Al no contar con un servicio continuo de acueducto, algunos habitantes de Tadó almacenan el agua lluvia en tanques de cementos o tinas. Si el agua no tiene un correcto tratamiento puede causar enfermedades como fiebre tifoidea y disentería. Foto: Beatriz Valdés.
Chocó Tadó

¿Cómo limpiar su tina de agua y evitar enfermedades?

La diarrea, la fiebre tifoidea y la disentería se han asociado al consumo de agua no potable en Tadó. En esta entrega de El Explicador le contamos cómo almacenar agua en su casa correctamente y cómo purificarla para no contraer enfermedades.

No es la primera vez que María Pública Mosquera, habitante de la Urbanización Villa Esperanza, sufre de fiebre tifoidea, una enfermedad causada por la bacteria Salmonella typhi, que suele reproducirse en lugares donde el agua no es tratada de forma adecuada y que produce síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolor en el abdomen y diarrea. “La doctora me dice que es por el agua que utilizo en la casa. Desde que nos entregaron estas viviendas de interés social nos están prometiendo que nos van a poner acueducto y todo se va en promesas, los gerentes anteriores se reunían con nosotros, reunían firmas y nunca nos pusieron el agua”, dice. La fiebre tifoidea no es la única enfermedad que sufren las personas, otras tienen diarrea, gastroenteritis, lesiones en la piel y algunas mujeres han presentado incluso infecciones vaginales, producto de la presencia de hongos en el agua.

María Mosquera, así como otros habitantes de Tadó, debe recoger el agua lluvia en tinas o tanques de cemento, en vista de que no hay suministro de agua en su casa. Además de recolectar el agua lluvia, algunas personas que no tienen servicio recogen agua del río Mungarrá en contenedores plásticos. El 27 de febrero la empresa de acueducto, Aguas de Tadó, hizo una denuncia en el Concejo Municipal por la presencia de metales pesados como mercurio en este río, que se usan en la extracción de oro en las partes altas. La contaminación de este afluente, que es de donde se hace la captación de agua para el acueducto, es un agravante en especial para las personas a las que no les llega el servicio, como los habitantes de Villa Esperanza y Villas de Remolino, otro conjunto de viviendas de interés social que tiene el mismo problema, y que reúnen en total 294 familias. 

Para Luis Jorge Hernández, médico salubrista y profesor de la facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, los riesgos del agua contaminada por estos metales van más allá de su uso para tomar o bañarse, también afecta la comida, ya que estos metales intoxican a los peces que habitan allí. Hernández también advierte sobre los efectos que puede tener consumir agua contaminada con mercurio, plomo y cromo. “Estos metales son tóxicos y se bioacumulan en el cuerpo, produciendo enfermedades como cáncer y con el tiempo pueden pueden producir trastornos neurológicos. Los principales afectados son los niños y niñas, con trastornos de aprendizaje, retraso psicomotor y bajo peso y talla”, agrega.

Aunque Emmanuel Murillo Zabala, gerente de Aguas de Tadó, asegura que el agua está tratada con una calidad del 99.9% y que 70% al 80% de la población tiene servicio de acueducto, todavía hay más de 5.000 personas sin acueducto, que usan el sistema de recolección de agua lluvia o compran agua en bolsas. Consonante habló con tres expertos que explican cómo debe ser la limpieza de las tinas y el tratamiento del agua para evitar enfermedades. 

“Estos metales son tóxicos y se bioacumulan en el cuerpo, produciendo enfermedades como cáncer y con el tiempo pueden pueden producir trastornos neurológicos. Los principales afectados son los niños y niñas, con trastornos de aprendizaje, retraso psicomotor y bajo peso y talla”

Luis Jorge Hernández, médico salubrista y profesor de la facultad de Medicina de la Universidad de los Andes
Aguas de Tadó, la empresa de acueducto del municipio, hizo una denuncia en el Concejo Municipal por la presencia de metales pesados como mercurio en el río Mungarrá, que se usa en la extracción de oro en las partes altas del río. Foto: Beatriz Valdés.

¿Qué enfermedades produce el consumo de agua no tratada o no potable?

Sary Londoño Villamarín, administradora en salud con énfasis en gestión sanitaria y ambiental de la Universidad de Antioquia indica que hay más de 20 enfermedades provocadas por virus, bacterias y otros microorganismos presentes en agua contaminada. Estas son algunas de las más frecuentes: 

