Las riberas del río Cesar en jurisdicción de San Juan del Cesar han sido afectadas en los últimos años por la deforestación y las basuras que algunos habitantes tiran allí. Es por eso que la Secretaría de Desarrollo Económico, el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) y la Fundación Salvemos al Río Cesar han desarrollado jornadas de limpieza y siembra a las orillas del afluente en las últimas tres semanas. Aunque no han sido campañas coordinadas entre las entidades, esta es una de las estrategias que se deben adoptar para recuperar la cuenca alta del río Cesar, ubicada en La Guajira.
El río Cesar es el segundo afluente más importante del departamento de La Guajira. Sus aguas nacen en la Sierra Nevada de Santa Marta y desembocan en la ciénaga de la Zapatosa, después de recorrer once municipios, entre estos San Juan del Cesar. Cerca de 40 mil habitantes del casco urbano de este municipio toman las aguas de este afluente para consumo y aseo. Incluso la bocatoma, de la cual se surte de agua el acueducto que reparte al municipio de San Juan está a un brazo del río Cesar a la altura del salto del corregimiento Corral de Piedras.
¿Cómo se ha hecho la reforestación?
Son dos proyectos que se están ejecutando simultáneamente para la reforestación. El primero de los proyectos está abanderado por María Auxiliadora Amaya, Secretaria de Desarrollo Económico de San Juan del Cesar, quien está trabajando de la mano de la ONG Villa del Río y las juntas de acción comunal del corregimiento El Placer, y los barrios Los Rosales y Nueva Colombia. Durante las últimas tres semanas de marzo, sembraron 300 de 500 árboles de guayacán, yaguaro, ceiba y macarutú, que fueron donados por Corpoguajira, en la rivera de El Placer. Además, recolectaron aproximadamente una tonelada de residuos sólidos de las orillas del río.
Por su parte, los estudiantes del Programa de Sistemas de Manejo Ambiental y Producción Agroindustrial de Alimentos del Infotep están ejecutando el proyecto “Hagamos de San Juan un bosque”. Esta iniciativa se ha implementado en seis etapas. La última, que se desarrolló a finales de marzo, tuvo una inversión de 50 millones de pesos para sembrar 320 árboles a lo largo de las riberas del río que están cerca de la carretera que conduce al municipio. Además, se hizo mantenimiento y resiembra de algunos árboles que quedaron pendientes en etapas anteriores.
Joaquín Cuello, docente del Infotep a cargo del proyecto, cuenta que no han encontrado receptividad de las personas durante la implementación. “A veces nos encontramos con algunos finqueros o dueños de terrenos a orillas del río que exigen qué árboles les tenemos que sembrar. Se les lleva mango pero dicen que no, que quieren otro”, dice Cuello. Asegura que, si bien la reforestación es importante, es necesario articular más trabajo para que se vea algún cambio.
Sembrar árboles no es suficiente
Al igual que Cuello, Amaya coincide en que, a pesar de los esfuerzos por sembrar árboles, no ha habido cambios en el estado del afluente y se siguen encontrando paquetes de plástico y hasta cuerpos de animales en el caudal. Para atender problemáticas como estas, proponen que se deben vincular a todos los actores, generar planes de manejo de basuras y controlar la deforestación. “No existe ningún tipo de participación por la comunidad. Ven que estamos realizando actividades y no se vinculan”, cuestiona Amaya, quien no descarta imponer sanciones. “Estamos trabajando de la mano de la Policía ambiental porque considero que es hora de aplicar diferentes sanciones, ya que la concientización no surtió efecto”, dice Amaya.
Otro de los problemas es la falta de seguimiento a los proyectos que se ejecutan. Javier Vega, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Placer, cuestiona que no haya un compromiso ciudadano de veeduría sobre los recursos invertidos y de evaluación sobre las estrategias. “Hago un llamado a las autoridades y Corpoguajira para que nos convoque a ser vigilantes tanto de las siembras como de los verdaderos costos de los árboles y que incluyan a la gente de la región como conocedores y afectados de esta problemática que tiene el río cesar”, dice Vega.
Por su parte, el ingeniero ambiental José Banquet, cofundador de la Fundación Salvemos Nuestro Río Cesar, afirma que el estado actual del río es crítico porque son diversas las problemáticas que influyen en él. “Por ejemplo, la extracción de material de arrastre, arena y gravilla. Esa labor no ha parado y ahí estamos buscando la implementación del comparendo ambiental a través de la Policía”, cuenta Banquet. Sin embargo, para el ingeniero estas acciones se quedan cortas pues se debe tener actualizado el Plan de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas (POMCA) para el río Cesar, que está en proceso de actualización.
