En las estaciones de servicio de Fonseca y San Juan del Cesar durante todo el año ha ido en aumento el precio de la gasolina subsidiada. Los precios han pasado de 9.500 a 11.500 pesos cuando era común que estuviera entre los 6.000 y 8.000 pesos, lo que genera preocupación en los diversos sectores y habitantes de estos municipios al sur de La Guajira por el aumento de los precios de los tiquetes y la poca rentabilidad para los transportadores y conductores.
Sin embargo, el principal reclamo de los transportadores y ciudadanos es que la gasolina subsidiada sólo se está ofreciendo durante las primeras semanas del mes en algunas estaciones de servicio, y que la medida de los galones, según cuentan, no es completa. Ante la falta de gasolina subsidiada deben comprar un galón de gasolina en 12.800 pesos, unos 1.300 pesos más.
¿Cómo se distribuye la gasolina subsidiada?
Para La Guajira se entregan 4.859.970 galones de gasolina subsidiada (excluida de IVA y exento de arancel e impuesto nacional). Siendo 200.566 galones para el municipio de Fonseca y 217.066 galones para San Juan del Cesar.
En el recorrido hecho por Consonante el 14 de junio se encontró que tanto en Fonseca y San Juan del Cesar el precio del combustible subsidiado (también llamado gasolina con cupo) estaba cambiando en las primeras semanas de junio y se ofrecía entre 10.500 y 11.000 pesos. Los distribuidores del insumo para ambos municipios son Cariwa y Ekia a excepción de P&B (Petróleos & Biocombustibles) que solo está en Fonseca. Para la primera semana de julio la gasolina subsidiada ha subido en 11.600 para San Juan y 11.500 para Fonseca.
En San Juan del Cesar operan 11 estaciones de servicio, distribuidas en todo el casco urbano, tanto en la parte centro, como en las vías principales: La Gran Vía y la conocida carretera negra. Y en las salidas del municipio hacia Valledupar y Villanueva.
Para el caso de Fonseca hay activas 11 estaciones de servicio ubicadas entre la calle 13, o Avenida Santander, y la diagonal 12. En la carrera 12 camino hacia Conejo, corregimiento de Fonseca, -entre al barrio Prudencio Padilla y la Urbanización Villa Hermosa- se encuentra la estación de combustible Maripaz, la única que está retirada de las otras estaciones.
No todas las estaciones tienen los mismos cupos de gasolina ni la capacidad de almacenamiento e infraestructura lo que determina que en algunas de las estaciones se agote antes o después el combustible, una de las principales quejas de la gente. “Hay estaciones más pequeñas, los tanques son más pequeños y tienen menos capacidad, o solo tienen dos tanques. Eso influye para determinar el cupo”, manifiesta Mila Pamela Hinojosa, administradora de la estación de servicio Los Jubales, en San Juan del César.
La gasolina subsidiada se agota en las dos primeras semanas, en la mayoría de las estaciones, y se comienza a vender el combustible sin cupo o full. En el caso de Fonseca se dejó de ofrecer en todas las estaciones el 22 de junio y quienes necesitaban el insumo debían pagar 12.800 pesos. En San Juan del Cesar, por su parte, el servicio subsidiado estuvo hasta el 20 de junio.
Fallas en las estaciones de servicio
Una de las principales quejas de los ciudadanos en Fonseca y San Juan del Cesar es que la gasolina subsidiada se está vendiendo a precio de la gasolina corriente. "A mi me pasó con una prima que estábamos echando gasolina y fuimos a la bomba que está por el terminal y nos dijeron que se había acabado la subsidiada, y fuimos a otro lugar donde estaban vendiendo la corriente y cuando pasamos otra vez, ya estaban vendiendo gasolina barata", dice Yarlin Fragozo. Además, asegura que otra de las razones por la que la gasolina subsidiada no dura en las estaciones es porque estas han establecido contratos con particulares: "Ellos mantienen contratos con algunos carros que compran mensualmente el cupo, 300.000 mil pesos creo que pagan, entonces ellos dejan de vender al público porque ya tienen ese cupo apartado. Hay personas que tienen su carrito y compran su cupo mensual y es más barato".
