Estudiantes y padres de familia de las instituciones educativas de El Carmen de Atrato han denunciado varias irregularidades en el Programa de Alimentación Escolar, PAE. Durante este año el servicio ha sido intermitente y solo ha funcionado del 16 de febrero al 30 de marzo.
La alerta en las demoras de este programa se dio desde el 16 de enero, cuando iniciaron las clases. Aunque para esa fecha la Alcaldía había recibido 184 000 millones de pesos para los primeros 30 días del calendario escolar, los estudiantes no recibieron ni desayunos ni almuerzos porque la administración no había definido el operador.
Luego, el 30 de marzo, se detuvo de nuevo el programa y solo hasta la semana pasada se reinició en los colegios, pero solamente por 30 días. Además, la comunidad estudiantil advierte que no están recibiendo de manera adecuada las raciones de comida y que se está perjudicando la nutrición adecuada de los estudiantes.
(Estudiantes de El Carmen de Atrato no han recibido alimentación escolar este año)
Las quejas de los padres de familia y estudiantes
Los representantes de padres de familia enviaron un oficio a la Unidad Administrativa Especial PAE y a la Secretaría de Educación Departamental por la inconsistencia en la entrega de los alimentos.
A través del documento, firmado por 400 padres de familia de las Institución Educativa Corazón de María y la Institución Educativa Agropecuaria Marco Fidel Suárez, de El Carmen de Atrato, reclaman que el retraso en el programa de alimentación impacta negativamente en su formación, en la nutrición y en el rendimiento académico de los niños, niñas y estudiantes.
Esta situación ha afectado principalmente a las familias de las zonas rurales. Lina Muñoz, madre de tres niños- de siete, ocho y diez años- quienes estudian en la escuela Arboleda El Siete, cuenta que ha sido difícil para ella sostener la alimentación de sus hijos. “No tengo para todos los días empacar desayunos y almuerzos para los tres. Casi siempre están diciéndome que les hace falta alimentación y comida, que no fue suficiente la media mañana y tienen que esperar hasta las 1:30, que es la hora en la que salen", agrega.
Lina vive en la vereda El Siete y desde su casa trabaja con panadería y pastelería artesanal. Sostiene que los altos costos de la canasta familiar ha sido un problema para poder comprar alimentos.
Verónica Tatiana Morales, madre de dos niñas que estudian en la escuela Gabriela Mistral del Provenir, indica que "es una cosa muy complicada en mi hogar, mis hijas se quedan pasando hambre desde que entran a las 8:00 de la mañana hasta que salen".
Aunque el servicio de restaurante ya inició desde el pasado miércoles, 26 de abril, las irregularidades continúan. El personero de la Institución Educativa Corazón de María, Carlos Andrés García Taborda, asegura que el menú no es el adecuado para los estudiantes: "El desayuno no es variado, casi toda la semana los estudiantes deben comer aguapanela con galletas”. “Muchos de mis compañeros de la institución no cuentan con los recursos suficientes para llevar comida al colegio o para comprar. Deben permanecer toda una jornada sin desayuno ni almuerzo y eso es reflejado negativamente en factores que afectan la integridad física y psicológica. Además, como la aparición de síntomas de fatiga, debilidad, mareos y hasta mal genio”, narra Carlos Andrés García en un documento enviado a la Secretaría Departamental del Chocó.
Yoleth Taborda, personera estudiantil de la Institución Educativa Agropecuaria Marco Fidel Suárez, recalca que los estudiantes no tienen garantías. "Al no tener PAE fue una situación muy dramática y dura para la mayoría de los estudiantes. Casi el 90 por ciento de los estudiantes consumían estos alimentos y al no tenerlos, muchos estudiantes tuvieron debilidad, no prestaban atención a clases. Ahora que llegó el restaurante los estudiantes nos pusimos muy felices, pero no hay nada que nos garantice que los alimentos se queden permanentemente”. Yoleth cuenta que otra de las consecuencias del retraso en la alimentación escolar fue que los estudiantes no completaban su jornada escolar y debían salir más temprano.
¿Qué dicen las autoridades?
La Secretaría de Integración Social de Chocó había informado a la comunidad que desde diciembre de 2022 se suscribió con El Carmen de Atrato el acuerdo de transferencia de vigencia futura para que iniciara el proceso de contratación a tiempo por los primeros 30 días del año. Sin embargo, esto no ocurrió y el programa empezó el 16 de febrero.
Por su parte, Boris Peña, secretario de Integración Social de Chocó, indica que en todos los municipios del departamento se realizaron dos acuerdos de transferencia, el año pasado y otro, este año. “En El Carmen de Atrato deben tener 60 días de operación (20 días calendario, es decir por tres meses) y no los tiene. Ellos deberán dar la explicación de por qué contractualmente no lo hacen”, agrega.
Sobre las quejas en las minutas, Boris Peña sostiene que no deberían variar entre colegios. “Ellos hacen el proceso con el nutricionista, nos envían las minutas y las aprueban. Varían de acuerdo a los cursos pero en el municipio todos deben comer lo mismo”.
Por su parte, la alcaldía de El Carmen de Atrato informa que el hecho de que los acuerdos de transferencia se hagan cada mes, dificulta la permanencia del PAE en el municipio.
Lo que sigue
Tanto los representantes de padres de familia como los personeros de las instituciones educativas de El Carmen de Atrato piden que se garantice el servicio de alimentación escolar de forma permanente. Además, que las minutas sean las mismas para todos y con proteínas necesarias para su crecimiento.
“Pedimos al director general de la Unidad Administrativa Especial PAE, Luis Fernando Correa, que intervenga en la medida de sus posibilidades para que este programa se haga efectivo en nuestro municipio”, puntualizaron los representantes de padres en un documento.