El POMCA permite planificar el uso de la fauna, la flora, el suelo y las aguas del río. “Pero hasta no estar actualizado no se realizarán estrategias para el manejo ambiental. Espero que se termine de actualizar pronto porque de seguir así, en diez años ya no tendremos fuente hídrica”, lamenta Banquet. El líder ambiental, quien desde hace dos años trabaja por la conservación del afluente, propone además mejorar el control de las quemas o zocolas para preparar la tierra para la siembra.“Ojalá se logre reubicar en terrenos separados a la rivera a algunos indígenas que causan daño al río en su nacimiento, para que al momento de preparar la tierra para sembrar sus productos de pancoger, no afecten el caudal”, explica.
¿Qué dicen las autoridades?
En el departamento no hay ningún plan que determine qué deberían hacer las entidades, comunidades y Alcaldías, y que genere un espacio de articulación entre estas. Las principales acciones se han desarrollado en el Cesar, donde la Contraloría General de la Nación (CGN) ha impulsado mesas de participación y articulación de entes y comunidades en el marco de la estrategia de Gobernanza Ambiental Territorial (GAT). Incluso, Susana Muhammad, ministra de Ambiente, aseguró que impulsará la restauración ecológica del “Corredor de Vida del Cesar”, que incluye la Ciénaga de Zapatosa, la Serranía del Perijá y las fincas productivas que están erosionadas.
Por su parte, Corpoguajira asegura que está trabajando en tres acciones actualmente: la formulación del POMCA para la cuenca alta del río Cesar, la siembra de vegetación nativa de la región en la cuenca del río Cesar y campañas de educación ambiental. Para esto, la corporación contrató al Consorcio PAC Cesar. “Hacemos diferentes actividades. Hay unas campañas de reforestación que se hacen a través de educación ambiental con unos aliados en campo que tenemos, como los vigías ambientales y docentes de algunos colegios”, explica Yovani Delgado Moreno, ingeniero encargado del área de Ordenamiento Ambiental Territorial de Corpoguajira.
Delgado asegura que la reforestación es “una de las actividades que más repercuten positivamente en los bosques para la protección no solamente del agua, sino de los suelos”. Incluso, agrega que esta acción ayuda a recuperar ecosistemas afectados por las quemas o zocolas. Sin embargo, el ingeniero de Corpoguajira cuenta que tienen el reto de concientizar a la comunidad sobre la importancia de llevar a cabo la siembra de árboles nativos. “Nada hacemos nosotros con un proyecto de sembrar en un año cierta cantidad de árboles, si no hay un compromiso de la comunidad de seguir sembrando y proteger la ronda hídrica”, agrega.
Lo que sigue:
La atención de las entidades y organizaciones de la comunidad están enfocadas en la construcción del POMCA para la cuenca alta del río Cesar, un proceso que se retomó a finales de 2022. Para esto se invertirán 3.286 millones de pesos del Sistema General de Regalías (SGR). Una vez sea aprobado el POMCA, Corpoguajira será la encargada de ejecutar y hacerle seguimiento. Sin embargo, para llevarlo a cabo son necesarios recursos de las entidades territoriales, nacionales e internacionales.
La secretaria María Auxiliadora Amaya asegura que la Alcaldía contrató a un operador turístico que se encargará de comprarle a la administración la basura que se recoja de las riberas. “Se necesita reubicar las basuras y crear escenarios limpios. La basura ya tiene un costo, y el operador se encargará de comparar la basura que recolectemos en las diferentes campañas”, afirma Amaya.
José Banquet cuenta que desde la Fundación Salvemos Nuestro Río Cesar trabajarán en las próximas semanas en identificar las afectaciones que presenta hoy en día el cauce, desde su nacimiento hasta su paso por el municipio. Esperan, antes de finalizar abril, subir hasta el nacimiento.
Por qué es importante
El megaparque es la primera gran obra de inversión que hace la Alcaldía en Las Tunas, desde que se fundó hace más de 32 años. Este barrio es el epicentro de las zonas residenciales informales de San Juan del Cesar, porque integra a otras barriadas como Juan Antonio Araujo, Echeverry, Las Tunas 2, Enrique de Armas y Villa Hermosa. En total, unas 4.000 personas habitan estos lugares.
Qué está pasando
Para llegar hasta la cancha de microfútbol del barrio Las Tunas 1, un mototaxi cualquiera debe transitar por una calle sin pavimentar y llena de huecos. La cancha, donde juegan jóvenes y niños del barrio, en realidad es una placa de cemento con grietas. A un lado está un parque infantil que fue instalado hace unos 20 años y está deteriorado: la pintura ya inexistente, varillas de hierro oxidadas y tablas partidas. En este lote, la Alcaldía de San Juan del Cesar anunció que invertirá dos mil millones de pesos en la construcción de un megaparque.
