Entre los afiliados de la Nueva EPS en el Carmen de Atrato se ha vuelto común una frase: “no le han pagado a la farmacia; no están entregando los medicamentos”. Los pacientes, que como muchos en el sistema de salud colombiano, requieren superar una cadena de autorizaciones, citas y fórmulas, deben frenar sus tratamientos porque desde hace dos meses la Droguería El Descuento no recibe los pagos de la EPS. Los pacientes, desde entonces, han quedado en medio de un proceso que no entienden.
Pacientes con tratamientos interrumpidos: Melissa Rueda Serna, madre de un niño de cinco años diagnosticado con esquizofrenia, denuncia que desde hace dos meses no le entregan los medicamentos que requiere para su tratamiento en El Carmen de Atrato (Chocó). El menor necesita unas gotas de Tractal Risperidona que deben ser suministradas a diario para garantizar su calidad de vida.
“Él necesita 10 gotas diarias y las gotas duran aproximadamente de ocho a quince días. Como no conseguimos las gotas, le tuvimos que dar una presentación en pastillas, pero esto le está perjudicando. Tiene efectos secundarios, le está dando dolor de cabeza y lo está indisponiendo mucho. Las gotas cuestan 12 mil pesos, pero por ser medicamentos psiquiátricos no todas las farmacias las traen”, cuenta Melissa Rueda, quien trabaja en un asadero y afirma que no tiene el dinero suficiente para comprar la medicina que requiere su hijo.
Melissa no envió a su hijo al colegio durante las dos últimas semanas. “Cuando él no tiene el medicamento es agresivo, le pega a las personas y no quise tener problemas con sus compañeros ni con la profesora”.
Otro caso es el de Gloria Cecilia Tirado, diagnosticada con diabetes: “me enviaron unas inyecciones para controlar el peso. También necesito unas tiras para medir el azúcar y me ha tocado comprar la insulina porque no me la entregan”.
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¿Quién responde? Carlos Augusto Muriel, farmacéutico y propietario de la Droguería El Descuento, explica que dejó de entregar los medicamentos por el retraso en los pagos. “Me dejaron de pagar a principios de octubre, pero veníamos con unos meses vencidos. La Fundación Santa Sofía de Asís me estaba abonando, pero la deuda sigue siendo muy alta, por más de 150 millones de pesos”, indica.
La Fundación Santa Sofía de Asís, de Quibdó, es el prestador de servicios de la Nueva EPS y fue quien contrató a la Droguería El Descuento para entregar los medicamentos. Consonante contactó a la Nueva EPS para conocer por qué hay demoras en el pago y cómo se está garantizando la entrega de medicamentos a los usuarios, pero no obtuvo respuesta.
El principal problema del sistema de salud en todo el país: La no entrega de medicamentos es la barrera más común en el acceso a la salud, según un informe de la Asociación de Pacientes de Alto Costo con quejas recibidas a nivel nacional durante el 2021.
Su presidente, Nestor Álvarez, recalca que las EPS no pueden redireccionar su responsabilidad, como en el caso del Carmen de Atrato, a los prestadores o proveedores. “La salud es un derecho individual y la Nueva EPS es la responsable de garantizar los derechos del paciente. Las EPS abandonan al paciente diciendo que los proveedores son los que deben hacerse cargo, no hay un sistema claro para la entrega de medicamentos y esta es una de las principales deficiencias del programa de salud”, advierte.
“Esta situación se acentúa más en las zonas más apartadas del país porque no cuentan con las mismas ofertas y con menos proveedores. Los pagos deben hacerse máximo a los 30 días y resulta que esto no pasa, si no hay dinero no hay cómo suministrar un servicio. Los pacientes quedan perjudicados y deshumanizados en el sistema de salud”.
Por su parte, el abogado y salubrista Johnattan García Ruiz advierte que en Colombia “existe una deuda entre intermediarios de salud” que afecta directamente a los usuarios y a su servicio. “Más allá de las EPS se requiere de una entidad que se encargue de vigilar y de negociar todo lo que se hace en salud”, indica.
Lo que sigue: Ana María Muñoz Olaya, Secretaría de Salud y Bienestar Social del Carmen de Atrato, recalca que es un tema preocupante y advierte de un problema mayor: “Los usuarios de El Carmen de Atrato pueden desplazarse hasta Quibdó para solicitar la entrega de sus medicamentos. Pero este trayecto, les implicaría un trayecto de cinco horas”. El costo de los pasajes es de 90.000 pesos, una cifra que puede superar el valor de los medicamentos que deben ir a reclamar.
La Secretaria de Salud no tiene un conteo de las quejas que han atendido, pero Muñoz afirma que ha conocido casos de pacientes con enfermedades crónicas en los que no tener el medicamento afecta significativamente su vida. “Muchos no tienen la economía suficiente para comprarlos por cuenta propia o un familiar que se haga cargo. La afectación no sólo es a nivel físico, sino también a nivel mental porque la persona puede colapsar. Esto es muy complejo”.
Estas quejas ya han sido reportadas, según cuenta Muñoz, a la Superintendencia Nacional de Salud y a la Secretaría de Salud Departamental. “Espero que se logre un acuerdo, ya sea con esta farmacia u otra. Nosotros no tenemos un preferido, lo que necesitamos es que se cumplan los protocolos y que funcione”.
Si usted tiene una queja sobre un medicamento que no le han entregado puede reportarlo en esta página https://www.pacientesaltocosto.org/