Ilustración: Camila Bolívar
Chocó Entrevista

Entrevista | La única universidad pública del Chocó lleva 13 días bloqueada

La Universidad Tecnológica del Chocó “Diego Luís Córdoba” está cerrada desde el 29 de julio después de que varias personas se tomaran la sede principal en Quibdó. Consonante habló con la nueva rectora Vanessa Sánchez, quien fue designada por Mineducación después de destituir a David Mosquera por irregularidades en el manejo de la institución.

Las puertas de la Universidad Tecnológica del Chocó ”Diego Luis Córdoba” (Utch) están cerradas desde el 29 de julio. Varias personas, incluyendo a funcionarios de la institución, se tomaron la sede impidiendo el desarrollo de las actividades académicas y administrativas propias del cierre de semestre.

El principal motivo del cierre es el debate sobre la autonomía universitaria, es decir, el derecho de las universidades públicas a elegir sus directivas y regirse por sus propios estatutos. Esto ocurrió después de que la exministra de Educación, Aurora Vergara, destituyera a David Mosquera el 6 de julio y nombrara como rectora encargada a Vanessa Sánchez. 

Esta intervención del Ministerio se dio después de que se dictaran medidas preventivas y de vigilancia especial a la institución por presuntos usos inadecuados de los presupuestos y bienes de la universidad, así como por las alertas sobre la baja calidad del servicio educativo.

Hoy, tras una semana de diálogos en los que estuvo restringido el acceso, una parte de la comunidad universitaria fue autorizada a ingresar para realizar actividades específicas, como el pago de la nómina o la presentación de habilitaciones. Sin embargo, el cierre continúa indefinidamente.

Consonante habló con la nueva rectora, Vanessa Sanchez, sobre las peticiones de los manifestantes y el rumbo que tomará la única universidad pública del Chocó, que recibe más del 93 por ciento de la población matriculada en educación superior en el departamento.

Consonante: ¿Cuál fue el contexto de la destitución de David Mosquera y su llegada a la rectoría?

Vanessa Sanchez: Desde el año 2023 la Subdirección de Inspección y Vigilancia del Ministerio de Educación inició un seguimiento especial a la Utch y encontró varios hallazgos que hicieron que se dictara una medida preventiva y de vigilancia especial. Allí se estableció que la universidad debía hacer un plan de mejoramiento y debía constituir e implementar una fiducia para el manejo de todos los recursos y rentas de la universidad. 

Sin embargo, en abril de 2024 regresó la visita de inspección y vigilancia y se dio cuenta que esas medidas preventivas no se habían cumplido en su totalidad, especialmente que se seguían manejando los recursos por fuera de la fiducia. Ese fue uno de los principales motivos que dieron lugar al reemplazo del rector, así como la evidencia del reiterativo incumplimiento en algunos procesos de contratación y de vinculación de personal, a nivel financiero. Por ejemplo, se realizaban pagos sin los requisitos.

C.: ¿Por qué era tan importante constituir esa fiducia?

V.S.: La creación e implementación de las fiducias es una de las medidas que tiene el Ministerio de Educación, quien financia la mayor parte de las instituciones de educación superior, para garantizar que las instituciones administren de manera adecuada y transparente todos los recursos. Y así se pueda garantizar que el servicio se preste de manera continua y en condiciones de calidad.

C.: La resolución que expidió el Ministerio el 19 de julio dice que David Mosquera queda fuera del cargo por un año. ¿Qué va a pasar después?

V.S.: Él termina su periodo en octubre o noviembre de este año. Pasado ese tiempo se decidirá a través del Consejo Superior Universitario, y con las normas existentes, cuál es el paso a seguir sobre este caso específicamente.

C.: ¿Cuál será su prioridad durante este año?

V.S.: Lo que debo asegurar es que se cumpla con todo el plan de mejoramiento, con todas las acciones que se han estipulado para que la universidad pueda avanzar en esas medidas. Que los recursos se administren al 100 por ciento dentro de las fiducias y que existan procedimientos claros, ceñidos al sistema de gestión de calidad de la institución, que se cumplan a cabalidad para que esta situación se supere en el menor tiempo posible. Sin embargo, si en ese año no se ha cumplido, es posible que se prorrogue un año más. 

Lo que he hecho desde mi llegada es hacer un reconocimiento del estado en el que está la institución de manera integral. Hemos revisado proceso por proceso para realizar un diagnóstico que será el insumo principal para avanzar en ese plan de mejoramiento institucional. Mi principal propósito es que esta institución, durante el tiempo que yo esté aquí, se distinga por la integridad en sus procesos de gestión y que el servicio de educación se pueda prestar de manera continua y en condiciones de calidad.

C.:¿En qué estado recibió la universidad?, ¿con qué se encontró?

V.S.: Lo primero que encontramos es la desarticulación de algunos procesos clave. Hay incumplimiento en temas de contrataciones, no es muy claro cuál es la responsabilidad de la oficina de contratación. Por ejemplo, el equipo de contratación se encarga de los contratos de prestación de servicios, pero otros equipos al interior de la universidad se encargan de los convenios y otras áreas de las alianzas. No hay una oficina de contratación que garantice que tenemos el control de absolutamente todo. Ese proceso se encuentra fragmentado, no hay una ruta clara para tener el control.

