"A las mujeres jóvenes, creo que es muy importante que ellas comiencen a abrir su mente y su corazón a querer conocer estos legados. Querer conocer estas luchas y querer y empezar a querer conocer ese camino que nos han dejado y que nosotras caminamos".
Valeria Ortiz: Esto es Voces en primer plano. Un espacio de entrevistas en profundidad donde voces locales y expertas cuentan, explican y contextualizan su propia historia. Les habla Valeria Ortiz, periodista de Consonante.
El 5 de septiembre fue el Día Internacional de las Mujeres Indígenas. En Colombia, según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2018, cerca de 954.000 mujeres en Colombia se autorreconocen como indígenas. Esto corresponde al 50,1% del total de población que se autorreconoce como indígena en el país.
Como parte del reconocimiento a las mujeres indígenas, hablamos con Celia Umenza, indígena de la etnia Nasa del Norte del Cauca del municipio de Toribio. Pertenece a la Guardía Indígena y es reconocida como una lideresa a favor de la lucha del medio ambiente, la defensa por el agua, los derechos humanos y la lucha de las mujeres.
Celia Umenza: Pues, me crie con 10 hermanos, somos 5 hermanas. Soy la menor de los 4 hermanos varones después de mis hermanas. Entonces, me crie en ese entorno del modo de vida de los hombres porque mis hermanas eran mayoras, después fueron meros hombres y de últimas nací yo. Entonces, me crié en ese entorno de vida de los hombres, de jugar balón, de ir a trabajar al campo con las peinillas de alambrados. Incluso que mi papá nunca me dijo mija, sino mijo. Es como un poco la historia resumida de mi infancia.
Valeria Ortiz: Celia, en tu familia de pronto tuviste algún referente o un ejemplo a seguir que te haya motivado a ser tan activa en diferentes luchas
Celia Umenza: A ver, yo sí creo que vengo de familia así como tú dices, de familia que la ha luchado. Está mi padre, mi madre que de una u otra forma a uno le van enseñando. Y mi padre, siempre su lucha fue la educación. Incluso con su poco de trabajo, su poco de economía que tenía, él hizo una escuela donde podían estudiar algunos comuneros que no tenían ni idea de estudiar y eso fue una de las luchas.
Y mi mamá de ser una mujer de que siempre llevó esa batuta en la casa, de conseguir sus alimentos, de tener sus animales, de tener su economía propia… esa fue una de las luchas de ella. Creo que esa forma de vida entre mi mamá y mi papá unificados, fue donde yo creo que yo salí. Y mis papás de alguna u otra manera no eran tan fuertes las organizaciones de los cabildos, llamados así en esas épocas. Él participaba mucho y siempre yo iba con mis hermanos y todo eso.
Entonces, eso hizo que yo pudiera ser mujer, pero también estar en esos espacios, ir creciendo en esos espacios y también compartir con mis hermanos. Creo que eso hace que yo he podido como copiando porque a mí me gusta mucho como dice el territorio, los espacios de vida que es el medio ambiente, la educación. Es como eso, que yo siempre tuve a mi mamá y a mi papá de referente.
Valeria Ortiz: Como mujer indígena, ¿a qué obstáculos o dificultades has tenido que enfrentarte?
Celia Umenza: Bueno, yo creo que el primer obstáculo es la misma sociedad, la misma familia que es como el obstáculo. Uno, porque en sí, en las mujeres indígenas pues no estaba visto de que fuéramos mujeres independientes, y menos en la familia. A pesar de que mi mamá era mujer independiente, tenía su propia economía, trabajaba para su propia economía, pero ya ya con nosotras era una educación diferente de ser sumisa, a pesar de que ella no era sumisa, pero ella siempre nos educó con que fuéramos sumisas, atender al marido, de dar hijos, de estar con los hijos.
Eso fue un obstáculo para mí y para mis demás hermanas las mayoras, pues eso fue la crianza así. Yo fui un poco la oveja negra porque así me categorizaban en los territorios, porque aprendiendo en la crianza de mi mamá de ser sujeta, de ser sumisa y pues cuando yo conformé mi hogar y todo eso no fui así, yo quise ser independiente.
Uno de los obstáculos más grandes fue eso, de tener que tener mis tres hijos, yo soy madre de dos hijas y un hijo. Y quedarme a los 28 años sola criando a esos muchachos porque me tocó decidir entre el hogar y la organización y mis proyecciones. Y yo decidí la organización y mis proyecciones. Entonces, de una u otra manera el machismo en esos tiempos era supremamente grande. Aún apenas están como queriéndose pellizcar y preguntarse si eso está bien o no el machismo. Entonces, en ese tiempo el machismo era muy grande.
