El segundo período académico del año escolar ya inició, sin embargo, cerca de 200 estudiantes de la Institución Educativa Nuestra Señora de la Pobreza y Nuestra Señora de Fátima de Playa de Oro en Tadó no han recibido clases de matemáticas, inglés, español, ni contabilidad. En las dos instituciones faltan cuatro docentes, por ende, decenas de estudiantes empezarán sus prácticas empresariales y presentarán el icfes sin ver las materias necesarias para una formación completa que garantice un buen desempeño. El panorama se repite a lo largo de los 30 municipios no certificados del departamento, donde faltan aproximadamente 500 docentes, según cálculos de la Secretaría de Educación.
“Según los requerimientos que yo he recibido, hay solicitudes de 500 docentes que se necesitan en el departamento. A lo que nosotros no tenemos cómo suplir porque es el Ministerio de Educación el encargado de permitir y pagar por esas contrataciones”, dice Yina Paola Reales, secretaria de Educación del Chocó.
La situación tiene preocupada a toda la comunidad. El 8 de abril más de 630 estudiantes de la Institución Santa Teresita, del corregimiento El valle, del municipio de Bahía Solano, entraron en paro indefinido por la falta de dos docentes. Y el 23 de abril el consejo estudiantil, la contralora y la personera de Nuestra Señora de la Pobreza de Tadó lideraron una protesta en la que reclamaron por la falta de profesores.
“El día que salimos a la protesta logramos ser escuchados por las autoridades municipales. Ellos se comprometieron a solucionarnos esta problemática hasta el 15 de mayo, pero no veo mucho movimiento a ese acuerdo. Mis compañeros estudiantes están muy pendientes a la solución de esta problemática, de lo contrario, estamos dispuestos a salir a las calles nuevamente, a reclamar nuestro derecho a la Educación”, dice Keira Daliana Ibargüen, contralora del colegio Nuestra Señora de la Pobreza.
Aunque en casi todos los municipios faltan docentes, la situación más crítica la tiene la zona del Darién, conformada por los municipios Acandí, Belén de Bajirá, Carmen del Darién, Riosucio y Unguía; y los Baudoes: Alto Baudó, Bajo Baudó y Medio Baudó. “Tenemos colegios en este momento donde los niños se están graduando sin ver matemáticas, sin ver biología o química. Es una exigencia al Gobierno Nacional, así sea hacerlo por fases, pero hay que darle al Chocó los docentes que se necesitan”, denuncia Reales.
Siete años con déficit de docentes
Actualmente en el Chocó hay 647 puestos administrativos y 3.853 docentes, un cupo que no ha aumentado desde 2017, cuando la educación estuvo intervenida y manejada directamente por el Ministerio de Educación. “Desde que nos entregaron nuestra planta está reducida en más de un 50 por ciento de cómo funcionaba cuando estaba intervenida, los recursos también. Por ejemplo, cuando estaba intervenida, los recursos para aseo y vigilancia eran para todos los meses del calendario escolar, ahora solamente nos habilitaron tres meses para este año. Cuando le devuelven la educación al departamento la devuelven con restricciones”, explica la funcionaria.
A pesar de que desde 2017 la población estudiantil ha aumentado, según cifras del Sistema de Matrícula Estudiantil –Simat–, este año hay 116.653 estudiantes matriculados, 4.883 más que el año anterior (111.770) y 10.581 estudiantes más que los que había en 2019 (106.072).
La única forma de que la Gobernación pueda incluir un docente nuevo es que uno de los 3.853 actuales fallezca, renuncie o se jubile. En esos casos, el docente se nombra solo con el aval de los Consejos Comunitarios o de las Asociaciones Indígenas. En el departamento solo los municipios San José del Palmar y El Carmen de Atrato participan en el concurso docente nacional. Al final, aumentar la planta docente es decisión única del Ministerio de Educación Nacional.
“Finalmente es el Ministerio de Educación quien les paga a los docentes, nosotros como departamento no tenemos cómo asumir una carga prestacional de 500 docentes y ninguna entidad territorial lo hace. Hasta que el Ministerio de Educación no nos amplíe la planta en el Chocó nosotros nunca vamos a tener los docentes completos”, agrega Yina Reales.
Con este panorama la Secretaría de Educación está haciendo un estudio técnico de parámetros para definir la cantidad de docentes exacta que se necesita en el departamento. Esto depende de la matrícula, las horas de clase y el modelo de educación de cada escuela. Por ejemplo, en el caso de la educación rural el modelo es flexible, lo que significa que para primaria un solo docente dicta todas las asignaturas. Y en secundaria, de acuerdo al número de estudiantes, pueden ser uno o dos profesores. Esa información será enviada al Ministerio de Educación, quien se comprometió a resolver el problema.