Otro elemento tiene que ver con los temas de calidad. Desafortunadamente en las pruebas Saber Pro, una de las pruebas estandarizadas que tiene el país para medir la calidad de la educación superior, hemos estado en el último lugar durante los últimos siete años. Ese también es un elemento central y que en la administración tiene un impacto directo porque, por ejemplo, hay que articular el presupuesto con los programas para tener una mejora continua en los procesos de calidad. 

"Desafortunadamente en las pruebas Saber Pro, una de las pruebas estandarizadas que tiene el país para medir la calidad de la educación superior, hemos estado en el último lugar durante los últimos siete años. Ese también es un elemento central y que en la administración tiene un impacto directo porque, por ejemplo, hay que articular el presupuesto con los programas para tener una mejora continua en los procesos de calidad"

Los docentes ponían la alertas sobre ese tema y la invitación que les dejamos abierta es a que sigamos trabajando, a que construyamos conjuntamente una apuesta de educación. Estamos en un momento histórico para esta institución y es cambiar el curso de nuestra alma mater a través de un proyecto que sea colectivo, que sea intergeneracional y que responda a la disminución de las desigualdades. Para eso se requiere la participación de diferentes miradas, voces y saberes. Hay muchas esperanzas de que el futuro puede ser distinto, pero si trabajamos colectivamente.

C.: ¿En qué va a consistir ese cambio de rumbo?

V.S.: Hay tres elementos claves en cuanto a la misión de la educación superior: docencia e investigación, extensión y protección social. Y en ese sentido, esto le apunta a prestar una educación de calidad para crecer y expandirnos por el territorio nacional. Por ejemplo, la universidad está avanzando, en articulación con el Gobierno Nacional, en tres sedes subregionales: una en Istmina, otra en el Medio Baudó y otra para el Darién. Esto nos permite por un lado aumentar la cobertura en estos territorios, y por otro garantizar que la oferta de educación que tengamos en esas subregiones tenga impacto a nivel regional.

Esto busca también posicionar a la universidad bajo otra narrativa, que se distinga por la transparencia de su procesos de gestión administrativa. Es otro de los propósitos y de los desafíos.

C.: ¿Cuáles son las peticiones de las personas que tienen cerrada la universidad?

V.S.: Desde el principio en las conversaciones identifique que hay unos temas que son de resorte de la institución, otros que son de competencia del Ministerio de Educación Nacional y que podemos ir separando esas conversaciones sin tener la instalaciones cerradas. 

Un ejemplo es la discusión sobre la autonomía universitaria, esta no es la primera universidad que atraviesa un proceso de medidas preventivas y de vigilancia especial, esa es una discusión nacional histórica y que podemos hablar con los actores claves que den respuesta al tema. 

También hablaban sobre el avance de la construcción de las sedes subregionales, ese es otro tema donde interviene la Utch (que tiene unos avances significativos) y el Ministerio de Educación Nacional a través del operador que es Findeter, quien también va avanzando.

Otro elemento es sobre la política de gratuidad y cómo la universidad está avanzando en eso. Esa es otra conversación interna, porque es la institución en este caso quien diseña un plan de fomento de educación superior y este es avalado por el Ministerio de Educación.

Esperamos que pronto podamos abrir las puertas de la universidad, hay muchas cosas en juego y entre esas está la vida. En este momento del calendario la institución hace el pago de la seguridad social y de la nómina. La semana pasada los profesores nos decían que tenían vencida la seguridad social y hay docentes que tienen enfermedades graves. Que no exista atención en este momento nos puede poner en un alto riesgo. Esas personas que tienen la universidad cerrada no me hacen daño a mí, ni al Ministerio de Educación, sino que se lo hacen a toda la población chocoana.

Se debe continuar de manera articulada en un diálogo que nos permitan abrir rápidamente las instalaciones. Esta es la única universidad pública del departamento y la más importante, atendemos a más del 93 por ciento de la población matriculada en educación superior en el Chocó.

C.: Desde Consonante hemos hecho seguimiento al tema de matrícula cero, muchos estudiantes manifiestan que cubrir solamente la matrícula no es suficiente y a veces igual terminan por desertar. El ex rector nos dijo que este año la UTCH entregó subsidios a 100 estudiantes, ¿piensan aumentar los subsidios?

V.S.: La universidad viene aportando significativamente a esta meta de ampliación de cobertura y ese es otro tema que debo entrar a revisar con cada uno de los equipos. Hay que establecer cuál va a ser el planteamiento de la institución en adelante. 

A mi llegada ya se había presentado un plan de fomento que debemos revisar esta semana. El próximo se debe presentar a finales de este año, para implementarse en 2025-1. Ahí ya entraríamos a validar con todos los cambios y apuestas estratégicas que tenemos, cómo vamos a avanzar para seguir aumentando la cobertura y brindando educación de calidad, garantizando que las personas que ingresan a la institución se puedan graduar también.

C.: Usted es la primera mujer y egresada en ocupar este cargo. ¿Tiene acciones con enfoque de género pensadas durante su administración?

V.S.: Esa es una pregunta muy importante y creo que no es solamente ser mujer, sino ser mujer negra, y ser una mujer egresada de esta institución. Creo que es una demostración, en primer lugar, de que la educación sí importa. Y es también una posibilidad de abrir la puerta para otras mujeres, porque hubo otras que me abrieron la puerta a mí. 

Hay muchas mujeres negras que históricamente han luchado y han defendido los derechos de las mujeres negras, y en consonancia con eso tengo también la firme convicción de que en el lugar donde esté voy a hacer lo mejor posible para dejar esa misma puerta abierta para quienes vienen atrás.

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