1. Estudiantes de Playa de Oro cumplen dos semanas sin transporte escolar
Desde que regresaron de vacaciones el 6 julio, los estudiantes de la Institución Educativa Nuestra Señora de Fátima, ubicada en zona rural de Playa de Oro, no cuentan con el servicio de transporte escolar porque la Alcaldía no le ha pagado a los proveedores del servicio. Carlos Copete, rector del colegio, cuenta que el 21 de julio se firmó el convenio entre la institución y la Alcaldía para retomar el servicio, y espera que la administración realice la consignación a más tardar el 22 de julio.
¿Por qué es importante? La ruta del transporte escolar beneficia a cerca de 220 estudiantes de diez comunidades aledañas al corregimiento Playa de Oro. La pausa en la prestación del servicio redujo en un 30 por ciento la asistencia por parte de los alumnos al colegio. Quienes siguen estudiando deben desplazarse a pie o pagar mototaxis, que cobran entre 6 mil y 10 mil pesos diarios por persona.
Amalia Mosquera, estudiante del grado 9 A, cuenta que ha sido difícil asistir a clase porque le toca desplazarse caminando. “El camino está muy malo, llegamos sucios al colegio, se llevan soles muy fuertes y nos ha tocado desplazarnos hasta con aguaceros”, dice.
No es el único colegio con problemas: Hace un mes los estudiantes de 4to y 5to grado de la I.E Nuestra Señora de la Pobreza tuvieron que recibir clases en los pasillos de la institución porque no se había pagado el arriendo de los locales que tenían alquilados. Por su parte, en el corregimiento de Mumbú los alumnos siguen a la espera que el alcalde Cristian Copete adecúe la institución para que puedan recibir las clases, que duraron 6 meses pausadas por demora en el nombramiento de docentes.
2. Comunidad del Carmelo celebra las festividades de la Virgen del Carmen
Desde el 14 al 17 de julio, los habitantes del Carmelo celebraron las fiestas patronales en honor a la Virgen del Carmen, una festividad de más de 400 años de existencia. Durante los cuatro días de celebración, se realizaron actividades religiosas como la bajada de la virgen por el río Pureto, novenas y el homenaje a los muertos, y culturales como verbenas y bailes de chirimía. El 17 de julio, además, se escogió como el día del “repechaje” o desenguayabe, aunque tradicionalmente se tomaba el 16 de julio.
La controversia: Este año, la Alcaldía se había comprometido con la junta Profiesta a aportar cuatro millones de pesos y llevar algunos artistas pero, según fuentes que prefieren el anonimato, esto no se cumplió. Al respecto, Darlington Yurgaky, coordinador de Cultura, cuenta que las comunidades pasaron las solicitudes tarde y que como administración acordaron con la junta desembolsar esos recursos entre ocho y 15 días después de las fiestas. Además, dice que si bien la Alcaldía iba a llevar cantantes y grupos de bailarines, los jóvenes del Carmelo debían conseguir el sonido y no lo hicieron.
Una fiesta llena de historia: Wilson Murillo, líder y gestor cultural de Tadó, cuenta que “estas festividades son importantes porque se mantienen vivas manifestaciones culturales que tienen su origen en las primeras personas que llegaron al territorio, que eran africanas y dejaron sus tradiciones”. Sin embargo, cuestiona que se deben fortalecer para que perduren en el tiempo. “Hay que hacer algunas gestiones locales, regionales y nacionales si es necesario para mantener no solo las agrupaciones musicales sino las expresiones culturales: la gastronomía, la oralidad y la parte religiosa que convergen”.
3. Empleados del Hospital le piden a la Alcaldía seriedad al nombrar un nuevo gerente
Tras la renuncia de Anny Katerine Yurgaky como gerente del hospital San José de Tadó, un grupo de 33 empleados y empleadas le solicitó al alcalde Cristian Copete que encargue a una persona idónea que se apropie de las necesidades del hospital y logre sacarlo adelante. Así lo hicieron saber a través de una carta enviada esta semana en la que, además, le recordaron al mandatario que el centro de salud se encuentra en una crisis financiera, de infraestructura, administración y asistencial que no ha cambiado aunque en los últimos siete años han tenido cuatro gerentes distintos.
¿Qué proponen? Los funcionarios, que están sindicalizados en su mayoría, le piden al Alcalde que la Junta Directiva no solo nombre el gerente sino que haga control a su gestión; desarrollar reuniones con la Junta Directiva dentro de los términos del reglamento interno; revisar la estructura interna y los nombramientos de planta; requerir la institucionalización de proceso y procedimientos para mejorar el funcionamiento del hospital, y solicitar informes mensuales al futuro gerente para que sean conocidos por todos los y las empleadas.
Además
4. El desplome de una bóveda del cementerio deja 20 personas heridas
El 20 de julio, en medio del sepelio del joven Cleider Andrés Armijo, se desplomó la cubierta de una boveda porque varios asistentes se subieron al techo del mausoleo y este no resistió. El hecho dejó lesionadas a más de 20 personas, quienes fueron atendidas, en su mayoría, en el Hospital San José de Tadó. Solo dos heridos fueron remitidos a Quibdó por la gravedad de sus lesiones.
¿Qué dice la junta pro-cementerio? La junta Pro-cementerio, conformada por varios habitantes del municipio quienes voluntariamente hacen limpieza al camposanto, ha mejorado en los últimos años el estado del lugar. Sin embargo, sus integrantes dicen que no tiene competencia sobre los mausoleos y ellos le avisan a los familiares para que hagan adecuaciones para el sostenimiento de cada bóveda.
¿Qué hace falta? Para algunos habitantes no basta con las actividades que hace la Junta Pro-cementerio sino que piden control de las autoridades e inversión de la Alcaldía. Onny Valois, profesora y tesorera de la Junta, cuenta que funcionan con el apoyo de la catedral junto al sacerdote de turno y las donaciones de las personas que participan en la eucaristía. “Hemos realizado los trabajos pertinentes para el mantenimiento y reparación de las calles y entradas con los recursos productos de las ventas de los terrenos para construir las bóvedas, cada metro vale 200 mil pesos y de esa venta se sostiene las nueve calles que están pavimentadas y siete más que se encuentran en reparación y adecuación”, dice.