“La verdad que nosotros con el estudio técnico hacemos lo que nos compete, ya el tema de nombramientos es directamente con el Gobierno Nacional, ellos ahí nunca nos han dicho tiempos. Nosotros, entendiendo cómo funciona lo público, aspiramos que sea en esta administración, pero la verdad no sabemos”, puntualizan desde la Secretaría.
A la falta de docentes se suman los retrasos en los pagos de los profesores indígenas, quienes no han recibido el sueldo correspondiente al año 2023, por un valor de 30.000 millones de pesos. En señal de protesta, el miércoles 3 de abril varias comunidades indígenas del departamento se manifestaron bloqueando la entrada a la Gobernación del Chocó y a la Secretaría de Educación del departamento, en Quibdó.
Aunque ese dinero proviene del Ministerio de Educación, por retrasos de la administración anterior en la Gobernación, la deuda debió asumirla el departamento a través de recursos del FONPET. Según la Secretaría de Educación, la demora final ha sido responsabilidad del Ministerio de Hacienda, quien no desembolsó los recursos del fondo a tiempo. “En este momento nos encontramos haciendo el proceso para que ellos puedan hacer efectivo su pago, en la Minga quedó que este pago debería estar listo de aquí al 30 de abril, pero sé que nos va a tomar más tiempo hacerlo por temas administrativos. Así que podemos estar preparados para que en cualquier momento las comunidades indígenas se manifiesten nuevamente”, agrega la funcionaria.
Problemas de convivencia y baja calidad educativa
La falta de docentes no solo ha hecho que los y las estudiantes vean menos clase, sino que hay problemas de convivencia en los colegios. Además algunas Instituciones Unitarias, es decir, las que dependen de un docente para funcionar, no han abierto en todo el año.
“No vienen recibiendo la oferta educativa y con ello hay deficiencias en la adquisición de competencias que deriva en bajos desempeños e incertidumbre ante las pruebas de Estado Saber 11. También afecta el proyecto educativo institucional (PEI) al no cumplir con el plan de estudios y la jornada escolar en la secundaria y media”, explica Francisca Mosquera, docente de la I.E. Nuestra Señora de la Pobreza, de Tadó.
En la institución de Nuestra Señora de Fátima, de Playa de Oro, en el 2023 se graduaron los estudiantes de once sin ver matemáticas los últimos meses del año. Hoy, casi a mitad de año, la docente sigue sin llegar. “Frente al docente de matemáticas desde el año 2023 venimos solicitando a la secretaría la asignación del docente ya que la docente que trasladaron tenía su carga completa, en el año 2024 hemos reiterado las solicitudes”, comenta Carlos copete, rector de la institución.
En la escuela Nuestra Señora de la Pobreza no hay docente del énfasis comercial, modalidad de la institución. Esto ha causado que los estudiantes vayan a prácticas sin tener los conocimientos necesarios. “Los estudiantes, en lo que ha transcurrido del año, no han tenido clases de algunas asignaturas propias de la modalidad. Los de undécimo grado están realizando sus prácticas empresariales y los de décimo grado a partir del mes de mayo inician las prácticas empresariales y las asignaturas de la modalidad son nuevas para ellos”, puntualiza Mosquera.
“Señores Secretaría de Educación Departamental, envíenos los profesores que nos faltan, su ausencia nos está perjudicando y mucho más a los de la media técnica, pues ya vamos saliendo y necesitamos ese conocimiento porque además de que nos sirve para la vida, nos toca presentar la pruebas Icfes”, comenta Yenifer Paola Ampudia, personera estudiantil del colegio Nuestra Señora de la Pobreza.
A esto se suma que los grupos que se quedan sin docentes generan indisciplina en la jornada escolar. “Afecta notablemente los procesos institucionales ya que los horarios están generados y un grupo sin maestro genera problemas de convivencia”, explica Copete.
“La falta de docentes origina indisciplina, ya que los estudiantes no aprovechan las horas sin clases para hacer tareas, sino que forman un bullicio y eso perjudica al resto de estudiantes ya que no les permite escuchar las explicaciones de los profesores que están”, agrega Ampudia.
Los profesores denuncian que además de la falta de profesores, en ninguna de las instituciones educativas de Tadó hay psicólogos. “También acá tenemos el faltante de psicólogo, acá no hay psicóloga en la institución educativa Nuestra Señora de Fátima, ni en ninguna de las cuatro instituciones. Eso afecta mucho el proceso”, denuncia Lilian Machado, docente y presidenta de la Subdirectiva de Tadó del Sindicato Unión de Maestros del Chocó.