Las zanjas de la muerte en Guayacanal

San Juan del Cesar Alcaldía de San Juan del Cesar | Alcantarillado | Guayacanal
El fallecimiento de un obrero en un accidente laboral mientras trabajaba en un socavón dejó al descubierto las deficiencias de seguridad en la construcción del sistema de alcantarillado en Guayacanal, Corral de Piedras y Zambrano, en San Juan del Cesar. Hoy, la comunidad teme que la obra se retrase y ponga en peligro la vida de más personas.
El fallecimiento de un obrero en un accidente laboral mientras trabajaba en un socavón dejó al descubierto las deficiencias de seguridad en la construcción del sistema de alcantarillado en Guayacanal, Corral de Piedras y Zambrano, en San Juan del Cesar. Hoy, la comunidad teme que la obra se retrase y ponga en peligro la vida de más personas.
Ilustración: Camila Bolívar

En todas las calles del corregimiento de Guayacanal, sin excepción, hay zanjas de dos, tres y hasta cuatro metros de profundidad. Hace seis meses empezaron las obras para el alcantarillado en el pueblo y al día de hoy los huecos profundos, abandonados y sin tapa, son la única señal visible de la construcción. En uno de esos pozos murió Eliécer Daza Cuello, un obrero de 47 años que trabajaba en la obra. Daza Cuello falleció a las dos de la tarde del 18 de enero en el sector de Corral de Piedras, a tres kilómetros de Guayacanal. 

La noticia de su muerte puso en alerta a toda la comunidad que sospechaba que algo así podía ocurrir en cualquier momento. Ese día, Daza Cuello había llegado a la obra a las 9 de la mañana. Era la tercera vez que trabajaba en la construcción. Antes había sido conductor, pero esta vez estaba contratado para hacer oficios varios. El hombre se encontraba sacando arena de una zanja cuando de repente fue sorprendido por un alud de tierra que le cayó encima. 

Treinta minutos después de recibir una llamada a la línea de emergencias, seis unidades de bomberos llegaron al lugar, pero era demasiado tarde. “Pedimos que tuvieran en el sitio una retroexcavadora para que nos ayudara a retirar todo el material esteril que le había caído al señor en los trabajos de la zanja durante las excavaciones que estaban haciendo”, recuerda Carlos Frías, capitán de bomberos en San Juan del Cesar. “La zanja era de seis metros de profundidad. Había un tubo roto que estaba echando agua y el terreno era inestable”, agrega. Frías afirma que en el lugar “no había barreras de protección ni había estabilización del terreno”.

Lineth Daza, hermana de Eliécer, lo recuerda como un “hombre cariñoso, familiar, alegre y el primo de todos en el pueblo”. “Nos duele mucho su muerte y más porque no hay claridad del accidente. Él no tenía casco, ni botas de seguridad, ni la ropa adecuada”, agrega.

“Esperamos que se haga justicia porque hubo muchas irregularidades. A la constructora les conviene generar dinero, pero no les importa la vida”

Lineth Daza, hermana de Eliécer

Lineth además reclama que se haga justicia: “La única vez que vimos al dueño de la constructora y al alcalde fue en el entierro, luego no volvimos a saber nada. Estamos esperando la documentación sobre el contrato y la falta de afiliación a la ARL. Esperamos que se haga justicia porque hubo muchas irregularidades. A la constructora les conviene generar dinero, pero no les importa la vida”, puntualiza. La afiliación a Positiva, según se confirmó en un certificado de la aseguradora, se hizo un día después de su muerte, el 19 de enero. 

En varios videos grabados por vecinos que llegaron al lugar después del accidente se evidencia que la obra no contaba con entibación, un sistema de contención que mantiene estable la zanja, y el obrero no portaba un casco o cualquier equipo de protección. “La muerte (de Eliécer Daza Cuello) fue un descuido que se pudo prevenir. Estaba en una zona muy profunda, como de seis o siete metros. Él debía sacar la arena y lanzarla al otro lado”, dice un habitante del corregimiento.

Video de la comunidad luego del accidente. Archivo particular.

