¿Por qué es importante?
En Manaure se han identificado 296 especies de aves, según Pedro Pablo Contreras, quien lleva viviendo en la zona rural desde hace 33 años y lleva 10 años como guía y pajarero. Este municipio es un territorio geográficamente privilegiado. Al estar en las estribaciones de la Serranía del Perijá, cuenta con diferentes pisos térmicos y ecosistemas que permiten la presencia de muchas especies aves y árboles. Las alturas varían entre los 360 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m) en la parte más baja del municipio, cerca a La Paz, y los 3.300 m.s.n.m en Sabana Rubia, un páramo a dos horas de la cabecera municipal.
Qué está pasando:
Desde hace un poco más de tres años ha cobrado fuerza entre los pajareros del municipio la participación en el Global Big Day, la competencia mundial de observación de aves que organiza el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell en Estados Unidos.
Los participantes deben registrar en el transcurso de 24 horas, todas las especies de aves que encuentren en sus territorios. Estos registros deben subirse a una plataforma de ciencia ciudadana llamada e-Bird, también del Laboratorio de Ornitología. El país que logre sumar más registros, gana.
El sábado pasado se llevó a cabo el October Big Day, la segunda versión en el año de la competencia global. Colombia fue el país que sumó más registros, con 1.334 especies observadas, hasta el 12 de octubre al mediodía. El departamento del Tolima fue el territorio con más registros. Cesar sumó 197 y se ubicó en el lugar número 21.
Pero la popularización de esta práctica también se ve reflejada en varios aspectos de la realidad local:
1. Cada vez hay más pajareros: los buenos resultados en estas competencias ayudan a la consolidación de grupos de pajareros y a la visibilización de nuevos territorios para la observación de aves. Este es el caso de Tytira Pajarera Manaure, un grupo que desde 2018 reúne jóvenes estudiantes, docentes, campesinos y campesinas y profesionales en torno a la observación de aves y el intercambio de conocimientos en Manaure.
2. Se está impulsando la conservación de los ecosistemas: tanto las personas que trabajan en aviturismo como los pajareros coinciden en algo: para garantizar el avistamiento de aves es necesario cuidar de sus hábitats, evitar la tala e impulsar la siembra de árboles nativos y frutales. Este ha sido un trabajo que se ha hecho colectivamente entre los habitantes del casco urbano, los campesinos y campesinas de las zonas rurales y las reservas naturales.
La zona rural del municipio es el corazón de las prácticas del pajareo y el aviturismo y es allí donde también se vienen llevando a cabo iniciativas enfocadas en la conservación. Este es el caso de los campesinos y campesinas de la vereda El Cinco, a dos horas de la cabecera municipal y a 2.400 m.s.n.m, quienes comenzaron a cambiar sus prácticas de cultivo para evitar la deforestación.
3. Han surgido iniciativas de aviturismo: además de los grupos ciudadanos se encuentran otros espacios que han ido fortaleciendo el aviturismo y la conservación en el municipio como son Tierra Grata Ecotours, La reserva ProAves Chamicero del Perijá y la Reserva Natural Los Tananeos.
Tierra Grata, antiguo espacio de reincorporación transitorio de capacitación y reincorporación (aETCR) ubicado a 10 km de la cabecera municipal de Manaure, tiene uno de los proyectos de aviturismo más avanzados del municipio. Tierra Grata Ecotours ofrece recorridos para observar aves por la zona e incluso en otros departamentos. En este territorio se pueden observar hasta 34 especies de aves. Además, ofrecen talleres a otras personas que estén interesadas, como es el caso de los jóvenes y los campesinos.
Los procesos de formación que ofrecen son también una manera de lograr la integración con la comunidad. “Al principio ellos no conocían la región, así que tuve la posibilidad de guiarlos para que conocieran el territorio y así también ayudar a impulsar el turismo experiencial que tienen acá. Nosotros también nos hemos capacitado con ellos en fotografía, vincularon a las personas que estábamos en el sector para que recibiéramos la misma capacitación que ellos iban a recibir”, dice Contreras.
Además de los recorridos de observación, en algunas fincas de Manaure se llevan a cabo otros procesos pedagógicos y de sensibilización en torno a las aves. Una de estas es Chilapacha, donde se organizan actividades para niños y niñas que vinculan las aves y la conservación. “Salimos con los niños, hacemos el recorrido por las rutas definidas, hacemos observación de aves, escuchamos el canto, tomamos fotografías y luego nos reunimos para compartir las experiencias”, dice Kevin Sánchez, pajarero y guía.
Las aves que solo se avistan en la zona
Uno de los grandes atractivos de pajarear en Manaure y sus zonas rurales, es observar las aves endémicas de la Serranía del Perijá. Como:
- Colibrí del Perijá (Metallura Iracunda): esta ave es pequeña y tiene el pico corto. “Es considerada una especie amenazada. Dentro de sus características está el rojizo del hombro, la cola roja castaño y las puntas claras en la cola. Esta especie habita entre los 2.700 y los 3.600 metros sobre el nivel del mar”, cuenta Sánchez.
- Chamicero del Perijá (Asthenes Perijana): una de sus características es su cola larga y delgada. Las plumas son de un marrón rojizo. Habita entre los 2.500 y 3.600 metros sobre el nivel del mar. Suele encontrarse en bosques enanos y arbustos y también en áreas abiertas de musgos y pastos.
- Gorrión Montes de Phelps (Arremon Perijanus): solo es posible encontrarlos en los bosques húmedos de montaña de la Serranía del Perijá. A diferencia del colibrí y del chamicero, esta especie se habita en altitudes más bajas, en el sotobosque entre los 300 y 1200 m.s.n.m, especialmente cerca del borde del bosque.
- Gorrión Montes de Perijá (Atlapetes nigrifrons): “Es poco común en el bosque húmedo tropical”, cuenta Kevin. Esta especie también se encuentra en altitudes entre los 1.100 y los 2.850 metros sobre el nivel del mar. Tiene un manto gris y la corona de la cabeza es semi anaranjada.
- Tapaculo del Perijá (Scytalopus sp): “Es poco común en el sotobosque subtropical y se describió recientemente. Tiene un color gris marrón pálido, su canto es rápido, dura menos de un segundo, repetido cada 4 a 8 segundos”, agrega Sánchez.
Además de las endémicas, también es posible observar otras aves como los tucanes (en Manaure se han registrado cuatro especies), los quetzales, los cucaracheros, el pinzón alidorado, varias especies de azulejos, el saltarín coludo y diversas especies de tangaras.
Lo que sigue:
Todavía falta mucho para que se consolide el turismo de aves en Manaure. A pesar de que hay varias iniciativas en el municipio, algunas personas esperan que se pueda articular mejor el trabajo que diferentes organizaciones están haciendo en el territorio. Poco a poco se ha ido fortaleciendo la idea de que puede traer el desarrollo de nuevas economías, y crear nuevas oportunidades laborales para los jóvenes y campesinos.
“Si los jóvenes y las jóvenes nos seguimos interesando por estudiar las aves podemos trabajar procesos transversales: ambientales, sociales, culturales con todo el fortalecimiento de la promoción de la identidad”, dice Kevin Sánchez.
- Algunos jóvenes interesados en el tema piden que aumente la oferta de formación en aviturismo.
- También está pendiente la pavimentación de 10 kilómetros de placa huella de una de las vías rurales que lleva a las veredas en la parte alta del municipio, donde se hace avistamiento de aves. Este proyecto está financiado con los recursos OCAD Paz, en el marco de los PDET, como contamos en esta nota.