  • Diarrea: son las heces blandas y líquidas. La diarrea provoca que las personas pierdan líquido y electrolitos, lo que lleva a la deshidratación, que en algunos casos severos y prolongados puede causar la muerte. Los niños y las niñas que tienen diarrea crónica son más vulnerables a sufrir desnutrición y otras enfermedades.
  • Fiebre tifoidea: es una enfermedad infecciosa potencialmente mortal causada por la bacteria Salmonella typhi, que suele transmitirse por agua o alimentos contaminados. A quienes se les diagnostica sufren fiebre alta prolongada, dolor de cabeza y en el abdomen, náuseas y pérdida de apetito, entre otros síntomas.
  • Disentería: es la inflamación de los intestinos causada por la bacteria Shigella, y su principal síntoma es la diarrea, que suele tener sangre. De acuerdo con Londoño, los niños son los que más sufren esta enfermedad.
  • Paludismo o malaria: es una enfermedad provocada por el Plasmodium, un parásito transmitido por la picadura de mosquitos del género anopheles. Estos habitan en zonas con aguas estancadas. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómito y/o dolor de cabeza y suelen manifestarse 10 a 15 días después de la picadura del mosquito. 
  • Esquistosomiasis: es una infección parasitaria crónica causada por gusanos. Estos parásitos penetran la piel de las personas que están lavando o se están bañando en fuentes de agua dulce contaminada, provocando infecciones que dañan el hígado, los intestinos, los pulmones y la vejiga, entre otros órganos.
  • Hepatitis A: es la inflamación del hígado, causada por el virus de la hepatitis A (VHA), al consumir alimentos o agua contaminada con heces de personas infectadas.

¿Cómo se puede identificar si el agua que se tiene en la tina se puede tomar o no?

Londoño Villamarín indica que el agua potable o apta para el consumo no debe tener color ni olor, debe ser completamente transparente. Tampoco debe tener sabor ni olor. 

“Absténgase de consumir agua cuando esté turbia o con barro, con suciedad o cuando vea partículas suspendidas en el agua como arena, piedras, ramas, hojas, residuos o basura y también cuando tenga una apariencia amarillenta, naranja o café”

Sary Londoño Villamarín, administradora en salud con énfasis en gestión sanitaria y ambiental de la Universidad de Antioquia

Luis Jorge Hernández señala que si bien es importante que la comunidad reconozca las cualidades del agua, la responsabilidad de esta educación no debería reposar sólo en la gente. “Es importantísima la comunicación y la educación por parte de las secretarías de salud y de ambiente sobre el manejo del agua y sus cualidades organolépticas, es decir, cómo huele, se ve y sabe el agua. Eso no puede quedar solo en manos de la comunidad “al ojo””. De igual forma, indica que las autoridades ambientales deben hacerle un control a la calidad del agua y de todas las fuentes de donde provenga. “Esto se hace con la medición del índice de riesgo de calidad del agua y además, se deben dar recomendaciones sobre los depósitos de agua”. 

¿De qué otras formas puede filtrar o purificar el agua lluvia que almacena en su tina?

La mayoría de las personas en Tadó que almacenan agua lluvia en las tinas tratan el agua con una pastilla de cloro. Aunque este es un método seguro y efectivo, Londoño sugiere otras dos maneras de filtrar y desinfectar el agua. Además menciona que en el caso de Tadó es preferible que se recoja el agua lluvia y no de los ríos, por su posible contaminación con metales pesados.

  • Filtración con un paño y desinfección con cloro: el agua puede filtrarse con un paño limpio, una toalla de papel o un filtro de café, o permitir que se asienten los sedimentos. Luego, se deposita el agua limpia en otra caneca o recipiente para desinfectar. Puede agregarse una gota de cloro por cada litro de agua.

Importante: Hervir el agua puede ayudar, pero no es suficiente. Londoño sugiere filtrar el agua y luego desinfectarla y menciona que es preferible hervirla sólo por precaución, sobre todo si no confía en el agua que llega del acueducto. Agrega que siempre se debe dejar reposar el agua 30 minutos antes de su consumo y el recipiente donde se almacena el agua debe estar tapado, para evitar mosquitos.

  • Filtro casero de agua: como una solución alterna puede crear un filtro casero con materiales de fácil acceso. Puede utilizar una botella plástica o un recipiente plástico con una boquilla en la parte de abajo, para que salga el agua. De abajo hacia arriba puede llenarlo con estos materiales en este orden: 1. Algodón 2. Carbón 3. Arena fina 4. Arena gruesa 5. Piedras. Londoño indica que la capa de algodón puede demorar un poco más el proceso de filtrado, pero ayuda a retener más sedimentos. 

¿Si se utiliza otro objeto para canalizar el agua que llega a la tina eso implicaría un proceso adicional en el tratamiento del agua?

Ángela Cuesta Caicedo, bacterióloga, magíster en ciencias de la educación y líder del grupo de investigación “Salud y comunidad” adscrito a la Facultad de Ciencias de la Salud en la  Universidad Tecnológica del Chocó (UTCH), explica que en toda la región es frecuente encontrar que el agua que llega a las tinas pasa primero por los techos. “El techo recoge el agua en algo que se llama una canoera, que es como una especie de tubo y allí se va acumulando el agua, que es la que cae en la tina. Pero entonces lo que pasa es que el agua que llega a la tina trae toda la sedimentación del techo”, cuenta. 

