Fotografía: Maira Fragozo
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Mujeres piden intervención a la Casa de la Mujer en San Juan del Cesar

Desde hace más de 20 años la Casa de la Mujer de San Juan del Cesar no recibe mejoramiento, ni dotación para los cursos que ofrece el Sena. Aunque actualmente está funcionando con cursos de confección, la calidad en la formación no es la ideal, por eso le piden a la administración local que haga una intervención.
¿Cómo se hizo este trabajo?
Visité La Casa de la Mujer y conversé con las mujeres que se forman allí. También entrevisté a las instructoras del Sena y a la secretaria de Gobierno de la Alcaldía de San Juan del Cesar.

Desde el mes de junio del 2023, cerca de 100 mujeres han recibido procesos de formación del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), en las instalaciones de la Fundación Casa de la Mujer de San Juan del Cesar. Dentro de los cursos que han recibido están: patronaje y escalado de blusa, de pantalón de dama, de camisa para caballero y de ropa infantil. 

Pese a que han culminado algunos de estos cursos, las condiciones en las que los han recibido no son las mejores. Las mujeres aseguran que el inmueble no cuenta con los implementos necesarios para las clases, no tiene máquinas de coser, sillas adecuadas, ni mesas para todas. “La seño' nos va explicando y uno quiere ir haciendo, ir dibujando y no se puede porque estos pupitres son viejos y solo hay dos mesitas que no alcanzan para 30 personas que es lo mínimo que solicita el Sena para un curso”, asegura Leoneidis Martínez de 25 años, aprendiz del Sena.

Las mujeres reciben las clases en el patio, y aunque hay un techo, el lugar está abierto a los lados, por ende, cuando llueve se mete el agua . La casa tampoco cuenta con buena electricidad, solo hay una conexión en la que ponen un foco, algunas tomas eléctricas no sirven, no tienen abanicos, y el techo con el pasar de los años se ha ido deteriorando, algunas tejas están dañadas. “Sentimos temor de que nos vaya a caer encima”, asegura Mónica López, aprendiz y modista. 

 ¿Cómo impacta esto en la vida de las mujeres?

En San Juan del Cesar este es el único espacio que tienen las mujeres para reunirse y para poder formarse de manera gratuita. Actualmente este municipio no cuenta con una sede del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y mucho menos con una sede de la Universidad de La Guajira, las sedes más cercanas están en Fonseca y Villanueva a 30 minutos de este municipio. En ocasiones el Sena pide algunos lugares como la Ludoteca, colegios o salones del Infotep para dictar sus cursos. La otra opción que tienen las mujeres son corporaciones e institutos de formación, pero no son gratuitos y para quienes no cuentan con recursos es difícil acceder.

“Siempre me he preguntado por qué San Juan no tiene un espacio. Un lugar donde el Sena pueda dictar los cursos, porque hay muchas personas que no tenemos para ir a una universidad y el Sena es nuestro mejor aliado”, afirma Mónica López.

“Por la falta de condiciones mínimas para que nosotras podamos recibir las clases muchas de las personas han desertado, y se desmotivan”, agrega.

La estructura de la casa está muy deteriorada, no hay inversión, ni atención de parte de las autoridades.
Fotografía: Maira Fragozo

Historia de la Casa de la Mujer 

La fundación Casa de la Mujer es una entidad sin ánimo de lucro que fue fundada en 1995, en el mandato del ex alcalde Jairo Suárez. El inmueble está ubicado en la avenida principal de San Juan del Cesar, cerca de la alcaldía municipal y de la sede de bomberos. Sus fundadoras fueron las Damas Rosadas ( una organización de mujeres, sin ánimo de lucro al servicio de la comunidad) y la madre del ex mandatario, Senobia Orozco de Suárez, quien a sus 90 años sigue siendo la presidenta de la fundación. En ese entonces, cuando su hijo era alcalde, Orozco le pidió que le cediera ese espacio, teniendo en cuenta que esa propiedad era del municipio, él no se negó y se los dió a comodato. El objetivo principal con el que crearon la fundación, fue brindar un espacio en el que las mujeres pudieran educarse. “Yo siempre he sido defensora de la mujer, de conseguir la igualdad, los derechos y la educación, porque anteriormente éramos olvidadas”, asegura Senobia Orozco. 

Para poder abrir las puertas al público, su hijo Jairo Suárez por medio de un convenio, les donó cinco millones de pesos para un programa de formación de la mujer rural. “Fue todo un éxito, mandamos personal a Caracolí, El Totumo, el Tablazo, Cañaverales y toda la zona rural. Hasta aquí en San Juan varias mujeres recibieron nuestros cursos, hoy me encuentro con algunas de ellas y me dicen que lo que saben lo aprendieron con nosotras”, cuenta Orozco.

Además: “Metimos un proyecto a la embajada de Canadá, nos aprobaron 14 millones de pesos con los que compramos máquinas bordadoras, estantes para máquinas fileteadoras, 15 sillas y una vitrina. Con eso iniciamos”, agrega.

La casa de la mujer ha servido por mucho tiempo como lugar para que entidades como el Sena puedan dictar sus cursos de manera gratuita, de esta manera, madres cabeza de familia y mujeres jóvenes de escasos recursos acuden allí para cumplir ese sueño de tener una formación educativa, en algún arte ya sea de confección, orfebrería, tejeduría, bordado y demás.

Todo este tiempo los mandatarios que pasan por la Alcaldía han renovado el comodato, pero a pesar de esto, sostener esa casa ha sido una tarea difícil para ellas. “Nos ha tocado con las uñas” dice Senobia Orozco. No han recibido donaciones a pesar de que han tocado varias puertas. La alcaldía, que era la encargada de pagar el servicio de energía, desistió de hacerlo y hoy el lugar tiene una millonaria deuda con Air-e. 

