior ante unas pruebas que no representa sus saberes. Enviamos solicitud de información y entrevista al Icfes y no obtuvimos respuesta.
Para escuchar un resumen de este artículo en Wayuunaiki, reproduzca el siguiente audio.

Las pruebas Icfes son el examen más importante de los estudiantes en espera de ingresar a la universidad. Sin embargo, la mayoría de los estudiantes rurales y comunidades indígenas no alcanzan los resultados necesarios y quedan en los últimos puestos.

Es el caso de los estudiantes wayúu, en el sur de la Guajira. Los jóvenes de los resguardos Caicemapa y Mayabangloma se sienten vulnerados frente a la manera en como se mide la calidad educativa, siendo esta generalizada y sin tomar en cuenta las diferentes realidades de los territorios y resguardos indígenas.

Aunque se han hecho prácticas de preicfes, la falta de inclusión étnica en las pruebas del Icfes sigue siendo evidente. Los estudiantes expresan estar en desventaja y, según la comunidad, falta calidad en las instituciones: las escuelas no cuentan con las dotaciones necesarias, no hay laboratorios de química ni biología y en aquellos temas que son su fuerte, como los saberes tradicionales, el campo, la economía propia y la cultura, no son tenidos en cuenta.

Estudiantes y docentes piden un enfoque diferencial

Shirly Uriana, una joven wayúu del resguardo de Caicemapa, quien presentó las pruebas Saber 11 a principios de este año cuenta que no se sentía preparada. “Me fue muy mal en las pruebas, el puntaje máximo de mi resguardo fue de 230 y solo 2 personas sacaron eso”, dice. Shirly señala que las asignaturas que se le dificultaron más fue el inglés y la lectura crítica.

En el resguardo de Caicemapa la escuela solo llega hasta noveno por lo que quienes quieran terminar el bachillerato deben estudiar en Buena Vista, municipio de Distracción. Shirly tuvo un puntaje de 168 y ese resultado no le alcanzó para estudiar en una universidad y mientras espera presentar la prueba de nuevo, está cursando un técnico en el Sena.

“Hubo preguntas que no alcancé a contestar. Preparan a los estudiantes con el preicfes los sábados y domingos en Fonseca, pero a nosotros se nos dificulta por el traslado. La mayoría de los puntajes que han sacado los estudiantes en Mayabangloma han sido de 188 de 200. Los jóvenes pierden la esperanza de ingresar a la universidad y se van perdiendo en el alcohol o las chicas se embarazan. Es muy triste depender de unas pruebas para seguir los sueños”, cuestiona Shirly.

"Los jóvenes pierden la esperanza de ingresar a la universidad y se van perdiendo en el alcohol o las chicas se embarazan. Es muy triste depender de unas pruebas para seguir los sueños"

Shirly Uriana, joven wayúu del resguardo Caicemapa

Juliana Solano se graduó de bachillerato en la Institución Etnoeducativa Rural Mayabangloma y realizó las pruebas saber 11 en agosto de este año. Cuenta que está preocupada porque espera tener un buen puntaje para estudiar en la Universidad de la Guajira. “Hay palabras muy técnicas, son muy occidentales y a nosotros como wayúu se nos dificulta mucho por la lengua y por las costumbres porque son muy diferentes. Me gustaría que aplicaran un enfoque diferencial, para que de verdad sintamos que nos toman en cuenta. Tenemos las ganas de estudiar una carrera que nos gusta, pero no podemos hacerlo porque el puntaje que sacamos en las pruebas nos limita”, señala.

"Hay palabras muy técnicas, son muy occidentales y a nosotros como wayúu se nos dificulta mucho por la lengua y por las costumbres porque son muy diferentes. Me gustaría que aplicaran un enfoque diferencial"

Juliana Solano, estudiante del resguardo Mayabangloma

Para Darilis Solano, profesora en el resguardo de Mayabangloma, el sistema educativo en nuestro país no aplica un enfoque diferencial étnico y no se está pensado desde las realidades socioculturales. “Nosotros los indígenas estamos relacionados continuamente con la naturaleza y el funcionamiento de nuestro entorno y el trabajo en las áreas propias para el fortalecimiento de nuestra cultura, muy diferente de los establecimientos urbanos que viven experiencias distintas”, agrega.