Igualmente cuando yo me separé, eh la gente se dio cuenta que yo era separada, incluso iba a asumir un espacio de gobernabilidad y me dijeron que yo no tenía esa moral de asumir ese espacio tan importante porque yo era mujer separada y las mujeres separadas se veían mal.
Entonces, desde allí me tocó que, pues, como ir rompiendo ese hielo, rompiendo ese hielo y no es nada fácil, no es nada fácil ser señalada si uno se iba a la formación. Bueno, yo era la mujer que dejaba los niños y me iba a andar para arriba y para abajo, eh abandonar a los hijos. Sin embargo, me tocó hacer de las orejas mochas y seguir en la formación porque yo sabía que yo no hacía nada malo, yo necesitaba salir adelante para poder sacar adelante a mis hijos.
Valeria Ortiz: He leído que por esas decisiones de luchar, de ser esa oveja negra como mencionas, fuiste señalada en varias ocasiones y por ello fuiste desplazada, ¿es cierto?
Celia Umenza: Bueno, mi desplazamiento en el 2009 sí fue por la guerrilla. Pues uno por el control territorial y por la defensa del medio ambiente y todo eso para nosotros, como yo he dicho, fue muy duro el enfrentamiento. Entonces, por esa razón pues la persecución, las amenazas fueron muy fuertes.
Como tuve atentados y todo eso, entonces prácticamente salí del Cauca. ¿Por qué? Porque por lo menos los que éramos de las montañas del Cauca y bajábamos al plan del Cauca, nos decían guerrilleros, los paramilitares. A los indígenas que subían del plan, si yo me quedaba mucho tiempo en el plan y subía, pues yo era paramilitar, yo estaba pasando información a los paramilitares.
Entonces tenía un doble señalamiento. Y mientras tanto también supuestamente por ser guerrillera pues también tuvimos, yo podría decir como esa desconfianza de la Fiscalía porque también tuve varios varios llamados de la Fiscalía para saber quién era yo. Entonces todo eso hizo que prácticamente de me desplazara un poco del Cauca.
Valeria Ortiz: ¿Y en qué momento y de qué manera empiezan los procesos con mujeres y la defensa de sus derechos?
Celia Umenza: Volví al Cauca, ya me ya me radiqué en Santander donde pues comenzamos a trabajar todo el tema jurídico, todo el tema de las mujeres y afortunadamente pues pertenezco a la organización grande que es la ACIN, lógicamente el CRIC también, pero como zona norte pertenezco a la ACIN Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca. Y allí pues teníamos un espacio de mujeres y pues entramos a fortalecer ese espacio de mujeres que también fortalecen a toda la zona norte del Cauca, incluso Toribio.
Yo creo que esa rebeldía que teníamos algunas mujeres porque no nos permitía ni siquiera jugar balón cuando éramos jóvenes. Sin embargo, fui capitana de los equipos, de algunos equipos. Fuimos campeonas rompiendo todos los protocolos indígenas y eso como que fue cogiendo fuerza. Y como estrategia fue el fútbol, de nosotras las mujeres ir jugando al fútbol. Y yo creo que desde allí las mujeres jóvenes comenzaron a fortalecerse como mujeres.
Ya en el 2021 que yo regreso, pues ya nuevamente tenemos la organización de las mujeres, ya hay participación de las mujeres, ya tenemos autoridades mujeres, ya tenemos mujeres en todos los espacios.
Valeria Ortiz: ¿ Qué mujeres y cómo la han acompañado otras mujeres en estos procesos colectivos?
Celia Umenza: Yo creo que muchas mujeres Nasas indígenas he podido tener su respaldo, pero igual a veces uno se siente sola porque hay un dicho que nadie es monedita de oro y a veces a pesar de tener respaldo también tengo esas incoherencias de que muchas mujeres lo cuestionan a uno, ¿no?
Entonces pues, no, sin embargo, yo siempre escojo lo que a uno le conviene. Entonces yo creo que en eso he podido como estar ahí.
Valeria Ortiz: ¿De qué manera has sido cuestionada?
Celia Umenza: Creo que el cuestionamiento de las mujeres hacia las mujeres pues es muy fuerte como más de esto es más exigencia, ¿no? Que tenés que tener una moral muy grande, debes tener una familia perfecta. No puedes cometer ningún error porque eso hace que a ti te cuestione. Entonces, ser mujer en un espacio de mujer es muy complejo, muy complejo porque creen que es que porque soy mujer y porque tengo un liderazgo, tengo que ser perfecta. Y resulta que al ser una lideresa y ser mujer indígena tenemos los mismos altibajos que tiene cualquier hombre líder. Entonces, el hombre líder puede pasar, pero nosotras las mujeres lideresas en muchas cuestiones no pasamos. Eso para nosotros es bien complejo, bien complejo.
