En 2013, varios estudiantes y profesores del municipio de Río Quito, Chocó, se juntaron para proteger el ecosistema de la región que está siendo amenazado por la minería de oro. En 2022, este departamento registró la mayor cantidad de evidencias de explotación de oro de aluvión en el país con 33.938 hectáreas (UNODC).
Para evitar el avance de esta actividad en la región, la comunidad estudiantil de la Institución Etnoeducativa Antonio Angle tuvo la iniciativa de constituir La Reserva Natural el Guayacán con una extensión de 132 hectáreas, tres circuitos, nueve estaciones culturales, un aula ecológica y otra de terapia ambiental.
Doce años después de su nacimiento, la reserva ofrece alternativas académicas para cuidar la selva y proteger las fuentes de agua potable de la comunidad.
Melqui Mosquera, profesor de biología, cuenta la historia:
Decirle a un niño del aula, “vamos para la reserva”, Es algo muy emocionante para ellos, les encanta. Venimos mucho a las clases acá.

Yo soy de un pueblo que se llama Lloró. El contacto con la naturaleza y cómo nosotros nos compenetramos con ella, vivir en el campo, hace que uno se enamore del bosque. Se me facilitó mucho estudiar biología y química por la cercanía con la naturaleza.
Todo empezó porque unos jóvenes se preocuparon por la actividad minera cuidar esta área y restringir esas actividades de pesca, de caza, de cortar madera. Como ejercicio pedagógico se destinaros 13 hectáreas.

Cada profesor se encarga de un Quilombo, lo cuida. Este, por ejemplo, es el de las ciencias naturales. Protege y hace investigaciones acerca de las especies que tenemos acá, la flora.
Profesora Mirna Pérez Palacios:
Nosotros también identificamos la gran cantidad de árboles maderables que existen acá. Tenemos un sistema de identidad para que el visitante de guíe.
Por ejemplo, el número diez es el Cedro macho. Aparece el nombre científico y el popular, también los usos que se le pueden dar al árbol.

Melqui Mosquera:
Mis primero años en Quibdó fueron muy duros. De ver cómo vive uno de sabroso en el Andágueda. Viajar en una lancha, venirse enamorando en la lancha. En las mañanas la neblina se congestiona, tan oscura, espesa. Un marinero una vez me decía: ¿ profe, quiere ver que esto se va a poner claro?
Y tocó una tambora, pum pum, y todo se despejó.
Un verano en el Atrato era muy placentero. Hoy le echamos basura, plástico. El río nos está regañando todos los días. Nos dice "me están afectando mucho".
Primero se llamó Reserva Antonio Angles, hoy se llama El Guayacán.

Créditos:
Protagonistas: Comunidad estudiantil de la Institución Etnoeducativa Antonio Angles
Entrevistas, fotografía y realización: Gabriel Linares López
Coordinación general: Ángela Martin Laiton
Pintura inspirada en el Río Quito: Juan Maad, artista plástico del Chocó