Otra irregularidad es la variación de precios en las diferentes estaciones. Así lo afirma Joaquín Segundo, de 52 años y líder del corregimiento Totumo: "Acá cada gasolinera tiene un precio diferente, en una está a 10.000 pesos en otra a 9.000 pesos y cuando sube, sube a 15.000 pesos o a 14.000 pesos y no hay una estabilidad de precios".
Para quienes diariamente tanquean en estos dos municipios, la preocupación es que no existe en el departamento un control a la medida. "Es bastante preocupante la situación en el tema de las medidas. Hoy día echas un galón de gasolina aquí en La Guajira y no rinde en comparación con el departamento César. Ya hemos hecho el ejercicio de agarrar un galón y compararlo con uno de allá y efectivamente la cantidad varía”, afirma Jorge Peralta, quien lleva 13 años como transportador.
“Se necesita ver cómo se reparte la gasolina subsidiada, hasta qué punto lo venden, de qué forma llevan el control y para cuándo llega la gasolina con el precio pleno. No veo control de precios de la medida por ningún lado, hay bombas aquí que manejan diferentes precios hasta de 300 pesos, nuestra preocupación es que la gasolina que fue subsidiada se deje guardada para venderla más adelante con precios más elevados”, puntualiza.
Otra de las quejas es que la E.D.S Sur Guajira, una de las estaciones más reconocidas y antiguas de Fonseca, fue sellada hace unos meses y dejó de vender gasolina a la población. "Esa bomba está abandonada, la dejaron ahí tirada afectando al pueblo. Esa bomba tenía un cupo grandísimo de 26 mil galones y luego decidieron arrendarla a una empresa y no nos está beneficiando del subsidio que el Gobierno dio”, afirmó una fuente del sector quien pidió reservar su nombre. En el recorrido se encontró que el sitio está acordonado por cintas amarillas, sin letreros de precios de combustibles y sin logística correspondiente de ventas.
Los dueños de las estaciones pueden acceder al combustible a través de la página Sicom (Sistema de Información de Comercialización de Combustibles). A cada administrador le asignan un usuario y contraseña donde deben solicitar mensualmente la gasolina subsidiada, dependiendo los cupos. También pueden comprar gasolina a precio nacional siempre y cuando puedan demostrar que tienen capacidad de venta y almacenamiento, según confirma Ariel López Morón, presidente de la estación de servicios DIMIGUA. (Los datos por municipio y cupos entregados se pueden consultar en este enlace)
Además, desde la ley 2135 de 2021 se establece que el Ministerio de Minas y Energía tiene la función de distribuir los combustibles líquidos derivados del petróleo y de biocombustibles y sus mezclas, y establecer el régimen de precios.
Por su parte, las quejas por el control de las ventas y el cupo debe ser asumido por la Alcaldía de cada municipio y la Superintendencia de Industria y Comercio. El secretario de Gobierno de Fonseca, Eder Hugues Peñaranda, informa que hacen visitas de verificación de los precios, pero que todo parte del gobierno nacional. “El tema de la gasolina es un tema macroeconómico, esos precios son nacionales y que nosotros debemos entender. Si las estaciones de servicio superan esos precios hacemos el control. El control es permanente y hemos encontrado diferencias muy bajas y no son significativas”, dice.
Sin embargo, Hugues no confirma cada cuánto se hacen las visitas, los controles o la recepción de quejas. De la Alcaldía de San Juan del Cesar, por su parte, no entregaron información sobre las quejas ni el control que hacen a las estaciones.
Las afectaciones de la gente por la subida de la gasolina
El incremento que se está registrando cada mes en los precios de la gasolina en los municipios de San Juan y Fonseca ha generado un impacto significativo para el sector transporte y los ciudadanos tanto por el precio de los pasajes, el aumento de la canasta familiar y a su vez el costo de vida de los ciudadanos.