Sary Londoño sugiere que sin importar la forma en como llegue el agua a la tina, siempre debe hacerse el proceso de filtración y desinfección con cloro. Adicionalmente, recomienda poner un recipiente como un balde o una olla al que llegue el agua lluvia directamente, sin pasar por el techo, y destinar esta para el consumo.

Londoño advierte que si se utiliza una teja que además esté oxidada deben tenerse más precauciones pues “las tejas sueltan óxido y esto afecta la salud de la población y además el cloro reacciona con el óxido. Es importante hacer un análisis microbiológico antes de consumirla, para saber cuánto cloro hay en el agua. Mejor no utilizarla”, dice. 

Ángela Cuesta explica que en toda la región es frecuente encontrar que el agua que llega a las tinas pasa primero por los techos, a través de unas canoeras o tubos de plástico o metal que acumulan el agua. Esto puede ser riesgoso, pues arrastra todo el sedimento de los techos al tanque. Foto: Beatriz Valdés.

¿Qué puede pasar si no limpia su tina?

Cuesta y Londoño explican que no hacerle una buena limpieza a los tanques puede ocasionar la proliferación de bacterias que generan enfermedades. Londoño indica que acumular agua que no se renueva y que, además, está contenida en un recipiente sucio, “se convierte en agua estancada, lo que da pie a la reproducción de mosquitos, portadores de enfermedades como el paludismo”, dice. 

Ángela Cuesta indica que es importante mantener el tanque limpio, y todavía más si el agua que cae en la tina viene del techo. “Además del material vegetal que arrastra esa canoera, no sabemos si hay material de otro tipo, como las heces de algún animal”, agrega. 

¿Qué debe tener en cuenta para lavar correctamente su tina?

  • Lávela vacía: esto debe hacerse para garantizar la remoción de cualquier sedimento o material vegetal que se haya acumulado en el fondo, las paredes o en las esquinas. 
  • Use un cepillo exclusivamente para esta labor: seleccione un cepillo o una escoba solo para lavar la tina. Evite usarla para otras actividades. 
  • Use cloro: es ideal para remover sedimentos y eliminar microorganismos. Recuerde enjuagar bien una vez haya limpiado. Algunas personas utilizan además de cloro un detergente de ropa. Londoño piensa que este es un buen procedimiento, pero en algunos casos, su combinación puede resultar tóxica. “Es preferible procurar dejar actuar el cloro y lavar bien”.  
  • Cúbrala para evitar mosquitos: evite tapar su tina con tejas, ya que en los canales puede acumularse agua que atraiga a los mosquitos. Ángela Cuesta recomienda usar un angeo parecido al que se usa en las ventanas de las casas para evitar la entrada de mosquitos.
  • Establezca una frecuencia de lavado: Cuesta explica que aunque la frecuencia la determina el tipo de agua con la que se llena el tanque, si es de agua lluvia o si es del acueducto y si tiene más o menos sedimentos, es importante tener una frecuencia de lavado de la tina. Londoño indica que lo ideal es que sea cada 15 días y si es  agua con menos impurezas puede extender el lavado hasta máximo un mes.

¿Qué tan seguro es usar la pastilla de cloro para tratar el agua?

Sary Londoño explica que es importante realizar pruebas microbiológicas para saber cuál es la calidad del agua antes de agregar el cloro y así medir con precisión la cantidad necesaria para tratar el agua. Ángela Cuesta coincide y señala que esta es una práctica común en el departamento y que ha demostrado ser efectiva, pero esto depende de la cantidad de agua en la que se disuelva la pastilla de cloro. “Es importante que la comunidad esté capacitada sobre la cantidad de cloro que debe usar. Esta pastilla solo es útil en una determinada cantidad de agua. Si se le pone más agua de la que es, pues las propiedades para tratar el agua van a disminuir”, comenta.

“Es importante que la comunidad esté capacitada sobre la cantidad de cloro que debe usar. Esta pastilla solo es útil en una determinada cantidad de agua. Si se le pone más agua de la que es, pues las propiedades para tratar el agua van a disminuir”

Ángela Cuesta Caicedo, bacterióloga y líder del grupo de investigación “Salud y comunidad” de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica del Chocó

Cuesta explica que la mayoría de las tabletas son de 200 gramos y para actuar efectivamente deben diluirse en 20 metros cúbicos de agua. La cantidad de tabletas que necesite dependerá del volumen de la tina. Así lo puede calcular: 

Volumen del tanque = Largo x Ancho x Altura
Mida el largo, el ancho y la profundidad de su tina (en metros), luego multiplique estos valores y encontrará cuál es el volumen de su tanque. 

¿Se puede combinar el agua que llega del acueducto con el agua lluvia que se recoje en la tina?

Evite hacerlo. Cuesta indica que el riesgo al combinarlas es igual al que se tiene con el agua lluvia, pues los sedimentos y las impurezas se trasladan. “La protección que trae el agua del acueducto se diluye en el agua lluvia y ahí tocaría volver a tratar el agua. La recomendación es no combinarlas”, concluye.

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