Fotografía: Instituto SINCHI
Amazonas Todo el país Reportajes

La flor no es eterna sin la selva: el llamado de los indígenas del Guainía en la COP16

Las etnias puinave, kamsá y curripaco del Guainía ven en toda la selva, no solo en una flor, un símbolo de biodiversidad. La especie que hoy adorna los salones de la COP16 alimenta la despensa de agua del Inírida y es un misterio a proteger en los resguardos en los que crece.
¿Cómo se hizo este trabajo?
Para la escritura de este texto consultamos a tres profesionales nativos de Inírida, en este caso indígenas puinave y kamsá, involucrados en procesos de investigación, ecoturismo y conservación ambiental en la región.

En febrero de este año, ante el auditorio de la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente en Nairobi, Kenia, la ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, presentó la imagen y el eslogan de la COP16, el evento que ahora se realiza desde el 21 de octubre en Cali, Colombia.

“La flor de Inírida va a representar el mensaje de ‘Paz con la Naturaleza’”, dijo Muhamad junto a David Cooper, secretario Ejecutivo interino del Convenio para la Diversidad Biológica (CBD) de la ONU: “es endémica del Guainía y es una flor que nunca muere, que nunca sus pétalos se deshacen”.

Desde entonces unas circunferencias contorneadas por estructuras puntiagudas naranjas, azules, verdes y magentas aparecieron en muchas páginas institucionales y la excentricidad natural de esa especie fue empleada por el gobierno como publicidad para la promoción del evento.

Los pétalos, según explicaban, representan la variedad de las ecorregiones así como las muchas metas contempladas en el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica, un plan proyectado hacia 2050 que tiene como objetivo “vivir en armonía con la naturaleza”.

Mientras tanto, en el departamento de Guainía, situado bajo la selva del Vichada y del Guaviare, algunas pocas familias que protegen la especie, cuyo nombre científico es Schoenocephalium teretifolium, estaban al tanto de que su “maleza” rosa se había convertido en el emblema de la cumbre de preservación más importante del mundo.

La flor, concluyó la Ministra aquel día, es también “un símbolo que no solo refleja la belleza de nuestros ecosistemas, sino la resiliencia de nuestra gente”. 

Lo que dice un nativo puinave

Guainía significa ‘tierra de muchas aguas’ en idioma yurí, etnia indígena amazónica situada anteriormente alrededor del río Negro, en Putumayo, y ahora dispersa. La flor de Inírida es una especie fundamental para albergar tanta humedad como sea posible.

Alexi Fernando Rodríguez Cuiche es un índígena de la etnia puinave que tiene un canal de contenido de viajes y turismo por Guainía y ha visitado varias comunidades promoviendo rutas ecoturísticas. Se enteró por redes sociales que la flor de su tierra natal sería la imagen de un diálogo sobre diversidad, algo que llamó su atención en doble sentido. “Me alegró leer que estaban nombrando a Inírida, una región tan invisibilizada en la agenda central pero, al mismo tiempo, nos tomó a muchos por sorpresa y pensamos que, si nos hubieran tenido en cuenta, habríamos podido aportar por lo menos en la comunicación”, dice a Consonante.

La región del Guainía es también conocida por tener unos pequeños ríos de color que corren entre la selva hasta desembocar en la cuenca madre, el brazo más caudaloso que llega al río Amazonas. “En invierno, esos caudales retienen muchísima agua y se ven de color rojo”, anticipa Rodríguez Cuiche. 

Las aguas cristalinas, explica el comunicador indígena, se pintan de un tono producido por un tanino de las hojas leñosas, es decir, junto a la flor se multiplica una diversidad vegetal en la que, según Rodríguez Cuiche, se ven pigmentos naturales que aumentan la singularidad y belleza de sus paisajes.

Fotografía: Instituto SINCHI

La demanda de la plantación de la flor, a propósito de la cumbre, les hizo pensar sobre el impacto en la despensa de agua de sus sabanas de arena blanca. Esto, sumado a que no todas las familias pueden comercializar la flor mientras que la mayoría se encarga de su cuidado y preservación, generó un ambiente de debate comunitario. “Esas sabanas blancas son prácticamente nuestros páramos”, dice Rodríguez. 

Durante años, desde 1989 hasta el 2005, estuvo prohibida la venta de esta especie. Ahora algunas familias viven de exportarla. “Pero hubo una demanda nunca antes vista, donde se requieren miles de esas flores y como comunidad nos gustaría saber qué impacto produce y de qué manera, con este símbolo, las grandes empresas van a poner los ojos sobre nosotros”.

Lo que dice una investigadora kamsá

Rosa Agreda es una investigadora y defensora ambiental kamsá. Trabaja en la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico - CDA que, según explica, opera en Guainía, Guaviare y Vaupés..

“A pesar de que el CDA como autoridad es una identidad pública, no cuenta con los recursos suficientes para desplegar un ambiente de investigación, educación y proyectos que vayan más allá de una charla o alguna intervención preliminar”, anticipa la investigadora.