Valeria Ortiz: Vi que en 2021 tuviste la oportunidad de hablar en el Consejo de Seguridad con las Naciones Unidas y mencionabas el tema de la violencia de género que se vivió y se sigue viviendo dentro de los territorios, ¿cómo ha sido trabajar frente a esas violencias?
Celia Umenza: Sí, todavía tenemos mujeres que no hablan sobre las sobre las violencias que están viviendo. Algunas hablamos, otras no. Y la falencia que tenemos es que no tenemos una justicia que nos pueda respaldar con estas problemáticas. Nuestra justicia propia aún está muy débil, muy débil para poder fortalecer la necesidad de justicia de las mujeres.
Yo creo que en el Consejo de Seguridad con las Naciones Unidas, pues que sea la primera mujer indígena hablando sobre estos temas, pues también fue un gran logro, no para mí como Celia, sino para la organización de mujeres que sí podemos nosotros políticamente ir creciendo y también que podemos denunciar a nivel internacional lo que estamos viviendo.
Valeria Ortiz: Y ¿cómo han trabajado para erradicar las violencias de género?
Celia Umenza: Bueno, uno de los pilares fundamentales para nosotros erradicar toda la violencia de género en los territorios indígenas, que eso ha sido tan difícil, ha sido fundamental la formación y capacitación de las mujeres. Eso para nosotros ha sido, y lógicamente el tejido mujer como esa esa fuerza de las mujeres. Entonces, eso para nosotros ha sido fundamental, la capacitación y formación.
Y de allí ha venido pues la comunicación, ha venido también la atención psicocultural, también ha venido de que las mujeres entiendan un poco los derechos de las mujeres, el de los derechos humanos y todo eso. Creo que eso para nosotros es fundamental.
Valeria Ortiz: Como lideresa ¿qué legado le gustaría dejarle a las mujeres indígenas?
Celia Umenza: Bueno, yo decirle como mujer indígena que voy a dejar un legado, pues no tanto dejar un legado porque el legado ya está. El legado de la lucha de nuestra cacica Gaitana es un legado ancestral y por ese camino hemos luchado por ese camino nos hemos dirigido nosotras. Y el mensaje para estas mujeres sería que no se olviden del legado.
Ese legado, esas luchas, ese camino que dejaron nuestras mayoras y nuestra cacica Gaitana es el es el legado de nuestras mayores y es el legado de nosotras y será el legado de las mujeres del futuro. Porque de eso hemos podido pervivir como pueblos indígenas de los legados ancestrales.
Con esos legados no nos hemos desaparecido como pueblos indígenas. Y con ese mismo legado pues tenemos que continuar fortaleciendo los diferentes espacios como mujeres.
Valeria Ortiz: ¿Quién fue la cacica Gaitana?
Celia Umenza: Para nosotros como mujeres indígenas la Gaitana es una mujer demasiado demasiado relevante para nosotros. Una porque fue una cacica que no negoció sus territorios ni a su gente ante los españoles.
Y otra que antes de ser juzgada, ella tuvo que prácticamente quitarse la vida para no llegar a una negociación. Una mujer que luchó por defender y por la pervivencia de un pueblo indígena. Y por eso nosotros hoy las mujeres indígenas hemos tenido esa ese relevancia hacia ella
Valeria Ortiz: Finalmente, como mujer y lideresa indígena, ¿qué espera o qué le dice a las niñas, adolescentes y mujeres indígenas del país?
Celia Umenza: A las mujeres jóvenes, creo que es muy importante que ellas comiencen a abrir su mente y su corazón a querer conocer estos legados. Querer conocer estas luchas y querer y empezar a querer conocer ese camino que nos han dejado y que nosotras caminamos.
Y decir a estas jóvenes y a estas a estas niñas, mujeres que no es nada fácil, pero tampoco es imposible. Y que hoy tenemos muchos espacios para fortalecer lo que ellas quieran. Si quieren estudiar, si quieren, bueno, lo que ellas quieren, hoy tenemos unos espacios que nos lo hemos ganado y que no lo desaproveche. Creo que para nosotras eso sería la ganancia más grande de que estas juventudes, mujeres sean las que abanderen más adelante todas estas luchas.