Soledad y miedo. Eso sintieron algunos jóvenes de Tadó en los días en los que la población estuvo confinada por cuenta de la orden del Clan del Golfo. Al menos así lo dejaron ver en cuatro dibujos que hicieron con el objetivo de intentar poner en imágenes lo que vivieron.
Consonante les propuso dibujar pensando en estas preguntas: ¿Para ti cómo se ve el pueblo en el paro armado? ¿Cómo lo viviste tú? desde lejos o desde cerca. ¿Qué sentimientos o pensamientos pasaron por tu cabeza y tu corazón durante esos días? ¿Cómo les ha afectado la situación de los últimos días? ¿Qué piensas de esta violencia? Cuatro jóvenes decidieron dibujar para expresar lo que sintieron y vieron: control, tristeza e incertidumbre. Los jóvenes enviaron sus dibujos a Consonante y explicaron un poco más sobre lo que querían representar. Estas son las ilustraciones.
La tristeza
Robert Arley Palacios Abadía, 21 años
Este joven dibujó la tristeza del encierro. Este paro armado ocurrió el fin de semana del Día de las madres, cuando tradicionalmente la población tadoseña está en las calles. Esta vez no fue así. “Quise mostrar la tristeza, porque en Chocó se vive mucha cultura, las personas son alegres y activas, pero cuando no pueden volver a la calle están tristes sin poder estar con amigos y familia”, dice.
El control
Edilmert Gabriel Murillo Mena, 18 años
El dibujo de Edilmert habla sobre el control de los armados sobre Tadó. “Siempre nos toca quedarnos en casa por el miedo de que nos vaya a pasar algo a nosotros o a nuestros familiares”, cuenta. Esto no se ciñe únicamente a este paro de las AGC o Clan del Golfo, sino también cuando los paros los decreta, por ejemplo, el Eln. La iglesia de Tadó dentro de la cabeza de un hombre armado representa el control de estos grupos sobre el municipio.
La incertidumbre
Jeiner Andrés Perea Andrade, 24 años
Miedo, zozobra e incertidumbre. Esos fueron los sentimientos de Jeiner durante los días de paro armado, pues estuvo lejos de su familia. Su representación gráfica muestra un panorama general, no de lo que pasó en Tadó, donde no hubo acciones violentas, sino de lo que pasó en otros lugares y pudo haber pasado en su pueblo. “Estar lejos de mi familia en momentos como ese… es más el temor que le puede a uno, de pensar en que pueden ser sorprendidos por actos terroristas, y que uno no puede hacer nada”, cuenta. Este dibujo lo hizo para mostrarlo, porque “a muchos no les ha tocado y ni se imaginan vivirlo”.
La ansiedad
Keira Daliana Ibarguren Ledezma, 13 años
“Cuando hay un paro, mi pueblo se ve diferente. No hay comercio, la gente no sale, no hay clases. Siempre hay incertidumbre sobre lo que pueda pasar, como disparos o explosiones. La gente se mantiene alerta y a la defensiva”, dice Keira. Ella dibujó las calles de su pueblo y sus propios sentimientos: una niña que tiene muchas preguntas, tristeza y ansiedad. Y una cosa más, temor por el futuro, la posibilidad que abre la violencia. Para ella son las “metas incumplidas”.