Este año el gobierno de Gustavo Petro ha impulsado el aumento de precios para contrarrestar el déficit fiscal que registra el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Estos precios van frente a la gasolina corriente o full (sin subsidios) que oscilaba para junio a un precio máximo de 12.800 pesos.
En Fonseca, San Juan del César y la mayoría de los municipios del departamento usan el insumo tanto para transportarse a diario hacia otros municipios o departamentos, como para sus actividades económicas. Siendo la motocicleta el principal medio de transporte y de empleo para cientos de guajiros.
- Aumento de los pasajes
El sector transporte del departamento ha sido uno de los más golpeados. Los vehículos deben ser tanqueados diariamente y, a raíz del aumento que se viene dando, los conductores que hacen parte del gremio han subido los precios de los pasajes justificando que ya no les está alcanzando lo que normalmente hacían en sus viajes.
Fidel Pitre, líder de los transportadores del sur de La Guajira, asegura que los precios de las diferentes rutas del departamento han tenido un cambio. "El pasaje de Fonseca a Riohacha estaba por 23.000 y ahora quedó en 30.000, el pasaje de Maicao a Fonseca estaba en 20.000 y ahora está en 27.000, el pasaje de Fonseca a Albania costaba 10.000 y quedó en 15 mil pesos, el de Hatonuevo se cobraba en 6.000 y ahora quedó en 8.000 (...) Nos preocupa eso porque está afectando el buen funcionamiento de nuestro transporte y tenemos que sumarle el aumento en el costo de operación y mantenimiento de nuestros carros".
El costo de traslado hacia la ciudad de Valledupar, una de las rutas más transitadas, también ha tenido un aumento. "El pasaje para Valledupar está en 18.000 y anteriormente estaba a 15.000 pesos. Con una gasolina subsidiada de 11.000 pesos cobrar un pasaje de 15.000 no es sostenible para nosotros", manifiesta Jorge Peralta, transportador de la ruta hacia Valledupar.
Peralta, más conocido como ‘Chicho’ en el sector transporte, tiene más de 13 años de estar viajando hacia la ruta de San Juan/ Valledupar y Valledupar/San Juan en el transporte informal. Dice que las ganancias han disminuido y los carros ya no viajan con la misma frecuencia que antes. “Las ganancias han bajado, antes uno ganaba entre 80.000 y 90.000 pesos y ahora estamos con alrededor de 40.000 a 50.000 pesos diarios", agrega.
Los mototaxistas no se quedan atrás y han aumentado los costos. Así lo manifiesta Eliécer Mendoza, un joven de 28 años, quien lleva trabajando de mototaxista desde hace cuatro años y quien diariamente debe pagar una tarifa de 18.000 mil pesos al dueño de la moto que maneja. “Si la gasolina sube, nosotros subimos el precio de las carreras. Antes estaba a 1.500 y ahora la subimos a 2.000. El cambio es por obligación, no es porque queramos, generalmente para poder pagar 18.000 de tarifa y 12.000 de gasolina son 30.000 en gastos. A eso se le suman los gastos de comida y otros que surjan”, relata Mendoza.
El aumento de los precios ha generado conflicto entre los transportadores y usuarios. Joaquín Segundo, habitante y líder del corregimiento de El Totumo y quien hace uso del transporte para poder salir de su pueblo hacia la zona urbana, asegura que en los últimos años ha incrementado el precio con y sin el aumento de la gasolina. "En el 2019 pagábamos $ 4.000, la subieron en 2020 a $ 5.000 y llegó el 2023 a $ 6.000. Cada mes la gasolina sube y de ahí los transportadores se agarran para subir el precio del transporte", asegura.
Segundo recalca que se necesita establecer un precio fijo de los pasajes. “La Alcaldía debe crear una ley o un decreto donde se fijen los precios de los transportadores y la venta de gasolina en el municipio de San Juan. Había una norma que el alcalde hacía cada año para establecer la tarifa y hacerla pública por la radio y la gente con eso tenía cómo reclamarle al transportador, pero ya no lo están haciendo. La queja no es solo en El Totumo sino en todas las comunidades”, dice.
