En la Casa de la Mujer en Tadó, el espacio que prometía fortalecer el emprendimiento en el municipio para las mujeres, hoy solo hay un salón de belleza y un restaurante en el que trabajan 8 mujeres. En el salón funciona un restaurante donde venden desayunos y almuerzos, y el área de belleza, donde se realizan manicure, pedicure y peinados. El reclamo principal de las mujeres es que 90 emprendedoras, que se capacitaron por Asodamas (asociación que se encargó de la formación de las mujeres), no hacen parte de los programas y, por eso, piden a la Alcaldía que se abran nuevos espacios de producción y se involucren más personas.
En el municipio hay 9.000 mujeres, que representan al 50 por ciento de la población total y viven de empleos informales: trabajo por horas en minería, venta de productos en la plaza principal y en restaurantes. Por lo tanto, esperaban que ese lugar les permitiera abrir nuevas plazas.
¿Qué dicen las mujeres?
Las capacitaciones que recibieron por Asodamas se hicieron en temas como: memoria histórica, emprendimiento e innovación, economía solidaria, seguridad alimentaria, balance financiero, situaciones de violencia, cursos de belleza y reciclaje. Pero no se abrieron proyectos productivos ni emprendimientos en todos estos aspectos.
Sandra Perea, representante legal de la Asociación por la salud y la belleza de las mujeres en Tadó, señala que aunque fueron convocadas para hacer parte de los proyectos, no han podido participar en la casa de la mujer. “Más de 120 mujeres fuimos convocadas para dos emprendimientos, uno para belleza y el otro para restaurante con el objetivo de visibilizar nuestro trabajo y lograr una independencia propia. Planteamos salir adelante con los productos de la región y con comidas típicas y no tuvimos la oportunidad de participar. Hay egoísmo y este espacio sirvió para pocas mujeres”.
“Como mujer y lideresa, hoy pedimos que la casa social sea liderada por una persona que tenga el compromiso y que dé la oportunidad a aquellas mujeres que fueron aisladas”, agrega. Perea cuenta que aunque su grupo está legalizado ante la Cámara de Comercio no tienen cómo impulsar sus emprendimientos por falta de un espacio y de recursos. “Nos prometieron un espacio para impulsar las artesanías y nuestra memoría histórica y de eso no existe nada”, recalca.
Otra mujer, que pidió no revelar su nombre y se dedica al comercio, pide que estos lugares no se usen como fortín político: “La mujer tadoseña está olvidada porque a todo le meten politiquería, si no estás con x candidato, no te aceptan. Esperamos que esta nueva administración nos ayude porque muchas queremos emprender, solo que necesitamos un empujoncito. Necesitamos mayor énfasis en educación financiera y apoyo a nuestros emprendimientos”.
Una lideresa, integrante del grupo de mujeres que trabaja en la casa social, describe que les faltan herramientas de trabajo. “Este es un lugar que debemos sostener nosotras y de lo que ganamos sacamos un incentivo para mantener el salón y el restante para sostener nuestros hogares. Soñamos con que sea un espacio para apoyar y resaltar los emprendimientos”.
“Nos preocupa es que el techo está en mal estado y se está cayendo, le pedimos a la Alcaldía revisar la estructura y que nos ayude con todos los proyectos”, dice.
¿Qué dicen las autoridades?
La casa de la mujer fue promovida por la administración del exalcalde Cristian Copete. Y se llamó Casa Social de la Mujer de Tadó Margareth Cristal, nombre que hace referencia a la hija de la gestora social y exprimera dama, Sandra Perea.
Desde el plan de gobierno de la administración de Cristian Copete, quien dijo que se “la jugaría todo por las mujeres”, se consignaban cuatro acciones: construir la casa de la mujer, formular e implementar la política de la misma, crear la coordinación de la mujer y establecer estrategias de prevención de la violencia intrafamiliar. De las anteriores solo se trabajó en la casa de la mujer. El municipio sigue sin una política a favor de las mujeres y tampoco hay programas para la prevención de la violencia intrafamiliar.
Tatiana Barrios, coordinadora de la casa de la mujer, cuenta que fueron las mujeres quienes pidieron que los dos programas a implementar fueran el restaurante y el salón de belleza. “Estos proyectos fueron pedidos por las mujeres. Si una de ellas no está bien económicamente y tiene conocimientos en belleza y en restaurantes, podemos ofrecerle hacer parte. Además, incluimos a mujeres de otros municipios o de otras regiones”.
Según Barrios, la atención no se limita en estos temas. “En estos momentos cualquier mujer que se sienta vulnerada en sus derechos de salud en el hospital puede acercarse a nuestra casa de la mujer. Actualmente no tenemos el equipo psicosocial, pero hacemos la guía y la ruta ante la Comisaría de Familia”, recalca. Sin embargo, Barrios destaca que no hay recursos para más cursos.
Por su parte, desde la Alcaldía se informa que se está trabajando en una política pública a favor de las mujeres. Luis Palacios, secretario de Gobierno, indica que se está avanzando en la formulación de la política y que será socializada con ellas. “Se están haciendo unas propuestas y trataremos de avanzar y de ver cómo permitimos que las mujeres de Tadó puedan ser beneficiarias de este programa. Desde la Alcaldía haremos una convocatoria para que nuestras mujeres se postulen y que sean partícipes del proyecto”.
“Desde nuestro plan de desarrollo, que ya está en construcción, se incluye a las mujeres y a todos los miembros de la comunidad”, agrega.
Palacios también cuestiona que desde la administración anterior solo se dejaron dos proyectos y plantea que se estudiará la posibilidad de otros emprendimientos: “Se necesita una estrategia para que las mujeres puedan acudir a hacer otro tipo de oficio profesional que les permita obtener recursos. La Alcaldía está dispuesta a apoyar otros emprendimientos que las mujeres presenten y que la ley nos permita”.