Una obra necesaria

La Alcaldía de San Juan del Cesar anunció el comienzo de la construcción del alcantarillado en agosto del año pasado.  Con la promesa de llevar saneamiento básico a los corregimientos de Guayacanal, Corral de Piedras y Zambrano, la administración invirtió 18 798 millones de pesos provenientes del Sistema General de Regalías. El contrato fue adjudicado al Consorcio Guayacanal 2022, cuyo representante legal es Jader Gustavo Cuello Cuello. El plazo establecido para la ejecución de la obra fue de 15 meses. (Acceda acá al documento con los detalles de la licitación LOP-001-2022 )

Los habitantes de Guayacanal, Corral de Piedras y Zambrano nunca han tenido acceso al servicio de alcantarillado. Para sacar las aguas residuales de sus casas, la gente optó por hacer pozos de aproximadamente de dos metros de profundidad en sus patios, pero estos se llenan rápidamente y suelen rebosarse. La falta de alcantarillado es la principal causa de los constantes problemas de salud y la proliferación de mosquitos.

“Han vuelto esta carretera un desastre total. Cogieron y abrieron todos los callejones, dejaron los pilones de arena y no han hecho nada”

NASLY VEGA, HABITANTE DE GUAYACANAL

Guayacanal fue la primera zona en donde se iniciaron las obras de construcción del alcantarillado. En el corregimiento, que tiene más de 60 años de historia, viven 300 personas.  Al comienzo, la gente estaba contenta de la llegada del alcantarillado pues desde hace décadas lo estaban pidiendo. Sin embargo, con el paso de los meses la alegría de la gente se transformó en preocupación. Hoy, la comunidad afirma que la construcción se ha manejado mal,  y que está poniendo en riesgo no solo la vida de los trabajadores, sino también de sus integrantes.

“Han vuelto esta carretera un desastre total. Cómo vamos a hacer en el invierno con esos manjoles abiertos, sin señalizaciones, con las tapas atravesadas en la calle y en lo poquito que tenemos de carretera. Cogieron y abrieron todos los callejones, dejaron los pilones de arena y no han hecho nada”, afirma Nasly Vega, una mujer que ha vivido toda la vida en Guayacanal.

Una de las vías de Guayacanal. Foto: Consonante.

Consonante hizo un recorrido por la obra durante la primera semana de febrero, y constató que en ese momento los agujeros de las alcantarillas estaban destapadas, había huecos al frente de las casas y zanjas en las vías. “Claro que queremos la obra, pero tiene que ser algo bien hecho. Antes de avanzar se tenía que hacer la entrega en Guayacanal. No debían hacer el desastre que hay aquí”, nos dijo en ese momento Nasly Vega. 

Mapa del proyecto. Ilustración: Camila Bolívar.

Fallas de seguridad

La ley 1072 de 2015 obliga a los contratistas, en este caso el Consorcio Guayacanal 2022, a procurar el cuidado integral de sus empleados y cumplir con las normas, reglamentos e instrucciones del Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el trabajo. En el caso de las construcciones de obra, el Ministerio de Trabajo establece que en las excavaciones con profundidades superiores a 1,25 metros deben “disponer de sistemas de contención de tierras, entibaciones, de protección y rescate de los trabajadores”, y sigue: “No sólo existe riesgo para los trabajadores que se encuentren en el interior de las zanjas, sino también para los trabajadores que se hallen en las inmediaciones, por lo que deben estar debidamente señalizadas o protegidas con barandillas rígidas, cuando la profundidad supere los dos metros”. Sin embargo, nada de eso ocurrió con esta obra.

Sobre la falta de entibación en la zona del accidente, Álvaro José Díaz Guerra, alcalde de San Juan del Cesar, asegura que el motivo era porque “en ese punto apenas se estaba comenzando la obra”. “La gente está especulando porque esa máquina tenía apenas un día de haber llegado y tenía menos de 10 horas de iniciar el trabajo”. “El contratista me hizo saber que había llevado una nueva máquina para aumentar el rendimiento del trabajo y a escasas horas se dio el accidente”.

“Se puede evidenciar que no hay un protocolo de seguridad, no hay un aseguramiento de área y el trabajador no tenía los elementos de protección personal”

MANUEL FERNANDO LÓPEZ, INGENIERO ESPECIALIZADO EN SEGURIDAD INDUSTRIAL

El alcalde Díaz Guerra asegura que la obra “tiene su sistema de seguridad en el trabajo y lo tiene implementado. El que se haya presentado una falla o un incidente, que es normal , pero el sistema de seguridad y trabajo existe”.

Pero para el ingeniero especializado en seguridad industrial Manuel Fernando López, consultor y experto en seguridad laboral, hay varios aspectos que no se tuvieron en cuenta para evitar el accidente: “No se contaba con las condiciones de seguridad para desarrollar la obra, dentro de los que se determina elementos de protección personal y equipos de trabajo seguro para el desarrollo de las actividades ya sea en alturas, trabajo a desnivel, en espacios confinados o excavaciones”.