Por su parte, Yeifran Toncel Cervantes, mototaxista y habitante del barrio El Carmen (en Fonseca), recalca que deben subir los precios de los pasajes para poder sostenerse. “Ha sido traumante para ellos, uno viene siendo el malo de la película hasta terminan tomando fotos para hablar con la Policía y dársela a Tránsito porque estamos cobrando lo que no es. Y lo que no se fijan es que la gasolina ha subido y con esto los repuestos de las motos y las llantas", asegura.
Lo mismo opina Jorge Peralta, líder transportador: “La gente ha tenido un total rechazo al aumento de los pasajes, yo les pido que nos entiendan, no es porque queremos sino porque nos toca. Un galón de gasolina cuesta 11.000 pesos y el carro que menos gasta se tanquea con 4 galones serían 44.000 pesos, más el gasto del taxi que son 6.000, sería un total de 50.000 y sin derecho a desayunar”.
También hay personas que diariamente tienen que trasladarse fuera de sus municipios a cumplir con sus horas laborales. Yarlin Fragozo, de 28 años, vive en San Juan del César con su hija, y viaja a diario a Barrancas para trabajar como auxiliar administrativa. Asegura que actualmente se le hace difícil poder tomar un carro porque no la quieren llevar: "El año pasado pagaba 5.000 pesos de aquí (San Juan del Cesar) a Barrancas, me estaba gastando 10.000 diarios y este año me tocó aumentarle a 6.000 y a veces hasta 7.000 me toca darle para que me traigan, siempre manifiestan que la gasolina está cara", cuestiona.
- Poca rentabilidad para el sector transporte y los usuarios
Esta situación, además, ha provocado que este medio de trabajo sea poco rentable para los conductores. Cuentan que ante el aumento de los precios han disminuido los pasajeros.
“Hay conductores que demoran dos y tres días sin viajar, durante la mañana en el terminal hay de 12 a 15 carros ahí parados, antes no se veía esto. Esto está generando el aumento del pasaje y la escasez de pasajeros”, lamenta Jorge Peralta. Además cuenta que tiene compañeros que manejan carros ajenos y que para ellos es mucho más difícil. "Los conductores que no tienen carros propios tienen que dar una tarifa de 60.000 pesos, se estarían ganando nada más 30.000 pesos y anteriormente uno podía ganarse en el día 120.000 a 140.000 pesos”, explica.
Por esta razón, varios conductores han tomado la decisión de dejar este trabajo y buscar uno que les permita llevar el sustento a sus casas. “Se han retirado varios (conductores), porque el que maneja carro ajeno tiene que pensar en pagar tarifa y no están viajando. Eso hace la vida más difícil a uno. La semana pasada viajé dos días porque no hubo pasajeros, en un día que me vaya bien me estoy ganando 70.000 a 80.000 pesos, me gustaría ya dejar el carro e ir al campo”, cuenta Dagoberto Cuello, de 63 años y quien cubre la ruta de San Juan del César a Maicao.
“Con el tema del incremento de la gasolina nuestros ingresos en nuestra actividad han disminuido mucho porque escasamente estamos haciendo para las tarifas”, manifiesta Fidel Pitre.
Por su parte, los pasajeros también están preocupados. "Por lo menos a mí me tocará tomar una decisión respecto a mi trabajo, si sigo viajando o me radicó allá, o si lo dejo. Porque no me va a ser rentable estar viajando", dice Yarlin Fragozo, quien viaja todos los días de San Juan del Cesar a Barrancas.
¿Qué dicen los administradores y dueños de bombas?
Las estaciones de servicio en ambos municipios a inicio de cada mes reciben la gasolina subsidiada en la cantidad que se les ha asignado.