Actualmente solo queda la sombra de lo que fue la casa de la mujer, hay pupitres viejos, salones vacíos, un tablero y dos mesas que donó el grupo de confección para poder recibir su formación. “La edificación es la misma a diferencia de que anteriormente las máquinas sí funcionaban y la luz también. Yo aprendí a coser en esas máquinas”, cuenta Dina Romero, una modista de 53 años de edad.

Fotografía: Maira Fragozo

Modisteria, el oficio tradicional de las mujeres Sanjuaneras

San Juan es un municipio que cuenta con gran cantidad de mujeres que se dedican al oficio de la modistería. Algunas de ellas aprendieron de manera empírica, es decir, sus madres y familiares les fueron enseñando, muchas de ellas han optado por esta alternativa económica porque no contaban con los recursos para ir a formarse en alguna institución técnica o tecnológica. Mónica López siente mucho agradecimiento con este arte: “Me ha permitido no solamente obtener un ingreso, sino que como persona me ha hecho sentir realizada”, cuenta.

“Soy empírica ahora es que me estoy formando con los cursos del Sena”, agrega López.

Recibir la formación del Sena en cursos de confección, de manera gratuita, les ha permitido reforzar esos conocimientos que ya habían adquirido antes. “La casa de la mujer, nos brinda mucho apoyo, sobre todo en la capacitación porque a pesar de que nosotras somos modistas siempre necesitamos estar a la vanguardia de la moda”, cuenta Dina Romero, Modista y aprendiz.

Leoneidis Martínez, de 25 años y madre cabeza de familia, es Barranquillera pero desde hace más de cuatro años vive en San Juan del Cesar. A pesar de que no terminó sus estudios de bachillerato, la Casa de La Mujer y el Sena le han permitido formarse en los cursos de confección. “No he tenido limitaciones para estudiar, solo llevo mis documentos y he contado con la suerte de quedar seleccionada”. 

Además para Martinez, quien es madre de dos niños, el oficio de modista le brinda la oportunidad de poder trabajar mientras los cuida. “ Yo aquí estoy sola, no tengo una red de apoyo que me ayude con mis niños, para trabajar tengo que buscar algo que pueda hacer desde casa, por eso me interesa lo de modistería, porque yo podría estar perfectamente en mi casa y poder estar pendiente de mis niños”, cuenta.

¿Qué dicen las mujeres?

Mónica López, modista y actualmente aprendiz de los cursos de confección, asegura que la formación que reciben por parte del Sena es incompleta: “En estos momentos solo estamos viendo la teoría, no hemos podido poner en práctica porque no tenemos el taller de confecciones organizado”, cuenta. 

“No teníamos unas mesas necesarias para trazar y para cortar y recogimos entre todas y hoy las tenemos. Para poder presentar los trabajos, las mujeres que tenemos máquinas en casa nos ha tocado llevarlas a clase”, agrega.

López además pide “la permanencia de la Casa de la Mujer. Necesitamos urgente que se acondicione el lugar para que se pueda abrir ahí el taller de confecciones. Pero que también se abran más cursos para que puedan acceder más mujeres y jóvenes”.

Leoneidis Martínez de 25 años de edad, quien actualmente recibe formación en los cursos de confección, considera que la Casa de la Mujer les ayudaría a empoderarse: "sería bueno tener ese espacio para nosotras, así como hay clubes donde puede ir la gente en general, sería bueno tener un espacio que sea solamente de las mujeres sanjuaneras, que nos brinde conocimiento y nos ayude a emprender”. 

Además pide “que nos ayuden con la infraestructura, con la red eléctrica. Pero sobre todo que nos brinden el material para poder recibir las clases en condiciones adecuadas y dignas”. 

Así mismo Eliana Oñate, reclama “La adecuación de esta casa, necesitamos que el SENA nos siga enviando sus instructores acá, para que sigamos recibiendo más cursos".

Para María Leticia Chita, instructora de los cursos que se dictan en la Casa de la Mujer, el Sena se encarga de aportar la educación gratuita y de mandar sus instructores a dar la formación hasta los municipios, pero son las alcaldías las que deben dar el lugar adecuado para las clases. “El Sena necesita que el ambiente de aprendizaje sea óptimo, que cuente con las condiciones mínimas, que tenga energía, seguridad, ventilación e iluminación”. 

En varias ocasiones la instructora junto con las aprendices aseguran haber pasado cartas al Infotep para que les brindarán el espacio, pero los permisos fueron negados. “El único lugar donde nos han dicho sí, es aquí en la Casa de la Mujer”.

Además de brindar la formación, el Sena está dispuesto a traer sus máquinas para que las mujeres puedan recibir la parte práctica de su formación. De no tener un lugar óptimo, no se podrán seguir dictando los cursos. “El Sena me dijo que si no hay las condiciones del ambiente como tal, no se podía brindar la formación, porque eso baja la calidad del Sena”.

Por su lado, la secretaria de Gobierno de la alcaldía municipal, Elizabeth Mendoza, asegura que a principio de este año desde la administración se hicieron visitas a la Casa de la Mujer. “Fuimos con los ingenieros de planeación para hacer una inspección de lugar y a partir de eso definir qué íbamos hacer con ese lugar. De hecho se ha proyectado colocar allí una inspección de policía”, cuenta.

Sobre el comodato que se venía realizando con la Fundación Casa de la Mujer, a cargo de Senobia Orozco, asegura que “actualmente no se ha renovado, ni con esa fundación, ni con otra”, dice. 

A la fecha no se ha formulado un proyecto de adecuación y mejoramiento en ese inmueble, la alcaldía justifica que ha sido por falta de recursos. Aún, en esas condiciones, las mujeres siguen recibiendo formación por parte del Sena. 

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