El pasado 3 de marzo la administración municipal organizó una reunión para socializar el nuevo proyecto. Ese día, el secretario de Planeación Rafael Humberto Frías dijo que la obra incluirá la primera pista de patinaje de alto rendimiento del municipio, una cancha de microfútbol adecuada, un parque infantil y biosaludable, gradería cubierta, zonas verdes, enmallado, andenes, bancas e iluminación fotovoltaica.
A pesar de que no se ha anunciado una fecha para el inicio de la construcción, el proyecto ya cuenta con recursos del Sistema General de Regalías. Estos habían sido inicialmente aprobados para el proyecto de construcción, adecuación y mejoramiento del Parque Bolívar que debía comenzar el año pasado. Sin embargo, la Alcaldía puso en pausa ese proyecto después de que varios habitantes del municipio se opusieron por considerar que la inversión era excesiva y que los diseños llevarían a que desaparecieran las zonas verdes de ese lugar histórico de San Juan del Cesar. Por esa razón, Díaz anunció que modificaría los planos y dividiría el presupuesto de 11 mil millones de pesos en la reestructuración de tres parques: Santander, Bolívar y Las Tunas. “El proyecto está totalmente financiado de una bolsa que hizo el gobernador con el alcalde de once mil millones de pesos: cuatro mil para la plaza Bolívar, cinco mil para la Plaza Santander y dos mil millones de pesos para Las Tunas”, detalló el secretario de Planeación.
Durante la socialización, la comunidad aceptó que se construyera el megaparque e hizo una serie de peticiones: ajustar los planos y contratar mano de obra de los barrios. “Los ajustes recomendados en el diseño fue la adecuación de una cancha de microfútbol, ya que solo venía la pista de patinaje”, cuenta el recién electo presidente de la JAC, Edgardo Cuello Urbina. “En el barrio el fuerte de los jóvenes es el microfútbol”, agrega.
Las verdaderas necesidades del barrio
Las Tunas está divido en dos barrios: Las Tunas 1 y Las Tunas 2. Este sector comenzó siendo un asentamiento informal. Aunque hoy está legalmente constituido, el servicio de acueducto tiene deficiencias: el agua no es potable ni constante. Para suplir sus necesidades diarias, la gente almacena agua lluvia en tanques y ocasionalmente alcanza a recoger la poca agua que sale de las llaves, casi siempre en la madrugada. Muchos habitantes se quejan porque todos los meses llegan las facturas de la luz, el aseo y el acueducto pero se resisten a pagar por un mal servicio.
Por otro lado, en algunas calles no hay alumbrado público y las personas han optado por instalar artesanalmente palos con lámparas, para mejorar la iluminación y la seguridad en las noches. El único servicio público eficaz es el gas natural. Por si fuera poco, durante la temporada de lluvias, las calles se inundan por la falta de mantenimiento al alcantarillado.
Los habitantes del barrio se quejan constantemente de su situación. A pesar de esto, el alcalde Álvaro Díaz y el secretario Frías aseguraron durante el evento que fueron los mismos habitantes del barrio quienes les pidieron la construcción del megaparque. Pero antes de la reunión ninguna persona del barrio fue contactada por funcionarios de la administración para conocer su opinión sobre la pertinencia del megaparque.
Qué dice la gente
El anuncio de la construcción del megaparque ha generado opiniones encontradas entre los habitantes del barrio. Mientras algunos consideran que su opinión no fue tenida en cuenta por la Alcaldía y que debieron priorizar otras obras como el acueducto, otros creen que la nueva cancha atraerá visitantes y dinamizará el comercio.
Daisy Ennis Gutiérrez, habitante de Las Tunas, dice que debió priorizarse el cambio de las tuberías del agua para tener el servicio. “En estos momentos llega día de por medio y a altas horas de la noche”, asegura. Sin embargo, reconoce que el megaparque será una gran oportunidad para la recreación de los niños y jóvenes. “Ojalá que construyan una infraestructura buena y no se roben la plata”, agrega.
“A nosotros no nos comentaron nada. Yo lo supe porque escuché por ahí por la calle que iban arreglar ese parque”, dice Carmen Álvarez, otra moradora del sector. “Le pido al señor alcalde que nos arregle las calles porque cuando llueve se ponen demasiadas feas con las cuestiones de los pozos llenos de agua y casi uno no tiene como pasar”, agrega.