Al revisar los videos y fotografías del accidente, Lopez afirma que se debe indagar si la constructora hizo pruebas del suelo para determinar las condiciones del riesgo del mismo. “Se puede evidenciar que no hay un protocolo de seguridad, no hay un aseguramiento de área, el trabajador no tenía los elementos de protección personal conocidos como EPP”.

“Es labor de la constructora determinar si hay un riesgo latente para sus trabajadores y para la comunidad y la alcaldía local, como primer ente regulador, debe validar que el contratista sobreponga la integridad de la comunidad”, asegura.

Hoy en día, la señalización no solo hace falta en la parte alta del corregimiento. En varios sectores no hay cintas amarillas de precaución ni demarcaciones. “Había demarcación con cinta amarilla, pero las colocaban y al siguiente día ya no estaban. ¿Qué dice la constructora? Ellos justifican que los padres deben tener la responsabilidad de que los niños no estuvieran sobrepasando la señalización”, cuenta Federico Núñez, presidente de la Junta de Acción Comunal de Guayacanal.

El primer pozo del alcantarillado se ubica en la parte alta de Guayacanal. En la zona, los vecinos cuentan que los trabajadores hicieron el agujero en agosto del año pasado pero —al igual que en otras partes del corregimiento— todavía no le han puesto una tapa. “Los espacios de las calles y carreteras son muy angostos. Esto implica que los manjoles estén cerca de las casas. Las quejas más recurrentes son que llevan mucho tiempo en excavación, y se han demorado en la instalación de las tapas”, dice Núñez.

La mayoría de alcantarillas no tiene tapas. Foto: Consonante

Después de la muerte del trabajador a finales del mes pasado, la empresa contratista se encargó de señalizar algunas partes de la obra. Así lo constataron varios habitantes del corregimiento. “La seguridad no estaba así, eso vinieron a ajustarlo luego de lo que pasó para decir que sí tienen protocolos”, dijo un habitante, quien pidió la reserva de su identidad.  Lo mismo confirmó un trabajador de la obra: “Ahora le han puesto más cuidado a la seguridad y tenemos a muchas personas encima desde que ocurrió el accidente. Ese día fue un descuido, no estaba listo ese sector con las estibas”. Pero muchos consideran que la protección sigue siendo insuficiente. 

La muerte de Eliécer Daza no fue el primer accidente que se registró en la zona de la obra. La comunidad asegura que han ocurrido otros hechos que, aunque no terminaron en tragedia, pusieron en riesgo su vida. “El 25 de diciembre un niño cayó de cabeza en un manjol de esos. Como estaba lleno de arena el niño solo presentó lesiones y golpes leves”, narra Nasly Vega. Y agrega: “así como cayó el niño puede pasar con un adulto mayor. Ellos (la empresa) dicen que la gente debe ser consciente de que los manjoles están abiertos. Esa no es la respuesta que nos merecemos como comunidad”.

“Acá se cayeron mi mamá y el niño y se rasparon las piernas. Estamos cansados de decirle que terminen acá y luego sigan para abajo. Están haciendo todo a la carrera”, dice otro habitante.

A Núñez lo que más le preocupa es que el proyecto no termine en el plazo anunciado y deban convivir con el peligro más tiempo: “Nadie quiere que se muera otra persona. Van seis meses y mire cómo se ve se. Si se van a gastar más tiempo ya entrarían a pedir prórroga”, afirma.

En varias zonas se evidencia la falta de señalización. Foto: Consonante.

¿Un contratista amigo?

Jader Gustavo Cuello Cuello es reconocido en San Juan del Cesar, pues aparece en varios contratos con la Alcaldía y entidades del municipio firmados con otras cuatro razones sociales: Unión Temporal Vías Terciarias 2020, Unión Temporal Instituciones Educativas, JC Ingeniería y Consultoría Jurídica S.A.S y Servisalud S.A.S. En noviembre de 2020, firmó un contrato por 1.059 millones de pesos para el mejoramiento de las vías terciarias del municipio. Y en diciembre de 2021, otro por 758 millones de pesos. El contrato más reciente fue en julio de 2022 por 27 millones de pesos para el mejoramiento de la vía que conduce del corregimiento de Cañaverales a la vereda el Playón

Aunque la mayoría de contratos han sido para el mejoramiento de vías, en marzo de 2022 se le adjudicó a la firma Servisalud S.A.S. un contrato por 149 millones para “la prestación de servicios para el fortalecimiento al sistema de fiscalización y a la gestión de cobro administrativo del Impuesto Predial Unificado”.