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Domiciano Epieyu, profesor y sociólogo de Caicemapa (resguardo indígena de Distracción), explica que la falta de inclusión en las pruebas también contribuye a la perdida de la cultura Wayúu, puesto que una vez el estudiante pierde la oportunidad de estudiar en la universidad, le toca salir a buscar de nuevos ingresos económicos fuera de su cultura y ante una sociedad influenciada por lo occidental. “Es importante valorar los saberes wayúu en la verificación de la calidad educativa para que el estudiante empiece a valorarse y resaltar su cultura”.

Además, el profesor Epieyu explica que los estudiantes indígenas tienen pocas posibilidades en lograr un promedio alto en las pruebas Saber por múltiples factores: uno, porque hace falta una política educativa con enfoque étnico especial surgido desde la realidad sociocultural y, por otro lado, la falta de infraestructura tanto física como tecnológica que permitan potenciar el conocimiento de los estudiantes.

“Hasta el momento en las pruebas Icfes no he visto la inclusión del saber de los pueblos indígenas, sino que nos someten a incursionar a un sistema de ellos. Elaboran unas preguntas con un contexto muy diferentes de lo que vivimos, de nuestros saberes, entonces cuando los estudiantes wayúu presentan una prueba de esas se estrella porque no va conocer las problemáticas que allí se plantean y es allí donde el joven tiene dificultades para responder”, puntualiza Epieyu.

"Hasta el momento en las pruebas Icfes no he visto la inclusión del saber de los pueblos indígenas, sino que nos someten a incursionar a un sistema de ellos. Elaboran unas preguntas con un contexto muy diferentes de lo que vivimos, de nuestros saberes"

Domiciano Epieyu, profesor y sociólogo de Caicemapa

El profesor Domiciano Epieyu agrega que se necesita una educación crítica y acorde al contexto, una educación intercultural donde haya un equilibrio: “Los jóvenes que han hecho estas pruebas no pasan de 200 puntos, y con eso no puede ingresar a la Universidad de La Guajira, esta universidad ha puesto en práctica una política de calidad, pero que está vulnerando los derechos del wayúu”.

El profesor Domiciano Epieyu junto con otros estudiantes en el resguardo de Caicemapa. Foto: Cortesía.
El profesor Domiciano Epieyu junto con otros estudiantes en el resguardo de Caicemapa. Foto: Cortesía.

Tanto profesores como estudiantes advierten que las preguntas que se desarrollan en las áreas de ciencias naturales o química están fuera de la realidad que viven los jóvenes indígenas y que no se puede comparar el nivel de educación con alguno que estudia en la ciudad.

Desde Consonante se consultó al Icfes, al área técnica de evaluación, desde el 15 de septiembre para conocer si se ha estudiado un enfoque diferencial o la realización de cartillas en otras lenguas. A la fecha no se obtuvo ninguna respuesta.

Lo que sigue

Los docentes de las escuelas de Caisemapa y Mayabangloma dicen que no van a cambiar la manera de enseñar. “Estoy formando a un estudiante más critico consigo mismo y que se sienta orgulloso con lo que es. Hemos buscado y no se ha podido llegar a un acuerdo con el Gobierno. hace como un mes se firmó un estatuto para el maestro indígena 1345. Esperamos que la prueba sea incluyente al indígena y lo evalúen de acuerdo a su realidad, traducido a nuestra lengua y con los conocimientos propios de nuestra cultura”, sentencia Domiciano Epieyu.

Los profesores indígenas esperan que el decreto 1345 de 2023, que ampara los saberes ancestrales y la participación de los pueblos indígenas, sea un primer paso para que se tome en cuenta que el sistema educativo debe ser diferencial.

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