Emma, quien prefiere ocultar su identidad, considera que la Alcaldía debería prestar atención al alumbrado público, la calle principal está en mal estado y el acueducto. “Hay muchas redes que no son de Veolia, sino que simplemente las ponen los usuarios porque la empresa no les suministra el servicio de agua”, añade. “Para mí los parques no son prioridad, es algo que necesita la juventud, pero en la realidad no es prioridad”.
“Tenemos muchas necesidades, lo que pasa es que se enfocan en obras que solo les deja beneficios a unas cuantas personas”, dice Hilichis Alberto Álvarez. Sobre las prioridades del barrio, asegura que la Alcaldía debe mantener un buen mantenimiento o hacer nuevas obras de alcantarillado, ya que siempre colapsa en invierno.
Edwin Hernández, integrante de la JAC, reconoce que esta es la primera gran inversión que se realiza en el barrio desde que se fundó y puede atraer turistas y escuelas deportivas. “Acá simplemente hay una placa de cemento donde muchos de los jóvenes y niños que juegan se dañan los pies jugando”, detalla. “Creo que es conveniente y oportuno que la Alcaldía mire hacia este sector y realice un lugar donde nos podamos distraer”, agrega.
Asimismo, Hernández asegura que hay otras prioridades que se deben tener en cuenta como las vías de acceso al barrio. “Las carreteras hacia este sector sería una prioridad porque abriría el comercio. San Juan es grande, pero a la vez se ve pequeño porque las carreteras están dañadas”, dice.
El plan del alcalde
Este megaparque hace parte de la estrategia del alcalde Álvaro Díaz para mejorar la infraestructura urbana del municipio y atraer más turistas. Durante su campaña, Díaz afirmó que su mandato sería un “gobierno de cambio, de transformación”. Sin embargo, hasta ahora los cambios de los que habló el actual alcalde se han reflejado, principalmente, en grandes obras que no contribuyen a resolver las necesidades urgentes de la mayoría de sus habitantes. No ha trabajado, por ejemplo, en la optimización del acueducto para que el agua llegue a todos los barrios, construcción de un mercado que genere oportunidades laborales para los vendedores, remodelación de las instituciones educativas y adecuación de los puestos de salud de los corregimientos.
“El alcalde actual ganó la Alcaldía y habló de cambios, por eso el parque que quisimos hacer en la Plaza Bolívar se parece al de Nueva York y al de Madrid. Nosotros le dimos instrucciones a un diseñador para que hiciera un parque que convirtiera a San Juan del Cesar en epicentro del sur de La Guajira”, dijo Frías durante la socialización. “Así se había soñado el parque. Algunos objetaron, pero nosotros tenemos el diseño reservado para que con el tiempo San Juan mire lo que queríamos hacer”, añadió.
El secretario de Planeación Rafael Humberto Frías dice que el megaparque es una de las grandes prioridades del sector de recreación y deporte. Aunque reconoce que “la máxima prioridad que San Juan tiene son sus servicios públicos”, explica que no todos los recursos deben ir enfocados en esto. “Estamos emprendiendo actividades por varios sectores del municipio priorizando en cada uno de ellos, porque no es solamente priorizar en un sector sino en todas las dimensiones del desarrollo”, agrega.
Además, detalla que ya hay 52 proyectos en fila para ejecutar a través del Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD Paz) pero deben cumplir un proceso de un año de gestión: seis meses de trámite para la primera aprobación, tres para obtener el segundo cumple y otros tres para la asignación de recursos. “En su mayoría se encuentra el desespero de la gente porque se destacan las buenas calificaciones en los indicadores de desempeño, pero no se ven las obras. Aquí están las obras, pero hay que seguir estos ítems”, afirma Frías.
Lo que sigue
La comunidad espera que la administración cumpla con la construcción del megaparque y cumpla con sus condiciones. Además, se está organizando una veeduría. “Sabemos que es un proyecto que no se hará en un mes ni dos meses, llevará un tiempo. Por lo tanto, estamos de acuerdo y seremos veedores para que esto se lleve a cabo y lo cuidaremos por mucho tiempo”, dice Edwin Hernández, líder social del barrio. En ese sentido, el secretario de Planeación Rafael Humberto Frías explica que podrán acceder a los informes de interventoría y de supervisión del contrato.
El secretario de Planeación no ha confirmado una fecha para el inicio de la construcción del megaparque pero destaca que “quedan dos años para gestionar las obras de los proyectos que están aprobando por los entes competentes”. Asimismo, Frías detalló que en los próximos diez días un contratista iniciará el reparcheo de las vías del municipio. “Aunque vamos a invertir aproximadamente 1.200 millones de pesos, no se va a ver mucho”, indicó. El barrio 16 de julio, donde nació el Alcalde, será uno de los sectores priorizados.
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