El alcalde Díaz sostiene que en la elección del contratista para la construcción del alcantarillado no hubo ninguna irregularidad. “El representante legal (Jader Gustavo Cuello) no influyó en el proceso de licitación pública. Se determinó que tenía las capacidades técnicas y el músculo financiero para desarrollar el proyecto”, asegura Díaz. 

“Como no lo voy a conocer, si acá en un pueblo nos conocemos todos. Conozco a todos los colegas. El señor Jader tiene contratos en todo el país”

Álvaro José Díaz Guerra, alcalde de San Juan del Cesar

Varios habitantes de Guayacanal aseguran que la cercanía del alcalde con el contratista es de público conocimiento. Frente a esto, el alcalde responde: “Como no lo voy a conocer, si acá en un pueblo nos conocemos todos. Conozco a todos los colegas. El señor Jader tiene contratos en todo el país. Se presentaron más de cuatro empresas dentro de la ley y las normas, se escogió al ganador”.

Además, llama la atención que la interventoría de la obra está a cargo de Danyela Rocío Gamez Estrada, a quien también le figuran varios contratos con la Alcaldía de San Juan del Cesar. 

El silencio de las autoridades

A pesar de las evidentes fallas de seguridad laboral, la muerte de Daza Cuello tomó por sorpresa al Consorcio Guayacanal 2022 y a la Alcaldía que no han dado explicaciones públicas sobre lo sucedido. Al siguiente día del accidente, Eider Cuello, ingeniero de la obra, se limitó a describir el accidente en el noticiero de la emisora Cardenal Stéreo: “La retro estaba excavando un tramo para meter las tuberías y en ese momento ingresó el trabajador a retirar unas herramientas y se le vino el material encima y la zanja cedió”. 

Consonante contactó al ingeniero para conocer su versión de lo sucedido o las acciones que tomará la empresa para mejorar la seguridad de la obra, pero el ingeniero no respondió. “No tengo más conocimiento sobre eso”, dijo en una llamada. Y Jader Gustavo Cuello, representante legal del Consorcio, fue contactado en distintas oportunidades para una entrevista sin recibir respuesta.

La muerte de Eliecer Edilmer Daza sigue en investigación por el CTI de la Fiscalía, y la información del proceso se encuentra bajo reserva.  El alcalde Álvaro Díaz Guerra asegura que el accidente está siendo investigado.  “El caso está en manos de abogados. No tenemos claridad de los hechos  porque para eso está la supervisión de la interventoría que está al frente revisando qué sucedió (...) Si el informe determina que hay causales inherentes al contratista por negligencia realizaríamos un proceso sancionatorio de incumplimiento por parte de la administración a contratistas, interventor y supervisor”.

Díaz Guerra asegura que la obra terminará a tiempo. “Va más adelantado de lo planificado”, dice. “Esta obra es del Sistema General de Regalías y a través de una plataforma se hace un seguimiento a la inversión de los recursos y el desarrollo del proyecto. Una vez se presente algún inconveniente, sea financiero o técnico, se genera una alerta y no hay ninguna porque va marchando perfectamente”, asegura.

Sin embargo, ante las quejas por la falta de tapas en las alcantarillas, el alcalde Díaz afirmó “que no tenía conocimiento de que esto estuviera pasando, la interventoría no nos había reportado eso”, y se comprometió a realizar seguimiento: “Ellos deben garantizar que no haya ningún tipo de peligro para la ciudadanía, hago la observación al equipo técnico para ver si hay manjoles que ponga en peligro a la gente y que tengan solución de forma inmediata. Le podría decir que de pronto el supervisor o el interventor pudo haber descuidado algún punto”.

“No han venido a arreglar los huecos, esta es una obra para el pueblo pero todo lo van dejando tirado”

Habitante de Guayacanal

Los reclamos de los habitantes siguen y cuestionan que sean atendidos por la constructora: “No han venido a arreglar los huecos, esta es una obra para el pueblo pero todo lo van dejando tirado. Antes uno podía caminar libre pero ahora hay solo huecos, llevo una vida viviendo acá y es importante que lleguen estos servicios porque así vienen el desarrollo, pero así defectuoso mejor que nos dejen como antes”.

Mientras avanzan las investigaciones por la muerte del obrero Eliecer Edilmer Daza Cuello, los habitantes de Guayacanal piden que las obras avancen y no esperar a que ocurra una muerte más para actuar.

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