La flor de Inírida, según explica, tiene asimismo connotaciones asociadas al ciclo de la mujer y tiene leyendas asociadas a su fertilidad y a los cambios en los ciclos de la tierra. Para reconocer la esencia ancestral de la especie, explica Agreda, también se requieren recursos. 

“Hemos hablado comunitariamente y, a pesar de que este es el símbolo de la COP16, no nos hemos visto incluidos como cuidadores de este recurso. O, al menos, no hemos recibido ningún tipo de fomento para su preservación, para la pedagogía ambiental o para cuidar como símbolo de biodiversidad a futuro”. 

Según la investigadora kamsá, muchas comunidades indígenas están hasta ahora iniciando con procesos de turismo de naturaleza, pero necesitan capacitación e inversión para organizar senderos así como equipamiento. 

Además, en los resguardos indígenas en donde crece esta flor, Agreda ha entablado conversaciones con investigadores del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI, sede Guainía, así como con grupos de la Corporación Autónoma Regional - CAR y hace falta apoyo económico para la investigación sobre la reproducción de la ‘flor eterna’. 

Si bien, la flor de verano, Guacamaya Superba o flor de invierno, nunca pierde su estructura original, nadie sabe -a ciencia cierta- cómo hacer que esta planta eterna crezca en otro lugar del mundo. 

En cambio, advierte la investigadora, la mayor inversión ha estado dirigida a las regiones con mayores índices de deforestación. “Deben una “compensación” a las comunidades que se han dedicado a preservar. Así como van las cosas, las comunidades dicen: ‘Bueno, nosotros cuidamos y no llega nada pero a los que están arrasando con todo, el Estado les está pagando’.

Se habla de la Amazonía como sujeto derechos y titularon con la región el Plan Nacional de Desarrollo, pero realmente aquí se requiere más que una simple inversión logística, donde toman foto y no se fortalecen las autoridades territoriales que protegen el ecosistema”, concluye.

Para Agreda, en la región no están lo suficientemente preparados para tener un aprovechamiento sostenible de la comercialización de la flor ahora que está en voga. Después de la COP, según la experta, hay una mayor obligación institucional para brindar formación en responsabilidad ambiental, con un plan de manejo y preservación orientado a las comunidades indígenas de base.

Lo que dice un sembrador de la especie

En lengua curripaco la flor es conocida como liwi, en lengua puinave como shugsu y ha sido ancestralmente usada como medicina. Por eso, antiguamente, no se tocaba la flor y solo el agua estancada en su capullo era bebida por mujeres.

“Durante varias generaciones hemos cuidado estos territorios y es importante el reconocimiento de estos pueblos que han cuidado las sabanas y la flor milenariamente”, dice Argelino Agapito, cultivador de la especie.

Para él, como sembrador, la flor debe crecer en el mismo punto en donde nace. Si se pudiera encontrar la manera de reproducirla, debe respetarse el carácter endémico de la planta que crece en condiciones específicas de temperatura, del ph de la tierra y erguida en sus arenas. “Eso es fundamental decirlo para seguir conservando esta especie, ahora que hay una oportunidad de su aprovechamiento forestal”, dice Agapito.

Para el sembrador tiene sentido la decisión institucional al usar esta flor como símbolo de resiliencia. “Porque cuando la flor llega a su etapa de maduración cae junto con el tallo y sus estructuras vuelven a retoñar en donde cayó la planta madre”.

Lo importante, para él, es que el símbolo seduzca lo suficiente para dejar recursos en la Amazonía que funcionen no solo para la conservación de esta especie de flora. “Nace en diferentes ecosistemas de la selva; la flor no crece sin selva y la selva necesita de la flor, por eso este discurso incluye la conservación del bosque porque el escenario es una integración biodiversa”.

Rodríguez, por su parte, quisiera que este escenario de conversaciones en Cali donde “Inírida” empieza a ser nombrado, atrajera la atención de personas interesadas en invertir en proyectos de ecoturismo ya existentes, en lugar de que comience una especulación sobre sus tierras y además proyecten grandes construcciones con las que no podrían competir. 

Fotografía: Instituto SINCHI

“Estos territorios son prácticamente vírgenes y han sido protegidos por quienes hemos nacido y crecido aquí. Muchas familias antes se ocupaban de la minería ilegal y han hecho la transición hacia proyectos de ecoturismo, con los que también se beneficia la naturaleza”, explica Rodríguez Cuiche a Consonante. 

Pero, asegura, esos proyectos necesitan el apoyo del Estado con la misma intensidad con la que perseguían antes a muchas familias que sobrevivían con economías ilegales. 

“Nosotros sí tenemos que comprar una gasolina muy costosa y en los proyectos ecoturísticos lo que más nos cuesta es la movilidad, porque estamos en el Amazonas. Hay muchas formas en que proyectos indígenas y comunitarios podrían recibir atención institucional”, concluye el comunicador puinave.

Archivado en
Sin comentarios

Deja tu comentario

Utiliza un correo electrónico válido

Recibe nuestros contenidos. Es gratis.

Puedes cancelar en cualquier momento.
Quiero recibirlos
cross