En alguna de las estaciones está gasolina subsidiada no es suficiente para todo el mes. Tal es el caso de la estación de servicio Los Jubales, en San Juan del César, administrada por Luis Orozco quien asegura que el cupo no es suficiente y que solo les dura por mucho los 11 primeros días del mes. "El cupo no nos alcanza, nos dura de 10 a 11 días y de ahí en adelante la compramos al precio full y se ve una disminución de las ventas”. Orozco indica que por esta situación se ven obligados a comprar la gasolina a precio sin cupo, que termina siendo costosa y generando un impacto en los consumidores: "La problemática que tenemos con el tema del cupo, es que no alcanza para el parque automotor del pueblo, entonces nos vemos en la tarea de tener que comprar el combustible a precio full que es ahí donde el ciudadano se ve afectado”.
“Aquí el orden debería ser que los dirigentes políticos buscarán la manera de ponerse de acuerdo y estudiar a fondo a esta problemática, porque es una cadena donde todos nos vemos afectados”, agrega.
Por su parte Raúl Fragozo, propietario de la EDS Marta Vanessa, EDS séptima avenida y otra en el campamento Cerrejón y representante de la seccional de Fendipetróleo a nivel Guajira, reclama que los incrementos son “políticas de orden nacional y que escapan a nuestra reglamentación” y que ellos son los que deben enfrentar las quejas de los consumidores. “En ningún municipio se pensó tener un precio tan alto, como en estos momentos. Se crearon unas zonas de frontera para beneficiarse de este subsidio pero eso hoy no se está cumpliendo, porque se está observando cada vez más alto el precio de la gasolina. Aquí se hizo una distribución de cupos el año pasado a principios y en esa distribución el municipio de San Juan no salió muy favorecido y no se justifica que estaciones de servicio en el municipio de Barrancas tenga 100 mil galones una sola estación de servicio, es casi el 45 por ciento del cupo total en San Juan, esta desproporción genera competencia desleal”. El aumento del cupo de Barrancas pasó de 173.078 galones a 741.946 galones, incremento que el sector dice que es injustificado.
Ariel Lopez, presidente de Dimigua (una de las dos asociaciones de servicio de La Guajira que vincula a 73 estaciones de servicio en su mayoría las del sur del departamento), dice que uno de los principales llamados de los administradores es tener más cupo, pero que el Gobierno no les ha dado respuesta.
“El cupo subsidiado es muy limitado desde Fonseca hasta Las Jagua excluyendo a Barrancas y los otros municipios como Dibulla y los de Fonseca hacia Urumita, el cupo es muy irrisorio. Hay estaciones de servicio con cupos de 2.000 y 3.000 galones y eso no alcanza ni siquiera para dos o tres días. Ahora por la proliferación de estaciones de servicio eso hace que al menos en el sur de La Guajira el combustible perdure o dure 15 días del mes”, recalca.
Mila Pamela Hinojosa, administradora EDS Los Jubales en San Juan del Cesar, cuenta que desde hace cuatro meses les bajaron el cupo a todas las estaciones. “En estos momentos estamos manejando 16.000 galones de gasolina a precio subsidiado. Somos una estación que tenemos la medida correcta y sé que el público se va dando cuenta, cuando van a otras estaciones, en unas les rinde más que en otras. Anteriormente el cupo subsidiado se nos acababa a los 10 días y teníamos que comenzar a pedir a precio full y ya ahí el precio sube”.
Hinojosa asegura que el precio “no se da arbitrariamente”. “Hay una plataforma del Ministerio a la que nosotros tenemos que hacer una nueva declaración de precios apenas inicie el mes. Si ellos se dan cuenta que el precio es distinto obviamente nos van a multar o a investigar. El precio es el que es y no hay cómo bajarlo”, agrega.
Un administrador de una estación de servicio quien pidió reservar su nombre cuenta que son minoristas de un comercio en el que están los distribuidores Cariwa, Ekia, P&B, Terpel y el resto que operan en el país. “El combustible no se puede vender a un precio por encima de lo estipulado por el Ministerio de Minas porque se estaría cayendo en usura, pueden suspenderme mi código y la bomba se cierra”, dice.
Tanto los administradores de las estaciones de servicio como los transportadores y ciudadanos piden que haya un precio fijo que regule el precio de la gasolina y de los pasajes. Y, por otro lado, que la Alcaldía controle las ventas y el manejo de la gasolina subsidiada.