¿Por qué es importante? Al menos nueve barrios de Montelíbano se inundan todos los años. A pesar de que se han identificado posibles causas del problema –como el mal manejo de basuras y la ubicación de viviendas en zonas de alto riesgo– hasta el momento los afectados no han recibido soluciones de fondo.
Los hechos:
- El 26 de julio a las 8 p.m. empezó a llover en Montelíbano. El aguacero fue fuerte y se prolongó hasta las 6 a.m. el día siguiente. Los caños y las alcantarillas que atraviesan los barrios se rebosaron, y la quebrada Muchajagua se desbordó. Diferentes puntos del municipio se inundaron esa noche.
- El 27 de julio, la Oficina de gestión del riesgo, la Defensa Civil y los Bomberos Voluntarios atendieron la emergencia. Prestaron primeros auxilios e iniciaron un censo para ofrecer ayudas humanitarias, un proceso llamado formalmente "evaluación de daños y análisis de necesidades (Edan)".
- Apenas una semana después, durante la noche del 3 de agosto, el nivel del río San Jorge subió por las lluvias de los días anteriores y se desbordó, según información suministrada por la Defensa Civil. Entonces, se inundaron el barrio La Pesquera; algunas viviendas de los barrios San Luis y Muchajagua; la vereda El Once (al otro lado del río); y el caserío Bocas de la Manuelita. La emergencia se prolongó hasta el 5 de agosto.
La respuesta de las autoridades: Por el lado de la Defensa Civil, dos grupos han ayudado con la evacuación de las viviendas y el levantamiento de los electrodomésticos y otros enseres. También han desarrollado Planes Familiares de Emergencia, documentos en los que “se identifican los riesgos que tienen aquellas 540 familias más afectadas” señala Liliana Heredia, coordinadora de la entidad. Heredia explica que una vez elaboran estos planes, les brindan charlas sobre primeros auxilios y dan consejos para mitigar el riesgo a las personas afectadas.
Actualmente, los grupos de la Defensa Civil atienden la línea de gestión del riesgo (311 403 04 86) todas las noches, entre 6 p.m y 6 a.m. Estos grupos funcionan desde julio, cuando La Alcaldía concretó su contratación.
Carlos Arteaga, coordinador de la Oficina de gestión del riesgo, le dijo al medio de comunicación La Razón que entregarían ayudas humanitarias.
“Año tras año nos inundamos”: Esta no es la primera vez que sucede algo así en Montelíbano. Varias personas cuentan que han vivido inundaciones en el municipio desde hace al menos 30 años.
- "Vivo aquí hace aproximadamente 38 años, y he sido afectado por las inundaciones desde hace unos 30, pero estas se han ido incrementando año tras año (...) Una vez la secretaría de Planeación nos invitó a una reunión y nos ofreció un mercadito, pero yo se los devolví porque eso no era la solución y no ha habido más intervención del Estado en ese sentido", cuenta Juan Mercado, miembro de la Junta de Acción Comunal del barrio Tierra Grata.
- Fredy Vargas, habitante de la zona norte, comenta que la estrategia de entregar mercados a las y los damnificados se ha repetido en casi todas las administraciones. “Cuando el mandato del señor Gabriel Calle (en 2016) vinieron una sola vez y regalaron un mercadito y eso fue todo lo que se hizo”.
- Muchos han intentado adaptarse. “Ya nosotros hemos aprendido a convivir con esto estos últimos años, entonces hemos optado por tener las cosas en lugares altos para tratar de que nada que tenga valor adquisitivo se nos dañe”, afirma Leiver Vargas, también habitante de la zona norte Montelíbano.
- Pero el riesgo está presente. “Muchajagua es un barrio que está a orillas del río San Jorge, y por eso nos afectamos cada vez que el río se desborda y por las fuertes lluvias, pues inundan la quebrada porque nuestro barrio no solo lo atraviesa el río San Jorge sino que también una quebrada”, comenta Harold Bohórquez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Muchajagua.
Las causas: Según la Oficina de gestión del riesgo y la Defensa Civil, las principales causas de este problema son, por un lado, la invasión de vivienda en los humedales y, por el otro, el mal manejo de los residuos sólidos, que terminan acumulándose en los caños y en el cauce del río.
Sin embargo, los habitantes de los barrios afectados opinan que el verdadero problema es la falta de gestión de las administraciones locales para plantear soluciones que pongan fin a las inundaciones a largo plazo.
Entonces, ¿qué pide la gente? La comunidad les hace tres peticiones a las autoridades:
- “Ayuda más efectiva para alzar las casas y para dejarlas a cierto nivel para que el agua no las afecte y ya no sufrir más el rigor de las crecientes y de las inundaciones”, dice Harold Bohórquez. Agrega que en una ocasión pidieron la reubicación de familias más afectadas, pero no recibieron una respuesta.
- “Hacerle un buen mantenimiento a Caño Burgos y (...) desviar ciertas aguas que vienen de los barrios del sur para darle una solución a largo plazo a la problemática”, dice Leiver Vargas, un habitante del centro.
- Una política pública que reglamente la construcción de vivienda en humedales, así como “la ampliación del canal que lleva las aguas hacia la parte este que salen directamente al río San Jorge”, dice Fredy Vargas.
Lo que sigue: Las familias caracterizadas por la Defensa Civil esperan las ayudas prometidas mientras el riesgo por posibles inundaciones y desbordamientos de los ríos es inminente. Según el informe del 8 de agosto de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge la cuenca del río San Jorge está en alerta naranja. Esto quiere decir que puede haber crecientes súbitas en la parte alta del río y sus afluentes, especialmente los ríos San Pedro y Uré.
La autoridad ambiental hizo un llamado a las autoridades locales de los municipios Puerto Libertador, Montelíbano y Buenavista, y recomendó implementar medidas de contingencia para evitar más afectaciones por las inundaciones y desbordamientos.